http://xiloca.org/xilocapedia/api.php?action=feedcontributions&user=80.58.205.42&feedformat=atom Xilocapedia - Contribuciones del usuario [es] 2024-03-29T07:48:17Z Contribuciones del usuario MediaWiki 1.39.2 http://xiloca.org/xilocapedia/index.php?title=Guerras_carlistas&diff=23391 Guerras carlistas 2009-03-27T15:22:44Z <p>80.58.205.42: LyogQmlibGlvZ3JhZsOtYSAqLw==</p> <hr /> <div>El regreso de Fernando VII al trono de España supuso una vuelta atrás, restableciendo los privilegios del Antiguo Régimen y aboliendo las reformas introducidas por los gobiernos afrancesados, como si la guerra de Independencia y las Cortes de Cádiz nunca hubiesen existido. De hecho, se abolió la Constitución de 1812, la primera constitución española, y se disolvió el régimen político creado por los liberales, reprimiendo cualquier intento de cambio. La situación política se fue tensando lentamente, y se desató con furia cuando Fernando VII muere a finales de septiembre 1833 y el gobierno pase a manos de los progresistas. Los enfrentamientos entre los liberales (isabelinos) y los absolutistas (carlistas) dieron lugar a una guerra civil que volverá a consumir nuevos hombres y recursos, complicando el bienestar de una sociedad que todavía no se había recuperado de los desastres de la [[Guerra de la Independencia]].<br /> <br /> Se han distinguido tradicionalmente tres periodos o épocas dentro del siglo XIX, sin continuidad entre ellas, durante las cuales se produjeron enfrentamientos armados de mayor o menor intensidad. Se puede hablar, pues, de tres guerras carlistas de diferente duración y de consecuencias distintas a lo largo de la centuria decimonónica.<br /> <br /> *La [[Primera Guerra Carlista]], que ha sido también llamada la Guerra de los Siete Años debido a su duración: desde finales de 1833 hasta el llamado “Abrazo o Convenio de Vergara” firmado por los generales Maroto (carlista) y Espartero (liberal) a finales de 1839. Se centró fundamentalmente en las provincias vascas y en Navarra, donde defendían además reivindicaciones de carácter foral. Existieron otros focos secundarios en Aragón, Cataluña, Valencia y, en menor medida, Castilla. En el caso de Teruel y de la zona del Jiloca, especialmente en Monreal del Campo, todavía perduraron los enfrentamientos armados en 1840 entre los diferentes grupos que no aceptaron lo pactado en Vergara.<br /> <br /> *La [[Segunda Guerra Carlista]] (1846-1849) tuvo, salvo algún enfrentamiento aislado, una menor repercusión en el valle del Jiloca, ya que los escenarios militares y de confrontación se trasladaron a otras regiones. <br /> <br /> *La [[Tercera Guerra Carlista]] (1872-1875)<br /> <br /> ==Bibliografía==<br /> *ALDECOA CALVO, José Serafín (2003):&quot;El azote de la guerra carlista&quot;, en Comarca del Jiloca, Zaragoza, Gobierno de Aragón, p. 131-147 [[http://portal.aragon.es/portal/page/portal/INFTERR/PUBLICACIONESDIGITALES/COLECCIONTERRITORIO/COMARCAJILOCA/HISTORIA/DOCUMENTOS_II_05.PDF Texto completo]] <br /> *ASÍN REMÍREZ DE ESPARZA, F. (1983): Aproximación al carlismo aragonés durante la guerra de los siete años. Librería General. Zaragoza. <br /> *BENEDICTO GIMENO, E. (2002): Historia de la Villa de Cutanda. CEJ. <br /> *CABELLO F., SANTA CRUZ, F., y TEMPRADO, R.M. (184): Historia de la guerra última en Aragón y Valencia. Imprenta del Colegio de Sordomudos. 2 vols. Madrid.<br /> *CALVO Y ROCHINA DE CASTRO, D. (1845): Historia de Cabrera y de la Guerra Civil. Madrid.<br /> *GUÁLLAR PÉREZ, Manuel (1979): “La Primera Guerra Carlista en la provincia de Teruel”. Teruel nº 61-62. Instituto de Estudios Turolenses (IET)<br /> *JAIME LORÉN, José Mª y JAIME GÓMEZ, José (1992) : Manuel Marco y Rodrigo. Marco de Bello. Centro de Estudios del Jiloca. (CEJ)<br /> *PINILLA NAVARRO, Vicente (1986): Teruel (1.833-1.868): revolución burguesa y atraso económico. IET. Teruel.<br /> *PIRALA, Antonio (1984): Historia de la Guerra Civil y de los partidos liberal y carlista. Madrid 1.868. Reed. Turner/Historia 16<br /> *RÚJULA LÓPEZ, Pedro (199): Rebeldía campesina y primer carlismo: los orígenes de la Guerra Civil en Aragón (1.833-1.835). Zaragoza, Gobierno de Aragón.:)</div> 80.58.205.42 http://xiloca.org/xilocapedia/index.php?title=Discusi%C3%B3n:Ordinaciones_de_la_Comunidad_de_Aldeas_de_Daroca&diff=23390 Discusión:Ordinaciones de la Comunidad de Aldeas de Daroca 2009-03-27T15:21:56Z <p>80.58.205.42: UMOhZ2luYSBibGFucXVlYWRh</p> <hr /> <div></div> 80.58.205.42 http://xiloca.org/xilocapedia/index.php?title=Linaje_de_Mateo&diff=23364 Linaje de Mateo 2009-03-24T19:59:01Z <p>80.58.205.42: LyogTG9zIE1hdGVvIGRlIE9qb3MgTmVncm9zICov</p> <hr /> <div>El linaje de los Mateo, si nos atenemos a los [[Escudo de Mateo|símbolos heráldicos]] familiares, se extendió por [[Monreal del Campo]], [[Ojos Negros]], [[Luco de Jiloca]], etc. Actualmente se desconoce el nexo de unión de estas familias que se puede retraer hasta el siglo XVI o principios del XVII, pero conocemos bastante bien la genealogía de los Mateo de Ojos Negros y Monreal del Campo.<br /> <br /> == Los Mateo de Monreal del Campo ==<br /> [[Imagen:44300 (175).jpg|thumb|left|Casa de los Mateo en Monreal del Campo]]<br /> [[Imagen:Linajemateomonreal.png|thumb|left|Genealogía de los Mateo de Monreal del Campo]]<br /> <br /> Esta familia vivían en un pequeño [[Casa de los Mateo (Monreal del Campo)|palacio]] situado en la plaza mayor. Para Manuel Fuertes de Gilbert, según un planteamiento recogido posteriormente por Emilio Benedicto, el linaje de los Mateo estaba dividido en dos familias en Monreal del Campo, una con casal en la calle Costero Olma y la otra con el palacio de la plaza Mayor, separadas desde que los hijos de Miguel Mateo Martínez decidieron fragmentar el linaje y asentar dos diferentes. Según esta interpretación, todo el linaje descendería de los [[Linaje de Mateo de Gilbert|Mateo de Gilbert]] de Odón.<br /> <br /> Este planteamiento no tiene en cuenta que los Mateo de la plaza y los Mateo de la calle Costero Olma descienden de diferentes linajes, auque pudieron emparentar en algún momento. Los primeros son &quot;Mateo&quot; a secas y están emparentados con el popular linaje de Ojos Negros (sus armas heráldicas son idénticas). Posiblemente, en una fecha actualmente desconocida, alguna rama de Ojos Negros se marcharía a vivir junto al río Jiloca. Los segundos &quot;Mateo de Gilbert&quot; de Monreal del Campo, según se puede intuir de la piedra armera, sí que están vinculados con la localidad de Odón.<br /> <br /> Conocemos la evolución del linaje de los Mateo de la Plaza Mayor, los &quot;Mateos&quot; a secas, durante los siglos XVII - XIX. Siguiendo una política matrimonial tendente a vincularse con familias propietarias del sur de Aragón, al igual que hacían el resto de linajes nobiliarios, los primogénitos y herederos del linaje se casaron con mujeres pertenecientes a las familias Fernández de Felices (Villalba), [[Linaje de Salvador de Esplugas|Salvador de Esplugas]] (San Martín del Río), [[Linaje de Latorre|Latorre]] (Burbáguena), Lozano (Ibdes) y [[Linaje de Catalán de Ocón|Catalán de Ocón]] (Monreal del Campo). Muchos de estos linajes los encontramos representados en escudos pintados en el interior de la [[Casa de los Mateo (Monreal del Campo)|vivienda familiar]].<br /> <br /> De entro los miembros del linaje que se conocen, se pueden destacar a los siguientes:<br /> <br /> *[[Mateo Lozano, Ramón|Ramón Mateo Lozano]], matemático e ingeniero.<br /> <br /> == Los Mateo de Ojos Negros ==<br /> [[Imagen:44313 (217).jpg|thumb|Casa Señorial de los Mateo en Ojos Negros]]<br /> [[Imagen:Linajemateoojosnegros.png|thumb|Genealogía de los Mateo de Ojos Negros]]<br /> <br /> El linaje se había separado en dos familias que vivían en sendas casas señoriales. La principal fue destruida en la década de 1940, mientras que la otra [[Casa Señorial (Ojos Negros)|casa señorial]] se conserva junto a la carretera. <br /> <br /> Se desconoce actualmente la vinculación entre estas familias y las de Monreal del Campo, aunque utilizan el mismo [[Escudo de Mateo|escudo heráldico]], lo que nos hace sospechar en una fragmentación del linaje con anterioridad al siglo XVI.<br /> <br /> A comienzos del siglo XVII encontramos a Catalina Mateo prestando dinero al Concejo de Ojos Negros. El 11 de noviembre del año 1673 Miguel Jerónimo Mateo compró a Luis de la Neubeforge las [[Minas de hierro de Sierra Menera|minas de Sierra Menera]] por ciento sesenta mil sueldos jaqueses, cien mil al contado y otros setenta mil bajo comanda u obligación que fueron pagados dos años después. Con las minas, adquirió todos los derechos y privilegios que poseía la fábrica de Corduente sobre los pozos aragoneses, incluyendo la completa libertad para “para sacar y llevar la mena de dichas meneras a las partes y lugares del reino de Castilla como al de Aragón&quot;. <br /> <br /> A partir de finales del siglo XVII la documentación sobre la familia Mateo se incrementa gracias a la conservación de un archivo familiar compuesto fundamentalmente por cartas particulares y que ha sido recientemente publicado en un DVD. El primer miembro de la familia que conocemos mediante la documentación es Miguel Jerónimo Mateo Lario que aparece mencionado a finales del siglo XVII. El documento que sigue en antigüedad es una carta de 1691 escrita por José Fernández de Moros y Villalta a su hermana Margarita. Si tenemos en cuenta la documentación, Juan Agustín Mateo y Fernández de Moros, hijo de Margarita, gobernó la casa y los diversos negocios familiares entre 1710 y 1758. También sabemos que en 1752 se casó con su sobrina Micaela Liñán. <br /> <br /> A partir de 1760 quien aparece en los documentos como titular de la familia es Fernando Liñán, ocupando esta posición posiblemente por vía matrimonial; sabemos por algunas cartas que estaba casado con una tal María Joaquina, hija de Juan Agustín Mateo, cuyo nombre (como propietaria de los bienes) aparece en un recibí de la misma época. Tras la muerte de Joaquina Mateo, en 1771, fue su hijo Gonzalo Liñán, casado con Paula Dolz de Espejo, quien pasó a gobernar la hacienda.<br /> <br /> Este fue el primer Liñán propietario de los bienes de Ojos Negros, pues su padre, Fernando, sólo actuaba como consorte y administrador de los bienes. A partir de 1802 aparece Fernando Liñán y Dolz de Espejo como señor de la hacienda, casado primero con Magdalena Rivera y después con Felipa Lázaro. A partir de Fernando comienza a cambiar claramente el comportamiento familiar, pues abandona Ojos Negros y se traslada a vivir a Valencia, desde donde gestionará sus propiedades a través de dos apoderados, Mosén Manuel Hernández, en una primera época, y Juan deMata Sánchez, en una segunda. Con este personaje comenzó el declive de la casa de<br /> los Mateo-Liñán de Ojos Negros, pues sus negocios en Sierra Menera fueron uno más de sus múltiples intereses, la mayoría de ellos desplazados a otras localidades. <br /> <br /> Tras su muerte sin descendencia, se hizo cargo de los asuntos familiares su hermano Pascual Sebastián Liñán, militar de carrera residente en Madrid, al que heredará su hijo Gonzalo Fernando Liñán de cuya época, en torno a 1860, son las últimas cartas del archivo. Fueron las tres hijas de Gonzalo, en un momento posterior, quienes decidieron enajenar todo el patrimonio que los Mateo habían acumulado durante siglos en Ojos Negros, desapareciendo el linaje de la localidad.<br /> <br /> Como vemos la familia Mateo de Ojos Negros emparentó con los Fernandez de Moros (Ibdes), Liñán (Calatayud) y Dolz de Espejo (Teruel).<br /> <br /> En el año 1902 la última descendiente de los Liñán vendió la Casa Grande a Francisco Pintado Delgado. La venta afectó al inmueble y a casi todo lo que contenía: el archivo, muebles, utensilios domésticos e incluso las ropas. Se conserva alguna fotografía de principios de siglo en la que aparece la familia Pintado disfrazada con ropas de siglos anteriores, procedentes seguramente de los baúles de los Mateo, recordando el pasado nobiliario de la casona.<br /> <br /> Entre otros miembros del linaje de Ojos Negros, por su repercusion en alguna faceta de la vida, podemos destacar a los siguientes:<br /> *[[Mateo Sánchez del Castellar, Bernardo]], obispo de Tarazona.<br /> *[[Liñán Dolz de Espejo, Juan Pablo]], combatiente en la Guerra de Independencia<br /> <br /> == Bibliografía ==<br /> *[[Benedicto Gimeno, Emilio]] (2006): &quot;Las casas solariegas&quot;, en ''Historia de Monreal del Campo'', p. 99-116 [[http://www.xiloca.com/data/Bases%20datos/Monograficos/6152_09.pdf Texto completo]]<br /> <br /> *[[Benedicto Gimeno, Emilio]] (2006): &quot;El archivo familiar de los Mateo&quot;, ''Xiloca: revista del Centro de Estudios del Jiloca,'' Nº. 34, pags. 137-154 [[http://www.xiloca.com/data/Bases%20datos/Xiloca/6135.pdf Texto completo]].<br /> <br /> *[[Fuertes de Gilbert y Rojo, Manuel]] (1990): ``Los Mateo de Gilbert de Monreal del Campo´´. Calamocha,'' Xiloca'', 06, pág. 183-201 [[http://www.xiloca.com/data/Bases%20datos/Xiloca/294.pdf Texto completo]]<br /> <br /> *Rubio Martín, Mercedes y [[Benedicto Gimeno, Emilio]] (2006): ''El archivo de la Familia Mateo (Ojos Negros)''. DVD Documental editado por el Centro de Estudios de Jiloca.</div> 80.58.205.42 http://xiloca.org/xilocapedia/index.php?title=Li%C3%B1%C3%A1n_Dolz_de_Espejo,_Juan_Pablo&diff=23363 Liñán Dolz de Espejo, Juan Pablo 2009-03-24T19:58:14Z <p>80.58.205.42: </p> <hr /> <div>Militar natural de [[Ojos Negros]], de la familia [[linaje de Mateo|Mateo]], combatiente en la [[Guerra de la Independencia]]. Procedente de familia militar y de nobleza aragonesa tuvo una meteórica carrera ascendiendo entre junio de 1807 y febrero de 1810, de cadete a primer teniente. Monárquico y absolutista llegó a ser gobernador militar de Denia. Entre otras acciones militares recibió distinciones por su comportamiento en las batallas de la Isla de León en Cádiz, Chiclana, Almonacid, Ocaña... <br /> <br /> == Bibliografía ==<br /> *[[Jaime Lorén, José María]] y [[Jaime Gómez, José]] (2000):``[[Juan Pablo de Liñan y Dolz de Espejo]] (Ojos Negros, 1792-?)