Carnavales (Cutanda)
Durante los carnavales, en Cutanda para el jueves lardero se decía "Longaniza en el puchero" y es cierto que era costumbre de comer la longaniza en conserva ese día.
Los carnavales duraban tres días y se recuerda que eran unos días de mucho movimiento y diversión en el pueblo, los hombres se disfrazaban de mujeres y viceversa. Generalmente con ropa vieja de los graneros, no había disfraces característicos, y mucha gente iba con la ropa de diario. Salía todo el que quería, solteros y casados, hombres y mujeres,... pero más la gente joven, solteros y hombres.
En todo caso siempre durante el día, durante la noche no se salía. Recuerdan que estaba prohibido taparse la cara, pero de hecho parece que sí que se tapaban o pintaban para que no se les reconociera. Además, por las calles había mucho ambiente y los jóvenes, se encorrían y manchaban con harina, ceniza y azulete. La gente aguantaba muy bien estas bromas y, si no lo hacía (sino era capaz de hacerlo) se quedaba en su casa sin salir, pues si salías te arriesgabas a acabar manchado.
Los que iban disfrazados recorrian las calles y a veces entraban a las casas, pero sólo si tenían confianza. Parece que también algún día incluso había baile.
Recuerdan que esos días se comía carne en las casas, cosa que, parece, no se hacía con tanta frecuencia en otras fechas. Los amigos y amigas se juntaban y hacían chocolate que se comía en las casas, en grupo, acompañado de buñuelos y moscatel.
Pedro María, un vecino de Cutanda, solía salir prácticamente todos los años, con una caña en cuyo extremo ataba un higo que los presentes debían coger con la boca, si intentaban cogerlo con la mano, les atizaba con una vara de mimbre que llevaba en la otra mano. Así, el marchaba zarandeando la caña con el higo delante de los chicos que corrían tras él intentando cogerlo. A veces los metía por todas las balsas y charcos para reirse y gastarles la broma.