Administración Pública
La administración pública define al conjunto de organizaciones estatales, autonómicas o locales que realizan funciones administrativas, poniendo en contacto directo a la ciudadanía con el poder político, satisfaciendo los intereses públicos de forma inmediata.
La administración está integrada por un poder político elegido en sufragio y los organismos de gestión que dependen de éste. La noción alcanza especialmente a todos los trabajadores sanitarios (médicos, veterinarios, etc.) y al sector de la educación (maestros), así como a la policía y a las fuerzas armadas. No se puede incluir a las entidades estatales que realizan la función legislativa (Cortes Españolas y Cortes de Aragón) ni a la función judicial del Estado.
La administración municipal
Durante muchos siglos, la administración municipal fue la única administración pública que existía. Tenía la obligación de garantizar la educación, los servicios sanitarios y la policía. El estado central, configurado entorno a la casa Real, controlaba únicamente las fuerzas armadas.
Como los recursos de los municipios eran siempre muy escasos, no se podían asumir directamente todos los servicios, recurriendo en el caso de la sanidad y la educación a los “conducidos”, una denominación que hace referencia a la forma en que se determinaba su trabajo a través de un “conducto” o pacto. El Ayuntamiento contrataba a los conducidos mediante una oferta de empleo pública, a la que podían presentarse varios candidatos, seleccionando al que consideraban más adecuado para el cargo. En la oferta de empleo se solía detallar el tiempo de la contratación (de tres a cinco años), las funciones que desempeñarían, las condiciones laborales y el sueldo que obtendrían por su trabajo.
Hasta finales del siglo XIX la administración municipal se hacía cargo en exclusividad de los siguientes servicios:
A partir del siglo XX, al quedar libre de las obligaciones sanitarias y educacionales, los Ayuntamientos pudieron dedicar sus escasos recursos a otro tipo de servicios públicos, como Acción Social, Deportes, Juventud, Cultura en general (Bibliotecas, Museos y Archivos Históricos) y otras.
La administración estatal y autonómica
En el siglo XIX, a medida que los Ayuntamientos fueron obligados a vender sus bienes de propios (molinos harineros, hornos, carnicerías, prados, montes, etc.) se vieron privados de las principales fuentes de financiación. Sin ingresos, era imposible mantener los servicios públicos que habían desempeñado hasta entonces. Poco a poco, los servicios educativos y sanitarios fueron transferidos a la administración del Estado, quien empezó a gestionarlos directamente. También se hizo cargo de los servicios de protección y policía, creando la Guardia Civil.
Desde entonces la relación entre administración municipal y estatal en el valle del Jiloca y en toda España ha sido muy estrecha para el desempeño de estos servicios. Habitualmente, los ayuntamientos se hacían cargo de los locales e instalaciones, mientras que el estado nombraba y pagaba las nóminas de los funcionarios.
A partir de 1982, con la aprobación del Estatuto de Autonomía de Aragón, todos los funcionarios encargados de los servicios sanitarios y educativos fueron transferidos a la Comunidad Autónoma, donde permanecen desde entonces. la Guardia Civil y las fuerzas de seguridad siguieron adscritas al gobierno central.
La administración comarcal
A partir del año 2006 se realizar la delimitación comarcal de Aragón y se empiezan a trasferir a los diferentes entes comarcales una serie de competencias que hasta entonces había desempeñado el Gobierno de Aragón. Los municipios también aprovechan este proceso de delimitación para transferir todos los servicios sociales, deportes y juventud.
La creación de las comarcas aragonesas creó numerosas expectativas, pero poco a poco su evolución ha quedado limitada por la falta de financiación. La transferencia de servicios públicos no ha estado acompañada de una dotación financiera acorde.
En el valle del Jiloca trabajan actualmente las siguientes comarcas:
Sus competencias son muy variadas, incluyendo Transportes, Protección del medio ambiente, Acción Social, Patrimonio Cultural y Tradiciones, Deportes, Juventud, Promoción del Turismo, Artesanía, Protección Civil, Residuos urbanos y basuras, Ferias y mercados comarcales, Cultura en general (Bibliotecas, Museos y Archivos Históricos) y otras.