Fiesta de la Santa Espina (Cuencabuena)
En la iglesia de Cuencabuena se veneraba una reliquia con la Santa Espina, que gozó siempre de gran veneración. Fue traída por un dominico, Fray Marco Asensio, a Cuencabuena. El 10 de mayo era la fiesta grande de Cuencabuena, cuando la reliquia era sacada en procesión. Actualmente se ha sustituido esta fiesta por una novena, en la que se recuerda la reliquia.
Antaño se celebraban del 10 al 12 de mayo, siendo el día 10, el de la Santa Espina, el de mayor fiesta. Duraban 3 días más la víspera, rezándose una novena nueve días antes. En esta ocasión acudían a Cuencabuena gentes de otros pueblos entre los que recuerdan, Ferreruela, Valverde, Collados, Lagueruela, Lechón, Lechago, Luco,... que acudían a por el pan bendito que se repartía en la Ermita de San Martín.
Las fiestas eran pagadas el primer día por el ayuntamiento y los otros dos los jóvenes.
La víspera
Por la tarde ya venían los músico y se hacía un pasacalles con música, tocada por el ciego de Lanzuela o los de Burbáguena. Tambien se hacían vísperas y completas en la iglesia, que son oraciones o lecturas litúrgicas al atardecer y al anochecer respectivamente.
El día de la Santa Espina
Se hacía un pasacalles antes de la misa y una procesión solemne por todo el pueblo, con la reliquia de la Santa Espina y la música tocaba marchando detrás de la imagen y del sacerdote.
Se sacaban dos banderas una blanca y una roja y la cruz, partiendo de la iglesia por el barrio alto, hasta el bajo, se cantaban los Gozos de la Santa Espina.
Ese día se bendecían los panes, única fecha en la que se hacía, cada uno llevaba su pan y había un cesto con panes que era común (dicen que para el que no tenía), y, tras ésta, se realizaba el reparto del pan bendito que había sido llevado en la procesión. Cada uno luego lo comía en casa, parece ser que era obligatorio que todos los miembros de la familia lo consumieran.
Después de la misa los mozos tiraban al palo, se "cargaba": con un saco o talega de trigo se apostaba a ver quien levantaba más; también se practicaba el juego de pelota en el frontón.
Por la tarde había baile, generalmente dos sesiones, que se realizaban en el trinquete. Al final de las sesiones se bailaba el baile de la zorra, que se hacía todos enganchados en hilera, portando el de delante una bara o zuriaga para darle al que iba en último lugar.
El segundo día
Por la tarde antes del baile, era cuando tenía lugar la corrida pedestre, que se desarrollaba desde el pajar del tio Bello y luego dando una o dos vueltas a la cerrada. Junto a esta cerrada se localiza un peirón denominado bajo, de San Antonio o de la Virgen del Rosario (tiene los tres nombres). La salida la daba el alcalde o un concejal, allí estaba la música. Había tres premios que recuerdan eran en dinero. Para los chicos también hacían corrida y les daban una perra gorda. Venían corredores de otros pueblos, y recuerdan a los de Ferreruela.