´´. Calamocha, ''Xiloca'', 25, 2000, pág. 121-134 [[http://www.xiloca.com/data/Bases%20datos/Xiloca/860.pdf Texto completo]]</div> 80.58.205.42 http://xiloca.org/xilocapedia/index.php?title=Sancho_Monreal_y_Polo,_Francisco&diff=23326 Sancho Monreal y Polo, Francisco 2009-03-24T16:24:29Z <p>80.58.205.42: </p> <hr /> <div>Francisco Miguel Sebastián Sancho Monreal y Polo (5-X-1704), infanzón, natural de Brea de Aragón, fue hijo de don Roque Jacinto Sancho de Rodezno (18-VIII-1663), Señor de la Pardina de Gurre, insaculado a Cortes por el brazo de infanzones, y de su segunda mujer doña Juana de Monreal y Polo, viuda de don Manuel de Villagrasa. Ganó Real Provisión Ejecutoria de Hidalguía, junto con su padre y su hermano Roque, y fue regidor perpetuo de [[Bañón]] y [[Barrachina]] por el estado noble, casó con doña Teresa María de Ascoz Tol y Ladrón de Guevara, con descendencia.</div> 80.58.205.42 http://xiloca.org/xilocapedia/index.php?title=Gonzalo_de_Liria,_Ricarda&diff=10618 Gonzalo de Liria, Ricarda 2008-09-05T18:12:49Z <p>80.58.205.42: </p> <hr /> <div>En el testamento, Ricarda Gonzalo de Liria también repartió generosamente sus propiedades y riquezas que nosotros vamos a exponer de forma algo detallada con el fin de hacernos idea de la amplitud y características de su hacienda: legó al Asilo de Hermandad de los pobres de Teruel cinco mil pesetas “por una sola vez”; a Rosa Izquierdo Marín la cantidad de mil pesetas y la masía de San Cristóbal y todo lo que en ella hubiese como carros, mulas, aperos de labranza...; A Ramón Gonzalvo Fortea en usufructo por los días de su vida las masías situadas en el término de Formiche denominadas la Loma y Mas del Río y otra en el término de la Puebla de Valverde llamada Pelarda y la casa de Teruel con los muebles que en ella hubiese; a Juan Igual y Garrigós la casa de Alfambra y cuantos bienes le pertenecían en dicha localidad en usufructo vitalicio y que “se fundara en la citada casa un colegio dirigido por las Hermanas Terciarias Franciscanas para la enseñanza gratuita de las niñas pobres de Alfambra destinando todos los demás bienes del termino de dicho pueblo al sostenimiento de esta fundación...”; las acciones de Banco de España a los Padres Franciscanos de Teruel para que acabasen de edificar el Convento y ayuda de su manutención y obligados a decir misas; a sus sobrinas, María Frígola y Alcedo y María Noguera y Aquavera la masía del Chantre sita en los términos de Teruel y Concud en todo que hubiere dentro, etc.<br /> <br /> Después de haber repartido gran parte -no hemos mencionado que fue fundadora de una casa de crédito rural bajo la advocación de Ntra. Sra. Del Pilar dotada de 35.000 pesetas- de sus propiedades, en la cláusula novena Ricarda Gonzalo de Liria disponía que <br /> “En el remanente de todos mis bienes, derechos y acciones presentes y futuros instituyo por heredera a mi alma y al efecto ordeno que en mi casa de Monreal del Campo y Huerta de San Juan se funde una escuela de artes y oficios donde además se enseñe latín a los que pretenden seguir la carrera eclesiástica. Esta escuela destinada gratuitamente para los niños pobres será dirigida como toda fundación por los Padres Menores Franciscanos y para su sostenimiento se destinarán todos los bienes que poseo en los términos de Monreal del Campo (Teruel), los que no he dispuesto de ellos en Barrachina, Povo de Molina y Puebla de Valverde, excepto la masía Pelarda que lego en usufructo a Ramón Gonzalvo, pero que a su muerte se venderá lo mismo que las otras dos que le dejo y se agregará su importe a la fundación de Teruel o a la de Monreal según el parecer del reverendo Camilo Tomás”. <br /> <br /> Además la testadora exigía a los Padres encargados de la fundación de Monreal la “obligación de celebrar todos los años cinco misas rezadas por mi alma y además proporcionar gratuitamente a seis niños pobres de los que asistan a la escuela ropa, alimentos, libros y cualquier otra cosa que necesiten”<br /> <br /> La testadora señalaba que “para el cumplimiento de cuanto dejo ordenado en esta mi voluntad y en especial para la fundación consignada en la cláusula anterior concedo a mis albaceas todas las facultades sean necesarias para vender mis bienes, cobrar cantidades, cancelar hipotecas, otorgar documentos y resolver todas las cuestiones e incidentes que puedan presentarse”. Dichos ejecutores del testamento o albaceas fueron: Pascual Serrano y Abad, abogado y vecino de Teruel, Juan de Igual y Garrigós, junto al coalbacea Fray Camilo Tomás (conocido en el siglo con el nombre de José Tomás y Domínguez), estos dos últimos vecinos de Valencia.<br /> <br /> Por lo que respecta a los bienes de la Fundación, si exceptuamos los de las localidades de la Puebla de Valverde y Barrachina, solamente en Monreal del Campo poseía cerca de 250 hectáreas, concentrándose en partidas como la Cañada del Pozo, Siete Cabezas, Mayayo, Huesa del Moro o Valdeceladas, cuyas rentas y usufructo percibieron los Hermanos de las Escuelas Cristianas de la Salle a partir de 1915, a quienes se ha dedicado otro capítulo en esta publicación. Pero la finca más importante, de regadío, de más de 80 hectáreas, con mayor productividad y valor económico fue, sin lugar a dudas, la Huerta de San Juan, pegada a la ermita del mismo nombre. <br /> <br /> El 13 de noviembre de 1909 en la ciudad de Teruel, ante notario, se procedía, según la voluntad de la testadora, a la fundación de la Escuela de Artes y Oficios, “de acuerdo con los Reverendos Padres Franciscanos… en cumplimiento de tan piadosa y cristiana voluntad”. El objetivo principal de la nueva institución era “Coadyuvar a la moralización e instrucción del pueblo de Monreal, enseñando, además del latín y castellano a los que se propongan seguir la carrera eclesiástica, las artes y oficios prácticos muy en particular los que atañen a la agricultura”. <br /> <br /> Más adelante se insistía en el carácter “eminentemente práctico de la enseñanza” e incluso se establecía una especie de plan de estudios: “El dibujo con aplicación a las artes, rudimentos de contabilidad, prácticas de construcción, de cerrajería y carpintería, y muy particularmente el estudio y aplicación de la agricultura de los modernos mecanismos y abonos para el cultivo intenso de las tierras, han de ser el objetivo constante de los profesores”.<br /> La presencia y administración de los Franciscanos no llegó a los cinco años ya que en enero de 1914 “ante la imposibilidad material para poder seguir regentando aquella fundación, renunciaron a ella”, por lo que hubo que buscar otra orden que se hiciera cargo de los bienes, de su administración y del Colegio. <br /> <br /> De nuevo los albaceas hubieron de buscar sustitutos que dirigiesen el Colegio recién creado y en 1915, con la autorización del arzobispado de Zaragoza del que dependía la parroquia de Monreal del Campo, llegaron los [[Colegio de la Salle (Monreal del Campo)|Hermanos de las Escuelas Cristianas de la Salle]] que iniciaron su andadura con la explotación de las tierras, gran parte de las cuales arrendaban a los monrealenses, e impartiendo las clases tanto a los niños de la localidad como a otros venidos de fuera que estudiaban para ser miembros de la Orden religiosa en un futuro.<br /> <br /> Entre 1915 y 1972 los bienes de la fundación fueron utilizado por el Colegio de la Salle, hasta que se cerró y los hermanos abandonaron la loclaidad.<br /> <br /> A finales de años setenta el edificio que sustituyó a la que fue la casa de la fundadora pasó a ser la Sección de Formación Profesional, más tarde convertida en el Instituto de Educación Secundaria “Salvador Victoria” y actualmente Escuela de música y guardería. El Ayuntamiento, por su parte, ya había adquirido a los Hermanos medio patio y la amplia y señorial Casa de las Beltranas para convertirla en Biblioteca y Museo Monográfico del Azafrán. La Huerta de San Juan fue cedida por el Patronato, en varias partes y por etapas -no olvidemos de que tenía más de 80 has.-, para construirse sobre el amplio solar diferentes instalaciones de uso público para los habitantes de Monreal del Campo, como el tan deseado Colegio Público, el pabellón polideportivo, las piscinas públicas, el nuevo Instituto de Secundaria, las piscinas, el nuevo frontón, etc.<br /> <br /> Ha sido, pues, en estas dos últimas décadas cuando una parte importante el patrimonio privado de la Fundación Nuestra Señora del Pilar ha pasado al dominio y uso público de los habitantes de Monreal del Campo, razón por la cual el Ayuntamiento le concedió la Cruz de San Salvador en junio de 2005.<br /> Con el paso del tiempo los bienes de la Fundación sufrieron una merma, especialmente cuando se empezaron a realizar obras. Así, en 1926 se tiró la casa de la fundadora, que hasta entonces funcionaba como colegio y que debía encontrarse en mal estado, construyéndose una nueva. Para ello los Hermanos de la Salle vendieron parte de las fincas situadas en la Puebla de Valverde y en Barrachina por un importe de ciento veinte mil pesetas que, junto a la ayuda esinteresada de numerosos vecinos, sirvieron para elevar el nuevo edificio del colegio cuyas puertas metálicas conservan aún hoy su nombre.<br /> <br /> El 21 de agosto de 1933, durante la Segunda República, tras la promulgación de la Ley de Órdenes y Congregaciones Religiosas, los Hermanos cesaron en el ejercicio de la enseñanza y, por tanto, en la administración de la fundación, “si bien haciendo constar que por tratarse de fuerza mayor se reservaban el derecho de volver a regentar la Fundación, si ello fuera posible”. Por esta razón los albaceas tuvieron que dar una nueva organización al Patronato, lo que llevaron a cabo mediante escritura pública en septiembre ante el notario de Segorbe.<br /> Tras el paréntesis de la Guerra Civil, los Hermanos manifestaron su intención de volver a regentar la Fundación y lo solicitaron en 1940 ante la Junta Provincial de Beneficencia, cosa que les fue concedida y, por tanto, regresaron a Monreal del Campo, siguiendo las mismas líneas de actuación anteriores al conflicto.<br /> <br /> En 1942 la Fundación fue declarada de carácter benéfico-docente y carácter privado, en la que figuraba como presidente efectivo el Reverendo Padre Provincial de los Hermanos de las Escuelas Cristianas y como miembros de la Junta, el Inspector Jefe de Primera Enseñanza, Esteban Juderías que era teniente-alcalde de Teruel y el Director de la Escuela de Nuestra Señora del Pilar, que era también otro de los Hermanos. <br /> <br /> En los años cincuenta volvió a disminuir el tamaño del patrimonio de la Fundación ya que, mediante subasta pública, se vendieron alrededor de 25 hectáreas de terreno con el fin obtener recursos para la ampliación del Colegio de los Hermanos, debido al aumento considerable de alumnos internos que hubo que albergar.<br /> <br /> En 1972 los Hermanos dejaban definitivamente la administración de las propiedades de la Fundación y se marchaban de Monreal del Campo, por lo que hubo de constituirse una nueva Junta del Patronato que administrase los bienes. Estaría dirigida por el cura-párroco de la localidad, el presidente de la Cámara Agraria, el director del Colegio Público y otros representantes de entidades locales.<br /> <br /> == Bibliografía ==<br /> <br /> <br /> *[[Aldecoa Calvo, José Serafín]] (2006): &quot;Las fundaciones del Pilar y San José&quot;, en ''Historia de Monreal del Campo'', Monreal, p. 179-188 [[http://www.xiloca.com/data/Bases%20datos/Monograficos/6152_14.pdf Texto completo]]</div> 80.58.205.42 http://xiloca.org/xilocapedia/index.php?title=Corral_Azlor,_Juana&diff=10617 Corral Azlor, Juana 2008-09-05T18:12:13Z <p>80.58.205.42: </p> <hr /> <div>La fundadora y promotora del Hospital -y por tanto del Patronato de San José, administrador del mismo- fue Juana del Corral y Azlor Eguía y Villavicencio, emparentada directamente con los marqueses de Narros, que en testamento otorgado el 27 de septiembre de 1855 dispuso:<br /> “Que del remanente de mis bienes se haga y se dote en este pueblo de Monreal del Campo para asilo de los hijos pobres del mismo un Hospital cuya construcción y arreglo será solo de mi marido para lo cual le doy las más amplias facultades...”. <br /> <br /> Posteriormente planteaba la continuidad o posible interrupción de su proyecto: “Más si éste muriese sin haberlo construido y planteado, le sucederán con iguales facultades el Párroco, el Alcalde y Síndico que son y serán de este pueblo ...”. Con estas disposiciones la testadora designaba ya los patrones -y, por tanto fundadores del Patronato- que regirían la institución creada: “A los cuales cuatro y para después de los días de mi marido... nombro directores de dicho Hospital y administradores de todos sus bienes, en la forma y modo que mejor les parezca; pero procurando siempre sus mejoras y aumento para que así se llenen mejor mis deseos de subvenir a la humanidad doliente”. Están claros los deseos altruistas y de auxilio de los “pobres” de la creadora de la nueva Fundación, que falleció el 11 de septiembre de 1855, con lo que sus propósitos no fueron una realidad, de momento.