Grañén, Blasco de
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Blasco de Grañén, también llamado «Maestro de Lanaja», fue un pintor gótico activo en Aragón desde 1422.
Vivió en la primera mitad del siglo XV, extendiendo su trabajo por todo Aragón y siendo uno de los mejores representantes aragoneses de la pintura gótica. De estilo vivaz y cuidado, próximo al campo de la miniatura, destaca por su descripción minuciosa de ropajes, construcciones y paisajes.
Con taller en Zaragoza, y de reconocida fama, llegó a ser nombrado pintor del rey Juan II de Aragón. Tuvo como ayudante, entre otros, a Pedro García de Benavarre, con quien realizó en 1445 unos retablos para el monasterio de San Pedro de Siresa (Huesca).
En el momento de su muerte, octubre de 1459, su viuda, doña Blanca de Tena, junto con don Pedro Oriz, clérigo y rector de la iglesia de Santa Cruz de Zaragoza, parroquia a la que pertenecía el matrimonio Grañén por razones de vecindad, como ejecutores de las últimas voluntades del artista, se hicieron responsables de dar terminación a lo que el pintor había dejado sin concluir, el retablo de Épila y el retablo de Ejea de los Caballeros entre otros trabajos. Se encargó de la finalización de las obras su sobrino, el pintor zaragozano Martín de Soria, documentado en Zaragoza desde 1449 hasta 1487. Los trabajos de mazonería continuarían a cargo de los hermanos Sariñena, quienes darían por cumplida su labor a comienzos del mes de abril del año 1464.
OBRAS EN EL JILOCA:
- h.1440. Se le atribuye el retablo de San Blas de la iglesia parroquial de Anento, uno de los de mayor tamaño de todo Aragón y el único de gran formato del autor conservado íntegramente. Cubre completamente la cara interior del ábside del templo y consta de 37 tablas. Está dedicado a San Blas, la Virgen de la Misericordia y Santo Tomás Becket. Hay controversia en cuanto a las fechas en que fue pintado. Unos dicen que fue pintado entre 1415 y 1435 y otros entre 1431 y 1456, éstas últimas, fechas en las que don Dalmau de Mur era arzobispo de Zaragoza, ya que, como se ha dicho, su escudo de armas aparece en la predela; por su estilo parece que habría que situarlo en torno a 1440. Si en un principio se pensó que el autor pudo ser un seguidor de Pascual Ortaneda, recientemente se ha atribuido a Blasco de Grañén. Ha sido restaurado recientemente con excelentes resultados.
- Se le atribuyen de igual manera algunas tablas del retablo dedicado a la Virgen en Villarroya del Campo, donde trabajó con Jaime Arnaldín
Otros materiales
Bibliografía
- LACARRA DUCAY, Mª del Carmen; MARCOS, Ángel (1991): Joyas de un patrimonio. Retablo de San Salvador. Ejea de los Caballeros, Zaragoza. Zaragoza, Centro de Estudios de las Cinco Villas
- MORTE GARCÍA, Carmen (dir.) ; Margarita Castillo Montolar (coord.) (2009): El esplendor del Renacimiento en Aragón. Zaragoza, DGA
- Mañas Ballestín, Fabián (1979): Pintura gótica aragonesa. Zaragoza, Guara
- Mañas Ballestín, Fabián (2014): Artistas del Jiloca (Inédito).
