Capilla de la Anunciación (Colegiata de Daroca)
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La Capilla de la Anunciación de la Colegiata de Daroca es un conjunto de gran riqueza y monumentalidad.
El día 30 de enero de 1603 Pedro Terrer de Valenzuela concertaba con el escultor Pedro Martínez y con los canteros Hernando Larroca y Domingo Pontones la construcción del arco y portada de la capilla de don Martín Terrer en la iglesia colegial. La condición de escultor de Pedro Martínez y su aparición como principal en el documento hace suponer a Ernesto Arce que, además de autor de la escultura, debe considerársele como inspirador de la traza.
En la capitulación se estipula que el arco ha de ser de piedra y de punto redondo, que se había de utilizar piedra negra de Calatorao en los pedestales y alabastro de Fuentes, así como algunas piedras de jaspe; los pedestales de la portada y de la reja habían de ser como los pedestales de la reja del coro de Nuestra Señora del Pilar de Zaragoza. Se precisa también el tipo de pilastras, la talla de grustescos, etc. La obra se debería acabar en junio de 1604.
Portada
Un gran arco triunfal sirve de entrada, adornando con relieves de grutesco realizados en estuco las pilastras que cargan sobre ricos basamentos de jaspe y mármol negro con ornamentación de incrustaciones. Se cubre el arco con un frontón partido en cuyo centro va el escudo del arzobispo Martín Terrer de Valenzuela. Culminando este frontón van las alegorías de las tres virtudes teologales y dos figuras humanas acostadas que hacen recordar el Día y la Noche de Miguel Angel; en las enjutas del arco, la Abundancia y la Justicia en bajo relieve. Se cierra la puerta con una reja de bronce dorado muy clasicista, adornada con columnas corintias, cuyos tercios inferiores tienen representaciones de guirnaldas y “ putti “.
Capilla
El interior es también majestuoso; se cubre con una cúpula ligeramente oval sobre pechinas en las que se han representado en altorrelieve las figuras de los cuatro evangelistas; la cúpula, con linterna, se adorna con casetones decorados con puntas de diamante y clípeos en relieve muy pronunciado y todo policromado. El zócalo de la capilla es de azulejo aragonés de fines del siglo XVI y principios del XVII.
Retablo
El frente de la capilla lo ocupa un rico retablo de escultura sobre madera estofada y policromada. Este retablo consta de banco y tres pisos, cada piso con cinco calles, salvo el superior, que al ser el remate, tiene sólo tres. La mazonería es de columnas corintias con los tercios inferiores adornados con guirnaldas y “ putti “, frisos quebrados con grutesco y cartelas, frontones curvos y partidos, todo de una gran movilidad escultórica.
Las escenas representadas son: En el banco: La Visitación, el Nacimiento de la Virgen y Presentación del Niño en el templo. Primer cuerpo: Nacimiento de Jesús, Anunciación y Circuncisión; en los extremos laterales, dos apóstoles, Santa Cecilia y Santa Catalina de Alejandría. En el segundo piso, la Epifanía, Asunción y Coronación y Presentación de la Virgen en el templo; a los lados, dos obispos. Tercer piso: Crucifixión con la Virgen y San Juan; a los lados, dos santos diáconos: San Lorenzo y San Vicente. Los muros laterales de la capilla van cubiertos por cuatro representaciones bíblicas realizadas al fresco, pero enmarcadas a modo de lienzos. Sobre ellas, los cuatro padres de la Iglesia. Las escenas representadas son: Melquisedec entregando los panes a Abraham ( Génesis, 14 ), Paso del Mar Rojo ( Ex. 14), Moisés sacando agua de la roca y El maná, todas acompañadas de sus correspondientes inscripciones.
Bajo estas pinturas corre un friso realizado al fresco con representaciones en grisalla de una serie de amorcillos en distintas faenas. Los motivos representados son los siguientes: la Fuente de la Vida, al Arca de la Alianza, Candelabro de los siete brazos y elaboración de panes, Ara sacrificial, la Tierra prometida, Cordero Sacrificial, Incienso, Cosecha de vino y trigo, perdices, la adoración de la serpiente; todo temas alusivos a la Eucaristía. En la bóveda de una pequeña hornacina en la que se cobijaba la pila bautismal se ha representado la aparición de Dios a Moisés en la zarza ardiente.
En el suelo está la lauda sepulcral en bronce con la figura del arzobispo de Zaragoza, D. Martín Terrer.
Toda la capilla es obra de los primeros años del siglo XVII y fue costeada por la familia Terrer, especialmente Pedro, hermano del arzobispo, que es a quien se debe la dedicatoria escrita entrando a la izquierda: “HANC CAPELLAM AEDIFICAVIT PETRUS TERRER AD GLORIAM ET HONOREM OMNIPOTENTIS DEI EIUSQUE GENITRICIS VIRGINIS MARIE CUIUS ANUNCIATIONI DICATA EST EAMQUE PERIECIT ANNO M 609 . PRIMA CALENDAS NOVEMBRIS.”
El retablo lo realizó Juan Miguel Orliens escultor afincado en Zaragoza, entre 1605 y 1609, según documentó Gonzalo Borrás, quien dedicó a la vez un preciso estudio a la escultura romanista en Aragón.
Reja
La reja es de le latón fundido y tiene alguna relación con la reja de la capilla de San Miguel de La Seo de Zaragoza, de Gabriel Zaporta ( 1570-1575 ). La reja la encargó Juan Miguel Orliens al rejero de Zaragoza, Juan Blanco. Está dividida en tres sectores en horizontal; el inferior es como el basamento.
Bibliografía
- BORRAS GUALIS, G.M. Juan Miguel Orliens y la Escultura Romanista en Aragón. I.F. el C. Zaragoza. 1980.
- Arce Oliva, Ernesto "Actividad de escultores de Calatayud en Daroca y el alto Jiloca a fines del siglo XVI y comienzos del XVII". Actas del V Coloquio de Arte Aragonés, pp. 11-36. Zaragoza, 1989.