<br /> <br /> Su marido, Joaquín Gonzalo de Liria y Salvador, hombre acaudalado y de linaje noble con residencia en Monreal del Campo, decidió continuar la obra de su esposa y en 1877, en su testamento señalaba que : “En la actualidad no puede fundarse [el Hospital] porque para ello habría que amortizar bienes contra lo dispuesto por las leyes vigentes; creo que se cumple su voluntad e intención de su herencia dedicando una cantidad a obras piadosas de caridad según dejó indicado”, que en este caso alcanzaban los “cuatro mil duros”, y dejaba escrito “Que se invertirán en obras de beneficencia y caridad a discreción y voluntad del prelado que entonces fuere de esta Diócesis de Zaragoza”. No obstante, el testador apoyaba la idea de su primera mujer: “Ello no obstante si cuando llegue el caso las leyes y las circunstancias consintieren la fundación de dicho hospital para niños pobres que así se haga conforme a la voluntad de la precitada mi esposa”. <br /> <br /> Tras la muerte, dejó establecido en su testamento que de sus propiedades y de sus bienes se separasen las cantidades necesarias para que se cumpliesen los deseos de la fundadora. Su segunda esposa, Bárbara Jordana y Oset, con la que se había casado en 1869, manifestó en 1880, ante el Párroco de Monreal del Campo y varios testigos: “que no entregaría cantidad alguna de no ser impelida por tribunal correspondiente...” para la construcción del Hospital. <br /> La Junta de Patronos, ante esta negativa rotunda, decidió entablar una demanda ante tribunal ordinario con el apoyo del Ayuntamiento, que acordó costear con fondos municipales los gastos necesarios del litigio.<br /> <br /> El 1 de enero de 1882 murió la demandada antes de celebrarse el juicio, pasando el usufructo de su patrimonio a su sobrina Ricarda Gonzalo de Liria. Ésta, apoyada por su marido Victorino Aquavera, aceptó los deberes que pesaban sobre la herencia. De nuevo tomó fuerza la creación del Hospital, ya que se convino en dar, en septiembre de 1884, “siete mil duros” para la creación del centro. El 10 de mayo de 1886, tras más de un año de obras, se dio por terminada la obra del edificio, construido por Tiburcio Alonso, albañil de Molina de Aragón.<br /> A partir de entonces, se elaboró un reglamento para el gobierno económico y administrativo de la recién creada institución y se nombraron a los primeros “hospitaleros” que fueron Roque Larred y su esposa Ignacia Yuste, siendo la primera enferma acogida María Martín. Desde sus inicios los internos eran atendidos por las Religiosas del Amor de Dios, que permanecieron hasta 1933, cuando marcharon de Monreal del Campo durante la Segunda República.<br /> Los bienes que dedicaron para financiar el Hospital eran las rentas procedentes de las propiedades siguientes: en Monreal del Campo 73 hectáreas en la partida de Ruecas (más una masía con paridera, corral, pajar y era), en Barrachina 46 has. (de ellas, cerca de 15 de regadío) y en el Pobo de Dueñas 48 has.<br /> <br /> Durante la Guerra Civil el edificio sirvió para hospital militar y posteriormente pasó a utilizarse para distintos usos de carácter público como sede provisional del Ayuntamiento, aulas de las escuelas, oficinas de la Antigua Extensión Agraria, Consultorio médico, sede de la Asociación Cultural Giloca, cuartel de la Guardia Civil, etc. Durante varios años el Patronato de San José invirtió parte de los recursos en la puesta en marcha y funcionamiento de la primera guardería (llamada la Ballena Azul) de Monreal del Campo. Últimamente se ha reconvertido y sus locales se dedican a residencia y centro de día de la tercera edad.<br /> <br /> <br /> == Bibliografía ==<br /> <br /> <br /> *[[Aldecoa Calvo, José Serafín]] (2006): &quot;Las fundaciones del Pilar y San José&quot;, en ''Historia de Monreal del Campo'', Monreal, p. 179-188 [[http://www.xiloca.com/data/Bases%20datos/Monograficos/6152_14.pdf Texto completo]]</div> 80.58.205.42 http://xiloca.org/xilocapedia/index.php?title=Catal%C3%A1n_de_Oc%C3%B3n_y_Garc%C3%ADa,_Jos%C3%A9_Mar%C3%ADa&diff=10598 Catalán de Ocón y García, José María 2008-09-05T17:17:41Z <p>80.58.205.42: LyogQmlibGlvZ3JhZsOtYSAqLw==</p> <hr /> <div>Caballero de Monreal (1790-1861). Gran propietario y poeta. De sus versos destacan aquellos de temática religiosa, repletos de auténtico fervor a la patrona de Aragón, la Virgen del Pilar. Pero, además del tema religioso, algo normal en una mente conservadora como la de Catalán de Ocón el paisaje es, sin duda, el tema más recurrente en su poesía. Se trata del paisaje de la Sierra de Albarracín, concretamente de Valdecabriel, lugar en el que el poeta monrealero tenía abundantes propiedades. El de José M. Catalán es un paisaje arcádico e idílico, un espacio que se viste con sus mejores galas cuando la primavera asoma: “ Qué hermosa es la sierra/sus riscos coronados/de eternas brumas leves, cual mágico cendal,/y sus extensos valles, de flores repujados/y rotos por las fuentes y ríos de cristal”.<br /> <br /> <br /> == Bibliografía ==<br /> *[[Lázaro Polo, Francisco]] (2006): &quot;Los poetas de Monreal&quot;, en ''Historia de Monreal del Campo'', Monreal, p. 295-302 [[http://www.xiloca.com/data/Bases%20datos/Monograficos/6152_23.pdf Texto completo]]<br /> <br /> *[[Jaime Lorén, José María]] (2006): &quot;Personalidades destacadas del siglo XIX&quot;, en ''Historia de Monreal del Campo'', Monreal, p. 155-178 [[http://www.xiloca.com/data/Bases%20datos/Monograficos/6152_13.pdf Texto completo]]</div> 80.58.205.42 http://xiloca.org/xilocapedia/index.php?title=Urbanismo&diff=10594 Urbanismo 2008-09-05T17:15:25Z <p>80.58.205.42: LyogQmlibGlvZ3JhZsOtYSAqLw==</p> <hr /> <div>La disposición del valle del Jiloca y de las vías de comunicación que transcurren por allí han favorecido el desarrollo de los asentamientos poblacionales con una disposición alargada, o de formas mixtas cuando se configura como cabeza de puente o cruce de carreteras. En las cuencas endorreicas de Gallocanta que conforman amplias extensiones llanas, el poblamiento tiene las características de las zonas abiertas de campiña, con formas adaptadas a los caminos, muchas veces estrelladas. Por el contrario, las zonas de piedemonte de las sierras, los municipios se adaptan a la ladera, a pequeños promontorios o se localizan junto a arroyos. Finalmente, en las sierras, propiamente dichas, como las de Cucalón-Oriche o Piedra-Ortiz, los núcleos son más pequeños, de disposición circular, están mucho más abandonados por el escaso rendimiento económico de sus tierras y suelen ocupar laderas, promontorios rodeando castillos, torreones o plazas, aunque algunos tienden a ocupar las partes bajas de los valles que tienen agua.<br /> <br /> <br /> == Bibliografía ==<br /> <br /> *Pérez González, María Dolores (1982): ''Urbanismo en Daroca''. Daroca, Ayuntamiento [[http://www.daroca.info/Programas/descargas/Programa1982.pdf Texto completo]]<br /> <br /> *Martín Domingo, Francisco (2006): &quot;El urbanismo&quot;, en ''Historia de Monreal del Campo'', Monreal, p. 281-294 [[http://www.xiloca.com/data/Bases%20datos/Monograficos/6152_22.pdf Texto completo]]</div> 80.58.205.42 http://xiloca.org/xilocapedia/index.php?title=Orden_de_San_Salvador_(Monreal_del_Campo)&diff=10572 Orden de San Salvador (Monreal del Campo) 2008-09-05T16:44:57Z <p>80.58.205.42: </p> <hr /> <div>== Bibliografía ==<br /> <br /> *[[Hernández Benedicto, José]] (2002): ''Crónica de la Orden de San Salvador''. Teruel, Caja Rural de Teruel; 151 p.<br /> <br /> *[[Crespo Vicente, Pascual]] (2006): &quot;La fundación de Monreal del Campo&quot;, en ''Historia de Monreal del Campo'', Monreal, p. 35-46 [[http://www.xiloca.com/data/Bases%20datos/Monograficos/6152_02.pdf Texto completo]]</div> 80.58.205.42 http://xiloca.org/xilocapedia/index.php?title=Restauraci%C3%B3n&diff=10570 Restauración 2008-09-05T16:44:16Z <p>80.58.205.42: </p> <hr /> <div>Tras el pronunciamiento de Martínez Campos en Sagunto en diciembre de 1874 se ponía fin al Sexenio Revolucionario y se abría en España una nueva etapa histórica conocida como La Restauración. La Corona volvió a la dinastía de los Borbones, en la persona de Alfonso XII, y el sistema político quedó regulado mediante la nueva Constitución de 1876.<br /> <br /> Las clases dirigentes del país intentaban dar cierta estabilidad a la sociedad, evitando todo conato revolucionario. Para ello, la Constitución de 1876 determinaba que el monarca poseía la facultad de nombrar y separar libremente a los ministros. En la práctica, esta disposición significaba la inversión del procedimiento democrático, puesto que no eran los electores quienes elegían el color del gobierno sino que lo decidía el rey. Se impuso de este modo la alternancia perfecta en el gobierno entre liberales y conservadores, mostrando la Corona una tremenda habilidad en llamar al partido de oposición cuando el que se encontraba en el poder mostraba síntomas de debilidad.<br /> <br /> En el valle del Jiloca, la buena coyuntura económica del siglo XIX continuó en el siglo XX con la inauguración del ferrocarril Valencia-Calatayud, que articulaba todo el valle del Jiloca, y que fue un hito más en el desarrollo agrícola y comercial que propició el establecimiento de pequeñas fábricas y prósperos comercios.<br /> <br /> El sistema electoral estaba completamente amañado desde las esferas del poder. Una vez en el gobierno, el partido elegido por el rey no tenía ningún problema en fabricarse unas Cortes a su medida, que funcionaban mientras la mayoría gubernamental se mantenía fuerte y unida. Desde el Ministerio de la Gobernación se nombraban a unos Gobernadores Civiles leales en cada provincia, y estos gobernadores se ponían en contacto con las corporaciones locales y con las personas más influyentes, normalmente los mayores propietarios, para que ejercieran su influencia y se votase a la lista oficial. A cambio se prometían suculentas subvenciones, el perdón de ciertas deudas o la posibilidad de medrar en la carrera política. El régimen adquiría de este modo un carácter “pactista”, con una elecciones fabricadas a medida mediante el consenso de liberales y conservadores, pero en el que también participaban las oligarquías locales, que presionaban constantemente a los partidos para obtener las máximas ventajas personales posibles .<br /> <br /> Una parte muy importante del funcionamiento de este sistema pactista recaía en los municipios, ya que era en los pueblos en donde se controlaba el sistema electoral, votando a uno u otro candidato. El papel jugado por los miembros de las corporaciones locales y por los mayores contribuyentes será fundamental, encargándose de convencer a los electores de votar por la persona nombrada desde Madrid. Es la época de los caciques, de la compra de votos y de las subvenciones destinadas a crear redes clientelares. Lógicamente, con este sistema político se quedaban fuera todos los pequeños partidos radicales o republicanos, y también la mayor parte de la población, ya que el censo electoral seguía siendo censitario, limitado a los mayores contribuyentes. <br /> <br /> A finales del siglo XIX se cantaba en varios pueblos del valle del Pancrudo una satírica cancioncilla en la que se hacía referencia a los caciques que controlaban la vida local en cada pueblo: “En Lechago manda el Cristo, en Navarrete el Melón, en Calamocha la viuda y en Cutanda el Cabezón”. Con el mote de “El Cristo” era conocido en Lechago el propietario Anastasio Tello. La Viuda de Calamocha era Mª Carmen de la Sala-Valdrés, que estuvo casada con Mariano Sancho Rivera. El “Melón” de Navarrete hacía referencia a una conocida familia de la localidad. El Cabezón de Cutanda era José Anadón. <br /> <br /> Los juegos políticos de estos caciques locales eran muy claros. En el caso de “El Melón de Navarrete”, era una familia de clase media que tradicionalmente se había encargado de gestionar los bienes de los Bernad de esta localidad. Trabajaba tierras ajenas y a cambio apoyaba políticamente a sus patrones. Justino Bernad Valenzuela fue candidato al congreso en 1898. Su tío Juan Clemente Bernad Ramírez había sido diputado y gobernador civil. Su padre, Antonio Bernad Ramírez fue diputado provincial. Su hermano Antonio y él mismo habían sido diputados provinciales por el partido judicial de Calamocha . En el caso de “La Viuda” de Calamocha, continuaba las redes clientelares formadas por la familia Rivera a lo largo del siglo XIX. Su tío, Carlos Rivera Julián, diputado en 1881 y candidato en 1884.<br /> <br /> <br /> == Bibliografía ==<br /> <br /> *[[Aldecoa Calvo, José Serafín]] (2006): &quot;La Restauración: propietarios y jornaleros (1874-1923)&quot;, en ''Historia de Monreal del Campo'', Monreal, p. 201-218 [[http://www.xiloca.com/data/Bases%20datos/Monograficos/6152_16.pdf Texto completo]]</div> 80.58.205.42 http://xiloca.org/xilocapedia/index.php?title=Casa_Solariega&diff=10560 Casa Solariega 2008-09-05T16:37:57Z <p>80.58.205.42: </p> <hr /> <div>El término Casa Solariega aparece íntimamente ligado al estamento nobiliario. El adjetivo solariego es una variación de la palabra “solar”, entendida como el lugar en donde tuvo su origen un determinado linaje nobiliario y residieron durante varias generaciones. La casa solariega aparece definida, de este modo, como la vivienda principal de cada una de las antiguas familias nobiliarias del valle del Jiloca. <br /> <br /> Ahora bien, desde un punto de vista artístico, no es lo mismo el palacete nobiliario de aquellas familias con grandes posibilidades económicas que la vivienda popular del hidalgo pobre, que no se diferenciaba en nada de la utilizada por el resto de sus vecinos. La distribución de la fortuna y el estatus jurídico provocaban una gran diversidad social. <br /> <br /> En el valle del Jiloca estuvieron empadronadas un par de centenares de familias hidalgas durante el siglo XVIII. A este número hay que añadir las familias nobiliarias que poseían vivienda en el valle, pero que no residían habitualmente, por lo que no fueron incorporadas a los padrones de hidalgos. Estas últimas debieron de ser escasas, ya que lo más frecuente durante toda la centuria fue que todas las Casas Solariegas del valle del Jiloca estuvieran ocupadas y que sus propietarios vivieran en el mundo rural, administrando directamente sus haciendas. <br /> <br /> A partir del siglo XIX esta práctica cambió completamente, pasando los grandes propietarios a residir en las ciudades, convirtiéndose en terratenientes, nombrando administradores que se hicieron cargo de la gestión de sus respectivos patrimonios rurales.