Filosofía
La filosofía es, etimológicamente, el amor por la sabiduría, el estudio de los problemas fundamentales que debe afrentar el hombre acerca de cuestiones como la existencia, el conocimiento, la verdad, la moral, la belleza, la mente y el lenguaje.
Es habitual distinguir dos sentidos a la palabra filosofía:
- Entenderla en su concepción teórica, la filosofía que aborda los problemas con un método crítico y sistemático, intentando argumentar racionalmente.
- Considerarla en su sentido práctico, aquella "filosofía de vida" que enfatiza las relaciones entre el pensamiento, la acción humana y sus efectos; principalmente la ética y la filosofía política.
Si nos centramos en el valle del Jiloca, encontraremos muestras de ambos sentidos filosóficos, aunque limitados a diferentes grupos sociales. La filosofía teórica, como otras muchas materias académicas, estuvo centrada en las ciudades y centros educativos de prestigio, sobre todo en Daroca y Calatayud. También la encontramos en muchos pensadores nacidos en nuestra tierra, especialmente religiosos, que desempeñaron su carrera profesional en Universidades lejanas.
En contraposición, la filosofía práctica, entendida como una determinada forma de vida elegida racionalmente, la podemos encontrar en todos los municipios del valle del Jiloca y en todas clases sociales.
Los ulemas musulmanes
La ciudad de Daroca ha destacado por sus escuelas de pensadores desde la época musulmana. En Daroca encontramos a finales del siglo XI un grupo de ulemas dedicados al estudio y a la enseñanza en todas sus ramas, a la filosofía teórica.
Aunque residían en Daroca, era un grupo muy vinculado a la ciudad de Zaragoza. Su desarrollo quedó truncado por el avance de las tropas cristianas y la conquista de Daroca, lo que les obligó a emigrar, continuando sus estudios en zonas más tranquilas. Destacan las figuras de:
- Abd Allah b. Yausan al Azdi
- Abd al-Aziz b. Muhammad al Ansari al-Dawraqi
- Abd Allah Muhammad b. ibrahim b. Said b. Abd Allah, ibn Ziryab
- Abu l-Qasim Muhammad b. Abd al-Aziz b. Muhammad b. Asid b. Muawiya b. Dawud al Znsari al-Dawraqi
- Azkariyya Yahya Abd Allah b. Jayr al-Darwaqi
- Abu l-Hasan Ali b. Muhammad b. Yahya b. Abi l-Afiya al-Ansari
Los pensadores cristianos
A partir de la conquista cristiana desapareción el grupo de ulemas y la práctica de la filosofía. En la ciudad de Daroca quedaron algunos arcedianos y sacerdotes vinculados a sus iglesias que escribieron numerosos libros, todos relacionados con los Corporales y diversos temas religiosos. También encontramos algunos pensadores en los centros educativos de esta ciudad, pero la práctica filosófica, sobre todo la académica, prácticamente desapareció.
Encontramos algunos sabios y pensadores naturales de los pueblos del valle del Jiloca aunque, con escasas excepciones, desarrollaron habitualmente su carrera profesional lejos de sus lugares de origen. Podemos destacar a los siguientes:
- Rubio, Guillermo. Filósofo y teólogo nacido en Villafranca del Campo.
- Albo, Iucef, médico y filósofo de Monreal del Campo.
- Casado, Jerónimo. Teólogo de Paracuellos de Jiloca
- Sánchez Ciruelo, Pedro, de Daroca
- Madre Moya, José, franciscano de Torrecilla del Rebollar.
- Bernad Julián, José Antonio, natural de Navarrete del Río.
La filosofía como forma de vida
Indudablemente, todos los hombres y mujeres utilizan el razonamiento para valorar sus condiciones de vida y reflexionar sobre diversos aspectos que atañen a las relaciones humanas. Aunque no se realice conscientemente, muchas de las decisiones que tomamos se realizan desde un posible análisis crítico. Los hombres y mujeres nacen, viven y mueren en sociedades concretas y, aunque sus decisiones están condicionadas por las estructuras sociales vigentes en cada momento, muchas son tomadas de forma libre y soberana, contradiciendo lo que en ese momento se consideraba "normal".
La normalidad y lo que se espera de cada persona depende mucho de la clase social. En Aragón, a finales del siglo XIX y principios del XX, se popularizó el llamado "baturrismo" como una visión estereotípica de los estratos agrarios de la sociedad. En esta, se presentaba a los baturros como personas pícaras de vida simple, habitualmente guiadas por el hedonismo, pero nobles y de buen corazón. La corriente, que pretendía mostrar de forma burlona el modo de vida rural, fue popularizada por autores como Gascón Baquero, Teodoro.