<br /> <br /> En el valle del Jiloca y en la laguna de Gallocanta, las zonas más ricas agrícolamente, encontramos unas pocas familias hidalgas, apenas una docena, que concentraban un gran poder económico y los privilegios jurídicos, constituyendo la elite de la nobleza. Todas estas familias construyeron en sus localidades grandes casas solariegas, de carácter monumental, con las que perpetuar su memoria y linaje. La utilización de materiales nobles en su edificación, piedra y ladrillo, y la inclusión de elementos arquitectónicos interesantes ha permitido que muchas de estas casonas se hayan conservado hasta nuestros días. <br /> <br /> En el extremo opuesto se sitúan aquellos hidalgos pobres, a veces simples jornaleros, que residieron en casas populares, sin grandes pretensiones. Solían marcar las viviendas con sus heráldicas, convirtiéndolas también de este modo en casas solariegas. Estos hidalgos fueron habituales en Báguena, Burbáguena, San Martín del Río, en la zona del Pancrudo y serranías de Fonfría y Cucalón. Eran el prototipo del hidalgo pobre tan reflejado en la literatura española del Siglo de Oro, el que presumía de cuna, pero no tenía dinero. Algunas de estas edificaciones y sus escudos se han conservado, pero la mayor parte, al ser construidas con materiales deleznables, desaparecieron con el paso del tiempo.<br /> <br /> <br /> == La honorabilidad estamental ==<br /> La Casa Solariega de las familias más ricas se convirtió en emblema de poder y en símbolo de diferentes ideas que hicieron suyas las familias hidalgas: el honor, la fama, el saber, el bien, etc. Ambos significados se complementan, pues no olvidemos que las expresiones artísticas suelen ser un reflejo muy fiel de las estructuras sociales. Los palacios, ya sean de reyes, nobles o pequeños hidalgos rurales, son siempre símbolos sociales, reflejo del poder de las personas que los construyen y de la enorme diferencia que les separaba de las humildes viviendas de sus súbditos o vecinos.<br /> <br /> Todo el estamento nobiliario, independientemente de su poder económico, presumía de tener una honorabilidad y un prestigio social que les situaba por encima de sus vecinos. A diferencia de nuestros días, el concepto del honor era entendido de una forma muy peculiar. La honorabilidad era algo innato a los miembros de la nobleza y se heredaba por nacimiento, quedando excluidos el resto de los estados. Una persona tenía honor porque pertenecía al estamento privilegiado y no a la inversa. Además, esta honorabilidad no dependía de la virtud ética o moral de cada persona. No era en sentido pleno una cualidad personal y subjetiva. Aparece definida como una condición social, como un conjunto de comportamientos y actitudes que todo aquel que se precie debe respetar. Como sucede con todo manual de reglas sociales, la honorabilidad nobiliaria quedó definida en último término por la apariencia, por &quot;el qué dirán&quot;, por la opinión pública que merecía el comportamiento diario de los nobles entre sus convecinos. <br /> <br /> La aceptación social de la honorabilidad obligaba a los miembros nobiliarios a mantener un modo de vida muy determinado. Su defensa exigía continuamente primar el despilfarro sobre el ahorro. Había que demostrar ante la opinión pública que no se escatimaba en gastos, aunque fueran completamente improductivos e inútiles. La presión social lo exigía. Usaban ropas profusamente decoradas, acompañadas habitualmente con algunas joyas. Decoraban las fachadas de sus viviendas con grandes portadas de piedra y blasones. Participaban en los días grandes de fiesta invitando a un refrigerio o donando alguna imagen religiosa para la procesión. Portaban espada y si se desplazaban fuera de la localidad, se acompañaban de armas de fuego. Sus palacios familiares poseían abundantes obras de arte, cuadros religiosos y numerosos objetos suntuarios. El personal doméstico era también imprescindible en cualquier Casa Solariega, con varios criados y comensales que realizaban diferentes tareas.<br /> <br /> La estructura de la Casa Solariega, por lo menos en aquellas familias nobiliarias que se lo podían permitir, se adaptaba perfectamente al juego de la apariencia social. La mayoría presentan una fachada en la que se nota la influencia del modelo del “palacio aragonés” del renacimiento: edificios de tres alturas con portada monumental, planta noble con balcones y ventanas donde el trabajo de forja destaca por su calidad artística, y una galería de arquillos sobre esta planta. Un alero de madera bien trabajado culmina el conjunto. <br /> <br /> Tras la portada monumental se abría una gran escalera profusamente decorada con maderas nobles y forja, rematada en una gran lucerna visible al exterior. Todas estas viviendas contaban con un jardín-huerto en la parte posterior o delantera. Este aspecto, por suerte, todavía puede observarse en algunas de las que se han conservado. Además de las dependencias destinadas a vivienda de los señores y del oratorio particular, estos edificios incluían otras para la servidumbre o para atender las necesidades más habituales de la vida en una zona rural: bodegas, caballerizas, palomar, almacenes, graneros, cocinas, despensas, retretes etc. Algunas familias llegaron a mantener a sacerdotes particulares en sus viviendas para la celebración de sus propios actos religiosos.<br /> <br /> La pretendida honorabilidad de estas familias superaba el marco de la vivienda para proyectarse hacia el exterior. La Iglesia Católica les permitió utilizar la religión en este juego del lujo y la apariencia. La construcción de conventos, capillas y retablos, las donaciones para fines piadosos o los entierros cerca del altar les proporcionaban una justificación moral a su riqueza. No debemos olvidar que la Iglesia era la receptora de gran parte de las inversiones improductivas de la nobleza a cambio de &quot;la salvación de sus almas&quot;, convirtiéndose por ello en uno de los principales defensores del orden establecido. <br /> <br /> Las estirpes nobiliarias más poderosas construyeron criptas particulares y capillas en las iglesias parroquiales, decoradas con ricos retablos y altares en las que se enterraban los miembros del linaje. Muchas veces, para reforzar su pretendida superioridad social y su natural separación del mundo plebeyo, solían prohibir la entrada a estos oratorios en los que celebraban misas y fiestas religiosas de carácter privado. <br /> <br /> <br /> == Los palacios ==<br /> <br /> A partir del siglo XVI, coincidiendo con la expansión económica de la sociedad aragonesa, las familias más poderosas del valle del Jiloca comenzaron a levantar monumentales viviendas, siguiendo unos esquemas constructivos muy difundidos en todo el reino de Aragón. La construcción de estos palacios implicó en muchas ocasiones una ampliación del núcleo urbano, con nuevas calles de carácter ortogonal y una amplitud mucho mayor que las precedentes. En ocasiones cada nueva vivienda llevaba aparejada la construcción de una serie de corrales, huertos y dependencias que hacen que el espacio de la casa, considerable ya de por sí, posea también un gran volumen en cuanto a espacio urbano. La vivienda incrementa su valor como símbolo del poder social, emplazada en un lugar predominante de la localidad. <br /> <br /> Para su construcción se utilizaron los materiales propios de la zona, habiendo una predominancia del uso del ladrillo a cara vista sobre la piedra de sillería, escasa en general en el territorio aragonés. Así se configuró una tipología palaciega característica en Aragón, a base del empleo del ladrillo, exceptuando los zócalos y las portadas, para los que se reserva la sillería. Existen también algunos ejemplos de uso exclusivo de la piedra de sillería en fachada ([[Blancas]], [[Torralba de los Sisones]], [[Fuentes Claras]], [[Villar del Salz]], etc.). El resto de la edificación, ajena al ojo humano, solía levantarse con materiales más pobres, siendo abundante el tapial (mezcla de barro, cascotes y paja).<br /> <br /> La tipología general de estos palacios solía ser de tres pisos, a los que habría que añadir la planta subterránea de bodegas. En la planta calle la decoración se concentraba sobre la puerta de entrada, con un arco de sillería que en ocasiones alcanza un gran dovelaje, en cuya clave o sobre ella, se solían colocar las armas de la familia. Estos arcos de acceso pasan a ser adintelados a partir del XVII, empleándose indistintamente una u otra opción según la zona y los gustos predominantes.<br /> <br /> La segunda planta poseía amplios ventanales o balcones. El tercer piso se distinguía en fachada por una característica galería de arquillos corridos, que varió en función de la cronología de la edificación. Los primeros en utilizarse, hasta mediados del XVI, fueron las galerías de arcos conopiales, como podemos observar todavía en alguna vivienda muy transformada en las localidades de [[Torre los Negros]], [[Barrachina]] o [[Monreal del Campo]]. Poco después comenzaron a utilizarse las galerías de arquillos típicas de los palacios aragoneses, con arcos de medio punto, bien sencillos con una sola rosca o bien doblados, con dos roscas. Otra forma de disposición, quizá un poco más tardía, es la galería de vanos adintelados. Finalmente, a partir del barroco, estas galerías decaen al ser sustituidas por el empleo de aleros de media caña. <br /> <br /> La decoración de los aleros será otro de los puntos centrales que focalicen la estética de la fachada, realizados en madera calada o con motivos de piñas y pinjantes, adquiriendo un gran vuelo para proteger la fachada. También encontramos aleros realizados en ladrillo aplantillado, en sillería o incluso en sillería labrada como en la [[Casa de don Juan (Burbáguena)]]. Se rematan los conjuntos con cubiertas, bien a dos o bien a cuatro aguas, sobresaliendo sobre la misma la linterna de iluminación de la escalera principal. <br /> <br /> En cuanto al interior de las viviendas, en el valle del Jiloca no son abundantes los patios a cielo abierto, como sucedió en Zaragoza o en otras poblaciones aragonesas. Solamente en [[Burbáguena]] encontramos un patio interior, mientras que en el resto suele ser una gran escalera la que ocupa el centro del palacio, habitualmente iluminada por una cúpula o linterna situada sobre la misma, que destaca exteriormente en la cubierta. <br /> <br /> Estas tipologías fueron repetidas en diversas localidades por las familias nobiliarias, pero también fueron utilizadas por familias hidalgas de posición económica acomodada, resultando en numerosas ocasiones difícil la clasificación y distinción de la vivienda como casa solariega o como palacio construido por una familia pudiente de la localidad. Además, a esto hay que añadir que las viviendas han sufrido numerosas reformas o ventas y los blasones familiares se han cambiado, picado o eliminado de la fachada.<br /> <br /> == Las Casas del valle del Jiloca ==<br /> <br /> *'''Cosa'''<br /> Destaca en esta localidad una vivienda palaciega ubicada en la zona alta del pueblo, conocida actualmente como casa Ferreruela. Se trata de una vivienda de finales del XVIII, con tres plantas realizadas en mampostería entre verdugadas de ladrillo. Presenta en la primera planta la puerta de acceso con arco de medio punto de sillería, con impostas resaltadas en cuya clave se aprecia la fecha de 1783. En la planta noble presenta tres balcones adintelados realizados en ladrillo, con un arco de descarga sobre ellos, lo que da mayor plasticidad a la fachada. Además, se aprecia un reloj de sol de principios del siglo XX. El alero es de media caña con vanos de luneto. Sobre la cubierta, a cuatro aguas, se aprecia una linterna para iluminación de la escalera. <br /> <br /> Cosa.jpg Cosa 2.jpg<br /> Vista general y detalle de la clave de la Casa Solariega de Cosa.<br /> <br /> *'''Cuencabuena'''<br /> En la plaza de la localidad, en las proximidades del trinquete y la iglesia parroquial, se conserva una casona renacentista del siglo XVI. Presenta tres pisos, los dos primeros destinados a vivienda y la última, a palomar y graneros. Destaca la última planta, con una galería de arquillos de medio punto característica de los palacios aragoneses, estando la gran mayoría cegados. Las plantas inferiores presentan una gran diversidad de huecos fruto de las diversas reformas que ha sufrido el edificio. Se observa en un lateral lo que debió de ser una portada de la edificación original, con arco de medio punto de ladrillo. Desconocemos si esta era la entrada principal de la vivienda, por disponerse en un lateral, pero lo que es seguro es que este lateral se trabajó con esmero, continuando la línea de la arquería de medio punto en una cornisa falsa sin función utilitaria. Quizá este esmero venga por la ubicación, frente a la Iglesia. El edificio fue dividido para casa del párroco, casa del maestro y escuelas, lo que ha originado una fisonomía que no se corresponde a la original. <br /> <br /> Cuencabuena.JPG<br /> Casona renacentista en la localidad de Cuencabuena.<br /> <br /> <br /> *'''Fuentes Claras'''<br /> Destaca la denominada Casa Grande, situada junto a la iglesia parroquial. Se trata de un palacio de tres pisos construido con sillares de piedra caliza. Presenta tres plantas, con portada adintelada realizada en sillería, sobre cuya dovela central se dispone un escudo que ha sido picado. La vivienda ha sufrido la división en dos partes, lo que ha hecho que se abran nuevos vanos en la planta calle y superior, rompiendo la composición simétrica original. Presentaba tres balcones en el primer piso, dos de los cuales conservan rejería de época. Sobre estos balcones se disponían tres vanos de ventilación del bajo cubierta que se han conservado. Posee un alero de gran vuelo realizado con hiladas superpuestas de ladrillo aplantillado. Interiormente, la mitad de la vivienda ha sido muy transformada, realizando una división en pisos. <br /> <br /> Fuente Cl (1).JPG Fuente Cl (2).JPG<br /> La piedra armera de la Casa Grande de Fuentes Claras ha sido repicada, borrando el escudo original e impidiendo conocer el origen de este palacio.<br /> <br /> Otra vivienda solariega, muy transformada, es la que se ubica en la plaza del Ayuntamiento, frente al mismo. Se trata de una vivienda de tres pisos, completamente enfoscada, que deja ver en su parte superior la galería de arquillos característica, con arcos de medio punto, sobre los que se dispone un alero de canes decorados con motivos de volutas. Presentaba un arco de medio punto de sillería en su fachada, que ha sido roto en parte para la apertura de dos ventanas, una en el piso inferior y otra en el piso superior. No conserva rejería de época ni escudo que nos pueda hablar de la familia a la que perteneció.<br /> <br /> Fuentes claras pza (1).JPG<br /> Casa Solariega, muy transformada, en la plaza de Fuentes Claras.<br /> <br /> <br /> *'''Godos'''<br /> En esta localidad encontramos varios escudos pertenecientes a los Beniades, destacando la vivienda que se encuentra en las proximidades de la iglesia parroquial. Es un edificio de dos plantas más ático construido en mampostería. En el piso inferior presenta una moderna puerta con un arco muy rebajado sobre el que se ubica un escudo flanqueado por dos angelotes. También presenta una ventana cubierta por una espléndida reja de barrotes de sección cuadrangular dispuestos en arista, para permitir una mejor incidencia de la luz, remate en cruz con motivos de tornapuntas que terminan zoomorficamente en cabeza de serpiente. En el piso superior se observa una reja idéntica a la de la calle Ilarza y un balcón con antepecho en saledizo de menor calidad. El alero es de media caña con dos vanos de ventilación de luneto. <br /> <br /> Godos 1.tif Godos 2.JPG<br /> Piedras armeras del linaje de los Beniades en la localidad de Godos.<br /> <br /> <br /> *'''Luco de Jiloca'''<br /> La Casa Grande o casona del linaje de los Álava fue heredada en la última época, gracias a un enlace matrimonial, por el marqués de Montemuzo, quien poseía también varias casas en otros pueblos del valle del Jiloca. Es un clásico palacio aragonés del siglo XVII, con fachada de tres pisos separados por pequeñas cornisas. La planta calle es de piedra sillería, con la portada incrustada en un arco de medio punto. El segundo piso está construido en ladrillo, con un balcón central que aporta luz a las habitaciones más nobles. En la parte superior una galería de arquillos de medio punto, hechos en ladrillo, sujeta un amplio alero de madera. En este último piso, rompiendo la sucesión de arquillos, se encuentra el blasón familiar de los Álava.<br /> <br /> Luco (3).JPG Luco (2).JPG<br /> Vista general de la Casa de los Álava de Luco y detalle de la rejería.<br /> <br /> *'''Monreal del Campo'''<br /> El edificio más monumental está ubicado en la plaza Mayor de la localidad. Presenta tres plantas, las dos primeras de sillería, mientras que la última es de ladrillo. La fachada se articula en torno a la puerta principal, adintelada y enmarcada por dos pilastras que llegan hasta el piso superior. El dintel, de carácter monumental, presenta en su parte central el escudo del linaje familiar, cuartelado en cruz. La piedra armera pertenece al linaje de los Mateo. Además en un lateral de este primer piso presenta una segunda portada también adintelada y carente de decoración, que se correspondería con una puerta secundaria. En la dovela central se aprecia la fecha “año de 1749”, correspondiendo esta fecha con una ampliación de la vivienda más que con la construcción de la misma. <br /> En la planta noble se abren tres balcones entre los que se articulan otros vanos, posiblemente posteriores a la idea primigenia de fachada. Los balcones están recercados por molduras, entre las que se inserta una decoración de rombos. Poseen además un antepecho volado a la calle, con forja de época. Pero es el piso superior el más destacado, con una galería de arquillos de medio punto dispuestos entre pilastras y decorado, en las enjutas de los arcos, con motivos de ladrillo en esquinillas, creando un juego de luces y sombras en la parte superior de la fachada, ejemplo de la tradición mudéjar en la comarca. El alero es de canes moldurados. Interiormente presenta un gran patio, al que da una escalera con dos alas laterales, que confluyen en la parte central para acceder al salón principal, sobre la que se levanta una cúpula para iluminación del patio. <br /> <br /> Mateo Monreal (1).JPG Mateo Monreal (2).JPG Mateo Monreal (3).JPG<br /> La Casa Solariega de los Mateo, con su decorada portada y las incrustaciones en balcones y alero, otorga cierto carácter nobiliario a la plaza Mayor de Monreal<br /> <br /> Otro edificio monumental es el que actualmente alberga la Casa de la Cultura, con dos plantas más ático. Está realizada en sillería y mampostería. Destaca la portada de acceso, adintelada en el centro de la fachada. En el segundo piso presenta tres balcones, siguiendo la composición simétrica de la fachada. El piso superior posee galería de arquillos que ha sido enlucida. Esta vivienda no posee piedra armera. <br /> <br /> Casa cultura.jpg Casa solariega albergando actualmente la Biblioteca Municipal de Monreal.<br /> <br /> La vivienda de los Mateo de Gilbert tiene un aspecto externo mucho más sobrio. Presenta una gran fachada, de tres plantas. Lo más destacado es la portada, con arco de medio punto de gran dovelaje sobre el que se dispone una moldura. Sobre ésta se dispone en el piso superior el blasón familiar de los Valero de Bernabé y Mateo de Gilbert, en el que se ubica la leyenda “por ambas líneas nobleza de ...”, además del año 1461 en relación al privilegio. Mas abajo, en la calle, se dispone un segundo acceso adintelado también de sillería. El resto de la fachada es muy sobria, careciendo de galería de arquillos u otro tipo de ornamento. Interiormente presenta un patio con una hermosa y antigua escalera, además de oratorio particular.<br /> <br /> Mateo Olma.JPG Mateo Olma (2).jpg<br /> Casa de los Mateos de Gilbert, en la calle Costera Olma de Monreal, con un gran portal de acceso en sillería.<br /> <br /> Casa mateo.tif Plano de la fachada. Dibujo de Ramón Jiménez <br /> <br /> *'''Navarrete'''<br /> La vivienda más destacada en la localidad es la Casa Bernad. Consta de dos cuerpos articulados en &quot;L&quot;, en torno a un patio. El edificio principal corresponde a una tipología, habitual en la zona, de la que hay ejemplos en Olalla. Tiene dos plantas y se corona con alero de media caña con huecos en forma de luneto. El otro cuerpo está formado por una planta rectangular de tres alturas y terminada en galería de arquillos aragoneses con un escudo en el centro de la fachada. El edificio principal se hizo a mediados del s. XVIII y ha sido recientemente restaurado, resaltando el estilo italianizante, tanto en el inmueble como en el patio claustro con arquerías. Se encuentra anexo al primitivo edificio, posiblemente del s. XVI, con fachada de ladrillo caravista y motivos mudéjares.<br /> <br /> Navarrete.jpg<br /> La casa de los Bernad de Navarrete destaca por sus dimensiones sobre el resto de las viviendas de la localidad.<br /> <br /> *'''Odón'''<br /> La casa más destacada es la de los Fuertes. Se trata de un edificio de tres plantas, renacentista, con notable composición simétrica. Presenta portada de sillería, con arco de medio punto de potente dovelaje sobre impostas molduradas. El resto de la fachada es de mampostería y sillarejo. Presenta una potente simetría, marcada por un eje formado por la portada, el balcón superior y el remate del escudo enmarcado en alfiz en la planta superior. El segundo piso presenta tres balcones, enmarcados por molduras y derrame a la calle con antepechos de forja de época. El piso superior está recorrido por la característica galería de arquillos doblados de medio punto, estando enlucidos casi por completo. Sobre éstos se dispone el potente alero, de madera, con canes moldurados rematados en volutas. Presenta linterna con cúpula sobre pechinas cubriendo la escalera.<br /> Además existe otra edificación muy reformada y divida en tres viviendas, conocida como Casa Grande, que debió ser un espléndido edificio, apreciándose los restos de una gran portada que debía de contener un escudo nobiliario que se ha perdido. <br /> <br /> Odón (2).jpg Odon (1).jpg<br /> Caserón de los Fuertes en Odón, con una fuerte simetría marcada por la fachada central y los balcones.<br /> <br /> fuente odon.tif<br /> Fotografía antigua de la Casa Grande de Odón, con una fuente actualmente desaparecida.<br /> <br /> *'''Ojos Negros'''<br /> La familia Mateo de Ojos Negros era uno de los linajes más poderosos de la comarca. Mantenían varias casas solariegas en Ojos Negros, de las que sólo se ha conservado la situada junto a la carretera. Se trata de un edificio con notable fachada de tres alturas. La planta baja posee dos portadas de medio punto que parecen responder a distintos planes de obra, siendo la de la izquierda, de mayor dovelaje, la original del edificio. En la planta principal coexisten dos balcones con un hueco, a modo de solanar, abierto entre pilastras. Corona el conjunto una galería de arquillos de medio punto y gran alero de madera. El alero posee motivos de volutas en el que aparece grabada la fecha de 1783, posiblemente fruto de alguna reforma en la cubierta de la edificación.<br /> <br /> Ojosnegros (1).jpg Ojosnegros (2).JPG<br /> El linaje de los Mateo poseía las principales Casas Solariegas de Ojos Negros. Debajo, detalle de la puerta de acceso.<br /> <br /> *'''El Poyo del Cid'''<br /> Se conserva una espléndida casona de finales del siglo XVI. Se trata de un edificio de tres plantas que ha sido muy transformado por la división en dos viviendas. Está realizado en tapial sobre zócalo de mampostería, empleando ladrillo para la galería de arquillos. En la planta calle destaca la portada, de sillería con arco de medio punto. En la planta principal se observan varios balcones, que corresponderían con los huecos originales. Lo más destacado es la planta del ático mostrando la característica galería de arcos corridos realizados en ladrillo. Sobre la misma se dispone el alero con los motivos de volutas también característicos. No posee ningún escudo que nos pueda informar sobre el linaje.<br /> <br /> Poyo (2).JPG Poyo (1).JPG<br /> Vista general de la Casa Solariega de El Poyo del Cid y detalle del picaporte.<br /> <br /> *'''San Martín del Río'''<br /> Se conocen varios linajes nobiliarios en la localidad, existiendo varios escudos en viviendas muy transformadas. La vivienda más destacada es la ubicada en la calle Oscura, nº 5. Se trata de un edificio barroco que ha sido enlucido en la mayor parte de su fachada, conservando todavía la distribución de vanos original. Presenta la portada en un extremo, con arco de medio punto realizado en ladrillo desde la línea de impostas. En el segundo piso se disponen una serie de balcones de vuelo curvo con antepechos de forja. El ático presenta una serie de vanos adintelados para ventilación del mismo. Sobre éstos se dispone un potente alero formado por varias hiladas de ladrillo aplantillado. <br /> <br /> San Martín (1).jpg San Martin (2).jpg<br /> Detalles de forja en las Casas Solariegas de San Martín del Río.<br /> <br /> Existen además otras viviendas que han sido transformadas a lo largo de los años, como la casa con escudo de los Domingo de Bernabé. Esta ubicada en la Calle Mayor, habiendo sido reformada a finales del siglo XIX, posiblemente cuando se dividiera la vivienda en dos partes. Conserva la distribución de vanos, con una portada adintelada sobre impostas molduradas en el piso inferior. En el segundo piso se aprecian una serie de balcones con rejería contemporánea. Tras la reforma se aprecian varias pilastras enmarcando los balcones así como decoraciones de escayola de motivos clasicistas.<br /> <br /> *'''Tornos'''<br /> En esta localidad destaca la conocida como Casa de los Fuertes. Se trata de un edificio con una gran fachada de dos plantas. La planta baja presenta una serie de vanos entre los que destaca la portada con arco de medio punto de sillería resaltado por una moldura. Además presenta otros dos vanos con rejería de época. En la segunda hay cuatro balcones, dos de los cuales están flanqueando un escudo. Se remata la fachada con un alero de molduras planas sobre un friso de dentículos. Se trataba de la Casa de los Martín, en la calle del mismo nombre, familia que llegó a Tornos en el siglo XVI procedente de Ustarroz (Valle del Roncal) y que hoy pertenece a los Fuertes de Gilbert.<br /> <br /> Tornos.jpg Casa de los Fuertes en Tornos<br /> <br /> *'''Torralba de los Sisones'''<br /> Destaca la conocida como Casa Grande. Es una construcción de sillería y mampostería, de dos plantas más ático, que presenta en su fachada una gran portada adovelada, de medio punto, con escudo en la clave, integrada en un cuerpo de sillería coronado por una cornisa moldurada. En su interior son de reseñar los salones del piso principal. También es destacable la rejería conservada en una de las ventanas laterales, realizada a base de barras de sección circular con los extremos acodados siendo perforada una de las barras en las uniones. <br /> <br /> Torralba.jpg Casa Grande en Torralba de los Sisones<br /> <br /> *'''Torrecilla del Rebollar'''<br /> La casa del arzobispo Juan Lario y Lancis presenta fachada de ladrillo en un edificio cubierto a dos aguas. Lo más destacado es la puerta de acceso, con arco de medio punto flanqueado por dos pilastras que sustentan un entablamento sobre el que se dispone un remate a modo de frontón culminado por tres piramidiones. En su interior alberga un escudo eclesiástico de arzobispo en el que se lee la inscripción “Juan Lario y Lanzis arzobispo de Tarragona”.<br /> <br /> Torrecilla.jpg Casa del arzobispo en Torrecilla<br /> <br /> Otro edificio de interés es la casa de la plaza de la Iglesia. Edificio de dos plantas, con una torre cuadrangular de ladrillo como lucernario de escalera. La fachada presenta portada de estilo barroco con pilastras que enmarcan la entrada con arco de medio punto y entablamento. Toda la portada tiene un relieve muy poco acusado. En la segunda planta hay una línea de balcones de diversa factura, con decoración de rombos en las jambas de uno de ellos. Se remata por un destacado alero, anteriormente de media caña, en el que se abrían huecos de ventilación de cubierta. Actualmente presenta una galería de arquillos.<br /> <br /> casa torrecilla.JPG<br /> Las decoraciones de rombos son un elemento característico en la casa solariega de la Plaza de Torrecilla del Rebollar.<br /> <br /> <br /> *'''Villar del Salz'''<br /> Destacan en esta localidad dos casas señoriales, muy reformadas interiormente y divididas en otras varias viviendas. La primera de ellas está situada en la calle General Franco. Aparece dividida en tres viviendas. Es de grandes dimensiones, estando realizada en sillería, presenta tres plantas más ático, fruto de la reforma interior de la vivienda siendo en origen de dos plantas más ático. Está realizada en mampostería y sillería de ródeno utilizada en las esquinas y vanos. Presenta en un lateral una portada adintelada con casetones bajo una moldura muy deteriorada. Esta portada parece una reforma dieciochesca de la vivienda, ya que en los laterales se aprecian varias dovelas de un arco mutilado para la construcción de la portada. Presenta un escudo picado y descentrado en la portada. Destaca también el alero de moldura cóncavo-convexa, bajo el que se disponen varios vanos de ventilación. Estos vanos adquieren en el lateral la forma de saeteras. <br /> La otra casona se sitúa en la calle Italia nº 4. Se trata de un edificio también de considerables dimensiones, dividido en dos partes. Presenta dos plantas más ático. Tiene planta trapezoidal y está realizada en mampostería y sillería en esquinas y vanos. Lo más destacado es la portada de acceso con dos pilastras flanqueando la puerta, sobre la que se dispone un entablamento con tres platabandas y un friso con decoración vegetal en los laterales y casetones en la parte central. Sobre este arquitrabe se dispone un balcón, recercado con molduras y flanqueado por dos volutas. Se remata el conjunto por una cornisa en saledizo sobre las que se disponen dos bolas de cantería. El alero es de moldura cóncavo-convexa. <br /> <br /> Villar 1.jpg Villar 2.jpg<br /> Dos hermosos ejemplos de la arquitectura civil en Villar del Salz.<br /> <br /> <br /> == Los interiores ==<br /> <br /> Todas las antiguas Casas Solariegas han sufrido una o varias transformaciones. Las estructuras internas han sufrido grandes modificaciones con el paso de los años, intentando adaptarlas a lo que actualmente se entiende por comodidad: se han hecho conexiones a la red del alcantarillado y agua potable, la electricidad ha introducido un nuevo concepto de iluminación, eliminando velas y candiles, las caballerizas han dado paso a garajes para los automóviles, los oratorios privados han dejado de ser lugares de culto, las habitaciones destinadas al personal doméstico han desaparecido, etc. En algunos casos, donde antes vivía una única familia, ahora el edificio aparece dividido en varias viviendas, ocupadas por varias familias diferentes. Las cocinas y aseos se han modernizado, reduciendo muchas veces el tamaño de las primeras, y los amplios salones han sido reducidos, intentando crear varias habitaciones donde antes sólo había una.<br /> <br /> Otras transformaciones afectaron al mobiliario, pues los antiguos muebles se fueron deteriorando y se sustituyeron por otros más modernos, o bien fueron vendidos en uno de esos cambios de propiedad que se sucedieron en el último siglo. Son muy pocos los cuadros religiosos que se conservan, antes presentes en todas las habitaciones. También son escasas las arquillas y arcones, muchos de ellos decorados con incrustaciones de marfil y clavos dorados, las camas y armarios de nogal, o las recias mesas y sillas de vaqueta, tal y como son citadas en numerosos inventarios de la época. La antigua decoración fue arrancada o permanece oculta tras capas de pintura más moderna. Apenas queda el recuerdo de los cortinajes y el terciopelo que cubría los salones principales, o los escudos familiares pintados que decoraban las escaleras principales y algunas habitaciones. <br /> <br /> Podemos conocer como eran los interiores de estas Casas Solariegas a través de viejas fotografías de principios del siglo XX o de restos aislados conservados en los palacios de Báguena, Burbáguena, Luco, Monreal del Campo, Ojos Negros o Tornos, algunos de ellos conservando perfectamente la distribución interior, tal y como estaba hace dos o tres siglos. <br /> <br /> La estructura íntima de las Casas Solariegas pretendía ser un reflejo fiel de la apariencia que mostraba el edificio en su fachada, coincidiendo perfectamente la pretendida honorabilidad de la que se presumía en el exterior con la vida realizada en el interior. Como se ha destacado, la honorabilidad nobiliaria era un conjunto de comportamientos y actitudes sociales, por lo que la vida íntima de las familias hidalgas tenía que ser una continuación lógica de la identidad social externa. <br /> <br /> En la primera planta el arco de piedra decorado daba paso a un amplio zaguán empedrado, con una escalera al fondo que solía comunicar con todas las habitaciones de la casa. Como la puerta de estas viviendas solía estar abierta durante el día, la gente del pueblo accedía o visualizaba el zaguán con facilidad. La escalera podía ser de gran tamaño, a veces de triple arcada, como los ejemplos conservados en Calamocha y Monreal del Campo. Solía estar decorada con otros cuadros religiosos o pinturas murales, incluyendo varios escudos nobiliarios de las armas de los linajes emparentados con el propietario de la casa.<br /> <br /> El patio de la [[Casa de Mateo (Monreal del Campo)]] es espectacular. Tras atravesar un enorme patio, se observa al fondo una escalera imperial de triple arcada. Del zaguán parten dos tramos que se unen en un descansillo intermedio, a media altura de la primera planta, con puertas laterales para entrar en diferentes habitaciones, y desde allí asciende un solo tramo central que conduce a un amplio vestíbulo que comunica con la puerta de la sala principal.<br /> <br /> Los escudos nobiliarios pintados en las escaleras o en la linterna del patio pretendían ser una ampliación informativa de la piedra armera colocada encima de la puerta de acceso. Todos ellos estaban destinados a proclamar ante los vecinos de la localidad la pretendida antigüedad y honorabilidad del linaje, relacionando indisolublemente la apariencia propagandística de la fachada con la decoración del interior del edificio. El escudo de la puerta solía ser el más antiguo, recordando el linaje que construyó la vivienda (a menos que posteriores enlaces matrimoniales obligaran a cambiarlo). Los escudos del interior hacían alusión a las numerosas relaciones y entronques que mantenía la casa, producto de enlaces matrimoniales posteriores. La Casa Solariega aparece definida de este modo como un ente histórico, producto de un origen noble y antiguo, y de una historia posterior que confirma y reafirma la honorabilidad.<br /> <br /> La solución más habitual utilizada en el valle del Jiloca será la iluminación del patio a través de un lucernario dispuesto sobre la bóveda que culmina la escalera principal, protegiendo así del frío y dando iluminación a esta zona que de no ser así se quedaba en penumbra. Los patios interiores porticados, muy habituales entre la alta aristocracia zaragozana, son muy escasos en la comarca del Jiloca. Aún así podemos encontrar un interesante ejemplo en Burbáguena, en la Casa Solariega de los Latorre. La puerta principal permite la entrada a un gran zaguán con el suelo empedrado y cubierta de madera, tal y como debía de ser en la primitiva construcción. En el centro se abre un pequeño patio enmarcado con cuatro robustas columnas dóricas, sobre el que se dispone una galería de arcos sobre columnas del mismo orden y menores dimensiones, que han sido cerradas por ventanales. Desde el zaguán, una amplia escalera de un solo tramo permite el acceso al resto de la vivienda.<br /> <br /> En uno de los márgenes del patio o, más frecuentemente, en el primer piso, se construían oratorios privados bajo la advocación de la Virgen o un santo de gran devoción en la familia. Eran de pequeño tamaño, lo suficiente para albergar a seis u ocho personas, y estaban decorados con estucos, esgrafiados, cuadros, cálices y relicarios, algunos de ellos de plata. Tenían la consideración de lugares sagrados de culto, ya que todos ellos habían obtenido la pertinente autorización de la Iglesia, por lo que podían celebrar pequeñas ceremonias litúrgicas. Algunas familias llegaron incluso a contratar sacerdotes domésticos para el mantenimiento de estos oratorios (capellanes).<br /> <br /> La planta segunda estaba destinada a la residencia familiar, con amplios ventanales o balcones a la calle. La escalera permitía el acceso directo al amplio salón familiar, decorado normalmente de forma suntuosa, con terciopelos, grandes cortinajes, una chimenea central y, en aquellas familias que se lo podían permitir, algunos elementos de mármol y piedras nobles. Este salón se identificaba con el balcón central de la vivienda, mostrando claramente en fachada la distribución interior.<br /> <br /> A través del salón, o mediante puertas auxiliares, se accedía a las alcobas, cocinas y dispensarios. Las familias más poderosas tenían habitaciones destinadas a despachos desde donde se gestionaba la administración de la hacienda familiar. Su acceso se regulaba a través del salón, por lo que las personas que acudían a solucionar algún problema (suministradores, arrendatarios de tierras, jornaleros, etc.) estaban obligados a atravesar las habitaciones más nobles y lujosas, apreciando de este modo el poder/honorabilidad familiar. <br /> <br /> Las alcobas, según se conservan en Báguena y Burbáguena, consistían en una gran habitación con mesa y pequeños sillones, normalmente con un balcón que también salía a la fachada principal, decoradas con grandes cortinajes. En uno de los laterales, enfrente del balcón, se abrían unas pequeñas alcobas, con o sin puertas, en donde se situaban las camas.<br /> <br /> En el tercer piso se encontraba el granero y despensa, rematado normalmente por un entramado de vigas de madera a dos aguas que sujetan el tejado. Se distingue en la fachada por una característica galería de arquillos corridos, en ocasiones enmarcados en alfiz. <br /> Además de estos interiores cuidadosamente trabajados encontramos otros espacios necesarios para la administración de la hacienda familiar. Existían espacios para guardar las caballerías, habitualmente en un lateral de la vivienda o en dependencias anexas contiguas a la vivienda hacia el huerto. Habitualmente el acceso a las caballerías se realizaba por una portada secundaria dispuesta en la misma fachada. Podemos encontrar palomares, realizados bien en una parte de los graneros o bien como edificios exentos dispuestos en los huertos, como el desaparecido de Monreal del Campo. En algún caso excepcional también podemos encontrar colmenares, como el dispuesto en Monreal del Campo, que cumplimentarían las necesidades de consumo familiar conjuntamente con el resto de elementos.<br /> <br /> Finalmente, la Casa Solariega podía tener acceso a los huertos y corrales, que solían ser de grandes dimensiones. Solían localizarse en la parte trasera de la vivienda, si el terreno lo permitía, aunque en ocasiones, como en el caso de Burbáguena, se dispone frente a la misma, cruzando la calle<br /> <br /> <br /> == La forja como elemento decorativo ==<br /> <br /> La forja, muy cara y escasa en los siglos modernos, es otro de los elementos donde se concentra la decoración y la pretendida opulencia de las Casas Solariegas hacia el exterior. Nos centraremos principalmente en tres puntos: la rejería, los balcones y la cerrajería. <br /> <br /> Una de las principales características de la forja en la rejería es la uniformidad estilística. En el renacimiento y el barroco, los herreros asimilan unas características y un estilo comunes que van a mantenerse hasta principios del siglo XX. Esto crea dificultad a la hora de datar las diferentes piezas, además de la gran escasez de elementos conservados y que muchos de estos han sido descontextualizados. Aún así encontramos diferentes tipologías de rejas. Esta diversidad se debe a las diferencias cronológicas, a la funcionalidad de la pieza y al carácter pudiente del encargante de ésta. Es en la realización de rejerías y balcones donde el herrero desarrolla su faceta más artística, llegando a firmar y fechar alguno de sus trabajos, constatando así su autoría.<br /> <br /> La tipología básica de rejería se trata de una retícula de barras circulares sin apenas decoración. En el siglo XVI se procede a un entrelazado de barras en un mismo plano por medio de la sección y perforación de uno de estos tramos. Así se dota a la reja de un sentido más plástico sin restarle resistencia alguna. Este tipo de barras son las más utilizadas por los herreros turolenses. Un ejemplo de esto lo encontramos en la rejería de la Casa Grande de Blancas.<br /> <br /> En el siglo XVII se empiezan a utilizar barras cuadradas, pudiendo dejar las aristas hacia el exterior. A partir de esta tipología el herrero podía jugar con el espacio utilizando los diferentes elementos de la estructura de la reja creando así diversos motivos, por ejemplo, jugando con la alternancia en el entramado, así como la utilización del barrote retorcido que da plasticidad a la estructura, como se puede observar en el balcón de la casa señorial de la calle Italia de Villar del Salz. <br /> <br /> En los machones podemos encontrar motivos geométricos. A partir de la estructura de la reja, utilizando diferentes técnicas como la de falso roleo, pueden crearse diferentes motivos decorativos, según el diseño deseado por el herrero, que luego se unirá a las barras del entramado por medio de remaches, clavos o soldadura a la calda. Estos motivos, utilizados indistintamente tanto para rejería como para balcones, suelen ser curvos, pudiendo crear elegantes volutas y motivos vegetales. Ejemplo de esto lo podemos contemplar en la rejería del palacio de los Tejada en Calamocha o el balcón de la Casa Grande de Fuentes Claras.<br /> <br /> En la parte superior de las rejas, siguiendo una estructura simétrica, es común un remate o coronamiento en el que podemos encontrar motivos religiosos como por ejemplo cruces, que aumentan el sentido de protección por su simbolismo apotropaico, así como motivos zoomorfos tales como dragones o serpientes. Para la sujeción de la rejería al muro lo más habitual fue el uso de barrotes acodados empotrados directamente a la pared o menos frecuentemente mediante la unión de la reja al marco de la ventana. <br /> <br /> La cerrajería, al igual que la rejería, cobra importancia por el sentido de seguridad en el hogar, creando para ello sistemas de cierre cada vez más complejos. Acompañada de la cerrajería propiamente dicha encontramos diferentes elementos realizados en forja que componen el conjunto de la puerta como son los llamadores, tiradores, bocallaves, picaportes, clavos, bisagras, etc. El auge del desarrollo de la cerrajería se produce en el siglo XVI y XVII, momento en el que estos elementos adquieren un mayor sentido artístico. <br /> <br /> En relación a las bocallaves, la técnica de realización es diferente a lo visto anteriormente, ya que se trabaja en frío recortando la chapa según la forma deseada y, posteriormente, se le dota de decoración mediante incisiones. Estas placas de cerradura pueden representar motivos vegetales, geométricos y de animales, pudiendo encontrar en ocasiones fechas, motivos heráldicos aduciendo al propietario, así como iniciales o nombres constatando la autoría de la pieza. Un ejemplo de bocallave a destacar es el de la puerta de acceso de la casa de los Fuertes de Odón en el que se representa un águila bicéfala al lado de un león rampante.<br /> <br /> Las aldabas y llamadores se realizan de manera artesanal, trabajando directamente sobre la barra de hierro dándole la forma deseada. Las aldabas son llamadores en forma de anilla, que provienen de una tipología típica de la cerrajería islámica. Los llamadores de estilo faliforme podrían tener origen en antiguos ritos paganos de fecundidad y fertilidad de la tierra, que después han sido asimilados por el cristianismo, aunque en la actualidad hayan perdido toda su simbología. Los encontramos principalmente en las zonas rurales, donde la agricultura era de vital importancia como método de subsistencia. Estos llamadores están compuestos por tres partes, la cabeza, el cuerpo alargado y el remate. <br /> <br /> Podemos encontrarnos desde motivos geométricos incisos en el cuerpo de metal como en la casa Don Juan de Burbáguena que posee un llamador decorado con minúsculos soles a lo largo del cuerpo. Otra tipología no figurativa es la que se encuentra en la casa de los Fuertes de Tornos donde más explícitamente sugiere los genitales masculinos. Dentro de los motivos figurativos una de las representaciones más comunes es la de animales tales como serpientes, leones, etc. Un ejemplo de esto se encuentra en la casa Bernal de Navarrete del Río, la que presenta un llamador de estructura faliforme sobre el que aparece una salamandra de elegante tratamiento. <br /> <br /> Por último debemos referirnos a los demás elementos que forman parte de la puerta como por ejemplo los clavos que con el paso del tiempo ya que pasaron de ser algo funcional, a recibir diferentes formas geométricas decoradas mediante incisiones con elegantes resultados, tal como se puede observar en la puerta de acceso de la casona de El Poyo del Cid. <br /> <br /> En conclusión debemos destacar la especialización del herrero en la forja de las casas solariegas que evolucionó de elementos meramente funcionales a convertirse en un proceso de creación donde el herrero desarrolla su faceta más artística.<br /> <br /> <br /> == Bibliografía ==<br /> <br /> *BENEDICTO GIMENO, E., JAIME LOREN, C. y SAENZ GUALLAR, F.J. 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Museo de Teruel.<br /> *MAÑAS BALLESTÍN, F. y PÉREZ GONZÁLEZ, M.D. (1987): “Arquitectura civil en el valle medio del Jiloca”, en Coloquio de arte aragonés (4º. 1986. Zaragoza), pág. 161-176. Zaragoza.<br /> *PÉREZ GONZÁLEZ, M.D. y MAÑAS BALLESTÍN, F. (1987): “Tipología de la casa aragonesa del siglo XVI caracterizada a partir de testimonios notariales”, en Coloquio de arte aragonés (4º. 1986. Zaragoza), pág. 153-160. Zaragoza.<br /> *VICENTE DE CUELLAR, B. (1995): Las casas de la estirpe de Bernabé : historia, genealogía y heráldica. Báguena<br /> *[[Carreras Asensio, José María]] y [[Benedicto Gimeno, Emilio]] (2006): &quot;Las casas solariegas&quot;, en ''Historia de Monreal del Campo'', Monreal, p. 99-116 [[http://www.xiloca.com/data/Bases%20datos/Monograficos/6152_09.pdf Texto completo]]</div> 80.58.205.42 http://xiloca.org/xilocapedia/index.php?title=F%C3%A1brica_de_papel_de_estraza_(Calamocha)&diff=10534 Fábrica de papel de estraza (Calamocha) 2008-09-05T15:27:39Z <p>80.58.205.42: </p> <hr /> <div>#Redirect [[Fábrica de luz &quot;El salto&quot; (Calamocha)]]</div> 80.58.205.42 http://xiloca.org/xilocapedia/index.php?title=Prado_de_los_Ojos_(Monreal_del_Campo)&diff=10532 Prado de los Ojos (Monreal del Campo) 2008-09-05T15:22:47Z <p>80.58.205.42: </p> <hr /> <div>El [[prado]] de los [[Ojos de Monreal del Campo]] ocupa actualmente una superficie de unos 6.500 metros, a los que hay que añadir otra zona muy húmeda de unas 2,9 Ha. cubierta de prados y sotos fluviales. El área natural formada por los Ojos y sus prolongaciones de bosques y prados es relativamente importante, pero insignificante si la comparamos con la superficie original colonizada por este gran humedal, que podría alcanzar las 100 Ha., extendiéndose desde los Ojos hasta el actual casco urbano, ocupando las terrazas fluviales más bajas de las partidas de El Prado, Suertes, Traperón, Oteruelo, Estraperas y Tris. <br /> <br /> Los musulmanes habían cultivado sobre todo la tierra de vega localizada al norte del municipio, en la dehesa de Villacadima, regada con la [[Acequia de la Serna (Monreal del Campo)|acequia de la Serna]]. Toda esta tierra fue entregada a la familia Catalán de Ocón, por su participación en la guerra. El resto de la vega, sobre todo la situada al sur del término, junto a los Ojos, era un gran humedal que pasó a formar parte de las propiedades concejiles del municipio, siendo directamente gestionado por los jurados. Un privilegio otorgado por el rey al Concejo de Monreal en el siglo XIII autorizaba a crear una dehesa o vedado en el río Jiloca, posiblemente en esta zona, mostrando el interés por conservar las zonas naturales, reservándolas para prados, pastos y cobijo del ganado.<br /> <br /> El proceso de roturación y puesta en cultivo del humedal de los Ojos de Monreal es muy similar al constatado en el [[Prao (Luco de Jiloca)]] y otros pueblos cercanos. Su desaparición se inició con la construcción de nuevas acequias durante la Edad Media: el [[Río nuevo (Monreal del Campo)|Río Nuevo]] con el objetivo de controlar el discurrir del agua, evitando que inundara los campos cercanos y, al mismo tiempo, facilitando el riego a las huertas cercanas a la localidad. La siguiente etapa roturadora se produjo en el siglo XVIII, cuando se construyó la [[Acequia del Rey (Monreal del Campo)|Acequia del Rey]] con los mismos objetivos, controlando en primer lugar las avenidas del río viejo, permitiendo desviar sus aguas, y aumentando las posibilidades de irrigación de los campos. <br /> <br /> Ambas acequias, a lo largo de cinco siglos, provocaron una lenta transformación del paisaje del humedad:<br /> <br /> *La presión de la población, en continuo crecimiento, demandó la roturación y puesta en cultivo de los mejores campos. Se roturó una parte del prado, centrada sobre todo en la Isla y creando la partida de Las Suertes.<br /> <br /> *Se mantuvieron intactos grandes prados naturales, salpicados de árboles, para facilitar los pastos del ganado mayor, sobre todo de los bueyes, y la guarda de la dula. Es el prado de Estraperas que se mantuvo intacto hasta comienzos del siglo XIX.<br /> <br /> Se intentó mantener un equilibrio entre las demandas de pastos para el ganado, el aprovechamiento de la madera de los árboles y las presiones de los agricultores, aunque cada vez la balanza se inclinaba en mayor grado hacia la extensión de los cultivos agrícolas.<br /> <br /> == Las Suertes y la Isla==<br /> En el caso específico de Monreal, nos encontramos desde mediados del siglo XVII con un proceso expansivo muy vigoroso que afectó a numerosas partidas. La primera intervención se centró en la zona de Los Ojos. El Concejo de Monreal, para mejorar su situación financiera, decidió roturar una gran finca que poseía junto al manantial de Los Ojos, conocida con el topónimo de La Isla, llamada así por ubicarse entre el cauce del Jiloca y el Río Nuevo. La enorme finca pasó a ser arrendada mediante subasta a agricultores de la localidad, quienes pagaban 20 cahices de trigo al año .<br /> <br /> Pocos años después, se decide prolongar el Río Nuevo para ampliar el territorio irrigable. La intervención se centra en el tramo final, el que discurre cerca del casco urbano. En abril de 1651 el Concejo de Monreal autorizaba a los vecinos que tengan heredades en Carralavega y Puente Cueva a que puedan sacar un ramal de la acequia “delante la carnicería, por el espacio de San Juan y los Corrales” para poder regar sus haciendas. Para evitar problemas con el molino harinero, se determinaba que los agricultores debían pagar al Concejo un rento fijo por el agua, tasado por cuatro personas en función de las afecciones que pudieran hacer al funcionamiento del molino. La construcción de la acequia corrió a cargo de los propietarios de las parcelas, que debieron encargarse de los ramales que atravesaban sus fincas, además de construir un trozo común que iba desde la acequia del Río Nuevo hasta la primera parcela .<br /> <br /> Finalmente, el interés por el regadío se volvió a trasladar nuevamente a la zona de Los Ojos, que continuaba en estado natural en su mayor parte. En 1655 el Concejo decidió intervenir en la zona, levantando una nueva parada en el cauce del río para evitar las filtraciones en los campos y acondicionar las tierras colindantes. Este nuevo azud motivó la protesta de Ignacio León, que tenía el arrendamiento de la pieza llamada la Isla, argumentando que el azud provocaba la inundación de sus tierras. El Concejo, viendo que esas intervenciones afectaban a la pieza de la Isla que, a pesar de estar arrendada, era propiedad municipal, decidió retirar el azud .<br /> <br /> En abril de 1667 se recuperó el interés por colonizar el terreno municipal de Los Ojos, tanto para repartir tierra a los crecientes vecinos de la localidad como para, a través de su arrendamiento, incrementar los ingresos del municipio. Argumentando que tenía que “hacer frente a las necesidades y para pagar en cada un año pensiones y cosas necesarias al dicho lugar y para poder acudir y redimir aquellos”, el Concejo decide romper un trozo del prado de Los Ojos para sembrar trigo y, fragmentándolo, convertirlo en parcelas que pudieran arrendarse a los vecinos. Posiblemente, la decisión de roturar el prado iría acompañada de la construcción de la acequia de las Suertes y otros ramales más pequeños, para facilitar el drenaje de las tierras en primavera, evitar las inundaciones tras las tormentas veraniegas y garantizar su riego en caso necesario .<br /> <br /> == El prado de Estraperas==<br /> Una parte del prado más cercano a la localidad se mantuvo en su estado natural durante las siguientes centurias. La total roturación y puesta en cultivo de los antiguos prados de los Ojos del Jiloca se produjo en el primer tercio del siglo XIX, coincidiendo con las guerras de Independencia y Carlista.<br /> <br /> En julio de 1810 un destacamento francés al mando del general Berges se presentó en cada una de las localidades del valle del Jiloca (desde Luco de Jiloca hasta Villafranca), exigiendo una enorme contribución para subsanar el dinero robado al recaudador [[Juan de Iturrioz]] varios días antes, dando un plazo de 4 días para pagarla, bajo la amenaza de detener y ejecutar a todos los miembros de los Concejos. <br /> <br /> El día 23 de julio de 1810 se reune la Junta de veintena de Monreal del Campo para ver la forma de hacer frente a la contribución y deciden vender un pedazo de prado llamado las Extraperas, junto a otras tierras y vagos concejiles adjuntos al prado. La venta no fue inmediata. Parece ser que esta primera contribución exigida por el general Berges pudo ser sufragada finalmente a través de un reparto vecinal, por lo que no fue necesario vender bienes municipales. Sin embargo, en la segunda mitad del año 1810 continuaron las exacciones y repartos. El ejército francés de ocupación vivía sobre el terreno, y obtenía mediante amenazas todo el dinero necesario para su mantenimiento. Según comentaba el Ayuntamiento de Monreal “desde entonces han aumentado las dificultades para hacer efectivos toda especie de repartos entre sus vecinos para cubrir dichos gastos, al tiempo que estos crecen de día en día”.<br /> <br /> En enero de 1811 el Alcalde de Monreal, D. Luis Allueva, “en atención a que no pudiendo esta villa suvenir a las excesivas contribuciones y suministros de raciones a las tropas que incesantemente se le piden con la mayor premura”, decide ejecutar la decisión tomada el año anterior sobre la venta del prado de Estraperas, dividiéndolo en suertes para facilitar que pudiera ser adquirido por el mayor número posible de compradores. La división del prado fue realizada por dos peritos labradores nombrados por el Ayuntamiento, quienes determinaron lo siguiente:<br /> <br /> En la parte del prado de las Estraperas que media entre los dos ríos (río Nuevo y río Jiloca) se podían hacer 23 suertes, comenzando la primera por la parte alta donde está el azud y la canal de dichos ríos, siguiendo hasta el estrecho bajo, donde concluyen. Cada una tenía media yubada de tierra y era tasada en 65 libras. La entrada se haría desde la puerta del prado a la badera vieja del río molinar, donde se comunicaban todas ellas siguiendo el cajero.<br /> <br /> En la porción que media entre el río molinar hasta los huertos, un poco más al sur, se podían sacar otras 7 suertes de igual cabida, confrontando la primera con el estrecho alto y la última con la badera contigua al huerto de D. Miguel Jerónimo Mateo. Estas suertes fueron tasadas en 60 libras cada una.<br /> <br /> Como se puede apreciar en el informe de los peritos, se dividió el prado en 30 suertes de media yubada cada una, lo que hace un total de 15 yubadas (6,8 hectáreas ó 68.000 metros cuadrados). Se anunció la venta de las referidas 30 suertes mediante la fijación de carteles por el pueblo, indicando las parcelas, su valor inicial y el día señalado para el remate. Como el procedimiento no se ajustaba a la legalidad vigente hasta entonces, pues obligaba en todas las ventas municipales a solicitar permiso del gobierno, cosa imposible de obtener en esos tiempos de guerra y ocupación, se decidio que la responsabilidad en caso de problemas posteriores era “de todo el pueblo, por haberse de invertir el precio de dichas suertes en lo que debían satisfacer sus vecinos”. La subasta se realizó el 27 de enero de 1811.<br /> <br /> El resultado de la subasta, como suele suceder en este tipo de enajenaciones, fue muy desigual. Aunque se planteaba la posibilidad de que fueran adquiridas por el máximo número posible de agricultores, al optar por la subasta se restringieron los posibles a los vecinos que tenían más dinero. Todos los compradores fueron agricultores residentes en Monreal, pagando por las parcelas una media de 73,4 libras, ligeramente superior al precio de tasación inicial. De la venta se sacaron un total de 2.204 libras, 289 libras más de lo que estaba tasado.<br /> <br /> Las 30 suertes del prado fueron adquiridas por 7 agricultores diferentes. Unos se conformaron con una o dos suertes, intentando comprar las mejores. Ramón Latorre pagó 85 libras por una parcela y José Moreno Moreno compró dos al precio de 101,5 libras cada una. Otros agricultores adquirieron las de peor calidad, como D. Joaquín Valenzuela, Domingo y Manuel Plumed, al precio de 40 y 54 libras respectivamente. El vecino que más suertes adquirió fue Ramón Boira, quedándose prácticamente con la mitad del prado.<br /> <br /> La división y venta del prado de Estraperas supuso la destrucción de todos los sotos fluviales localizados en la margen izquierda del río. Los agricultores que adquirieron las parcelas procedieron rápidamente a la corta de los árboles y a la roturación de las tierras, convirtiéndolas en nuevos huertos.<br /> <br /> == Bibliografia ==<br /> *[[Benedicto Gimeno, Emilio]] (2006): &quot;Los Ojos de Monreal&quot;, en ''Historia de Monreal del Campo'', Monreal, p. 117-132 [[http://www.xiloca.com/data/Bases%20datos/Monograficos/6152_10.pdf Texto completo]]</div> 80.58.205.42 http://xiloca.org/xilocapedia/index.php?title=R%C3%ADo_viejo_(Monreal_del_Campo)&diff=10531 Río viejo (Monreal del Campo) 2008-09-05T15:21:12Z <p>80.58.205.42: </p> <hr /> <div>Antiguo [[cauce]] del río Jiloca, que se quedó relegado a [[acequia]] de desague cuando se contruyó en la Edad Media el [[Río nuevo (Monreal del Campo)|río nuevo]] y se desvió por esa nueva acequia todo el agua que manaba en los [[Ojos de Monreal del Campo|Ojos del Jiloca]].</div> 80.58.205.42 http://xiloca.org/xilocapedia/index.php?title=Las_Suertes_(Monreal_del_Campo)&diff=10526 Las Suertes (Monreal del Campo) 2008-09-05T15:12:26Z <p>80.58.205.42: </p> <hr /> <div>#Redirect [[Prado de los Ojos (Monreal del Campo)]]</div> 80.58.205.42 http://xiloca.org/xilocapedia/index.php?title=El_prado_(Villafranca_del_Campo)&diff=10460 El prado (Villafranca del Campo) 2008-09-04T18:45:40Z <p>80.58.205.42: </p> <hr /> <div>Antiguo [[prado]] ubicado en el término municipal de [[Villafranca del Campo]]. Actualmente el [[cauce|cauce del río Jiloca]] se encuentra desplazado por la parte más alta de la terraza fluvial, utilizando el primitivo río a modo de acequia de desecación.</div> 80.58.205.42 http://xiloca.org/xilocapedia/index.php?title=Prado_de_Cella&diff=10457 Prado de Cella 2008-09-04T18:42:45Z <p>80.58.205.42: </p> <hr /> <div>Antiguos [[prado]]s ubicados en los términos municipales de [[Cella]] y [[Villarquemado]].</div> 80.58.205.42 http://xiloca.org/xilocapedia/index.php?title=Rambla_de_Cuencabuena&diff=10143 Rambla de Cuencabuena 2008-09-02T18:44:43Z <p>80.58.205.42: </p> <hr /> <div>La [[rambla]] de Cuencabuena recoje las precipitaciones de una amplia cuenca que se extiende entre [[Lechago]] y [[Cuencabuena]], prolongándo su influencia por los municipios de [[Ferreruela de Huerva]] y [[Valverde]] a través de otras subramblas y barranqueras. Tras las tormentas suele activarse, arrastrando bastante agua y materiales erosionados. <br /> <br /> Como vía de comunicación ha sido utilizada por el [[Camino Real]] para enlazar [[Lechago]] con la [[Venta del Cuerno (Ferreruela de Huerva)|Venta del Cuerno]], ascendiendo por el [[Campo de Romanos]]. También ha sido utilizada por la línea de ferrocarril Zaragoza-Valencia y, recientemente, por la [[Autovía Mudéjar]].</div> 80.58.205.42 http://xiloca.org/xilocapedia/index.php?title=Rambla_del_Regajo_(Cutanda)&diff=10139 Rambla del Regajo (Cutanda) 2008-09-02T18:36:42Z <p>80.58.205.42: </p> <hr /> <div>La [[rambla]] del Regajo recoje las precipitaciones de una amplia cuenca que se extiende entre el valle del Pancrudo y las localidades de Cutanda y Olalla (a través de la rambla del Sabinar). Tras las tormentas suele activarse, arrastrando bastante agua y materiales erosionados. Suele llevar agua de forma constante, por lo menos en las proximidades a Cutanda, lo que ha permitido organizar una fértil vega.</div> 80.58.205.42 http://xiloca.org/xilocapedia/index.php?title=Rambla_de_Nueros&diff=10137 Rambla de Nueros 2008-09-02T18:29:00Z <p>80.58.205.42: </p> <hr /> <div>La [[rambla]] de Nueros recoje las precipitaciones de una amplia cuenca que se extiende entre Nueros y Barrachina. Tras las tormentas suele activarse, arrastrando bastante agua y materiales erosionados. Al juntarse con el río Pancrudo suele inundar una amplia zona en donde se localizaban los antiguos [[prado Bajo (Barrachina)|prados]] de la localidad.<br /> <br /> Como vía de comunicación, a lo largo de la rambla discurre parte de la carretera que une [[Barrachina]] y [[Nueros]].</div> 80.58.205.42 http://xiloca.org/xilocapedia/index.php?title=Azud_del_molino_de_la_Virgen_(Santa_Eulalia_del_Campo)&diff=9936 Azud del molino de la Virgen (Santa Eulalia del Campo) 2008-09-01T14:23:10Z <p>80.58.205.42: </p> <hr /> <div>[[Imagen:Azud molino Santa Eulalia.jpg|thumb|Azud de Santa Eulalia]]<br /> El [[azud]] del molino de la Virgen de [[Santa Eulalia del Campo]] se encuentra muy transformado, pero todavía conserva los sillares en los que se insertaban las tablas para realizar el desvío del agua.</div> 80.58.205.42 http://xiloca.org/xilocapedia/index.php?title=Azud_del_Ca%C3%B1izar_(Torrelac%C3%A1rcel)&diff=9935 Azud del Cañizar (Torrelacárcel) 2008-09-01T14:22:49Z <p>80.58.205.42: </p> <hr /> <div>[[Imagen:Azud del Cañizar.jpg|thumb|Azud del Cañizar en Torrelacárcel]]<br /> Ubicado en el término de [[Torrelacárcel]]. Se trata de un [[azud]] reformado aplicando tajaderas metálicas, al igual que el azud cercano de la Cerradilla. Se puede apreciar los puentes para el paso a pie sobre el azud. Se realizan disponiendo grandes lajas de piedra de lado a lado. También se puede apreciar las piedras de sillería labradas en las que se disponían las tablas para el desvío de agua.</div> 80.58.205.42 http://xiloca.org/xilocapedia/index.php?title=V%C3%A9lez,_Juan&diff=9838 Vélez, Juan 2008-08-29T16:39:00Z <p>80.58.205.42: </p> <hr /> <div>Joan Vélez (o Bélez) es un maestro fontero muy famoso en Aragón en el siglo XVI. Debió nacer en la Transierra asturiana, emigrando muy joven. Entre los años 1527-1538 trabajó como &quot;maestro fontero&quot; en la ciudad de Cuenca. <br /> <br /> De esta ciudad pasaría a la Comunidad de Aldeas de Daroca, donde realizó diversos trabajos entre los años 1542 y 1554. una de sus primeras obras pudiera ser la [[Fuente vieja (Lechago)|Fuente vieja de Lechago]], según se puede intuir de la inscripción que todavía se conserva: &quot;Vélez 1543&quot;. También lo encontraremos por esos mismos años contruyendo el [[Molino harinero (Lagueruela)|molino harinero de Lagueruela]] en 1553 o ampliando el [[molino harinero de Garcés (Barrachina)|molino de Barrachina]] en 1554.<br /> <br /> En 1558 lo encontramos viviendo en Lanaja y firmando un contrato con el Ayuntamiento de Peralta de Alfocea para la construcción de una fuente. Dos años más tarde lo encontramos levantando la fuente y el lavadero de Berbegal. En 1571 encontramos a un Joan Bélez residiendo en Alagón, encargándose de realizar varias obran en un puente sobre el Jalón. Finalmnte, en 1578 se encuentra domiciliado en Huesca, comprometiéndosea construir una fuente en Morilla. <br /> <br /> Tanto en las fuentes de Peralta como de Berbegal o Morilla, Joan Bélez se comprometía a conducir el agua desde un manantial cercano hasta el centro del pueblo, construyendo allí la fuente, con sus caños y su pila, su abrevadero y, finalmente, el lavadero de ropa. Este mismo modelo constructivo lo había realizado en 1543 en la localidad de Lechago.<br /> == Bibliografía ==<br /> <br /> *[[Benedicto Gimeno, Emilio]] (2002):&quot;La fuente renacentista de Lechago&quot;. Lechago, ''El Pairón'', 27, pág. 12-13</div> 80.58.205.42 http://xiloca.org/xilocapedia/index.php?title=Joan_V%C3%A9lez&diff=9831 Joan Vélez 2008-08-29T16:17:49Z <p>80.58.205.42: </p> <hr /> <div>#Redirect [[Vélez, Juan]]</div> 80.58.205.42 http://xiloca.org/xilocapedia/index.php?title=Acequia_Gabarda_(B%C3%A1guena)&diff=9828 Acequia Gabarda (Báguena) 2008-08-29T16:10:41Z <p>80.58.205.42: </p> <hr /> <div>La [[acequia]] Gabarda nace en el Batán, término de [[Báguena]], con una longitud de diez kilómetros, y riega 130 hectáreas en Báguena y parte de los términos de San Martín, Villanueva y Daroca. El [[azud]] ha debido ser reformado en numerosas ocasiones. En el año 1614 se contrataron a dos canteros de Calatayud (Blas de Ayerza y Domingo de Ayerza) para que construyeran una nueva represa y mejoraran la canalización.<br /> <br /> La organización de los riegos fue un continuo problema. En 1583 se redactaron en Báguena los primeros estatutos para organizar los riegos de forma conjunta con los herederos de las otras acequias de la localidad. En el año 1618 la organización se hace supramunicipal. Los propietarios de todos los campos regados por las acequias Gabarda y Franca de las localidades de [[San Martín del Río]], [[Villanueva de Jiloca]] y [[Daroca]], deciden crear una Junta de Regantes y elaborar un reglamento en común en el que se especifique la forma en que se ha de tomar el agua y las penas para quienes lo incumplan.</div> 80.58.205.42 http://xiloca.org/xilocapedia/index.php?title=Prado_(San_Mart%C3%ADn_del_R%C3%ADo)&diff=9808 Prado (San Martín del Río) 2008-08-29T14:38:19Z <p>80.58.205.42: </p> <hr /> <div>En 1540 el Concejo de San Martín decide “romper et labrar el prado somero” situado en su vega. Tras varias discusiones sobre la mejor opción de roturarlos o dejarlo para hierbas, se opta por la roturación dividiendo el prado en lotes de 3,5 anegadas y arrendarlo o sortearlo a una treintena de agricultores de la localidad .</div> 80.58.205.42