Iglesia parroquial de Burbáguena
La iglesia de Burbáguena supone “una pequeña isla barroca en pleno corazón mudéjar”. Se construyó sobre una primitiva iglesia en el año 1544, siendo ampliada en 1592 y derribada en 1745. Fue en 1746 cuando se iniciaron las obras del actual templo, que según el estudio de José María Carreras, se efectuó en varias fases, finalizando el grueso de las obras en 1763. Su portada data de 1768.
El maestro de obras de la construcción fue Francisco Subirón, natural de Anento y vecino de Burbáguena. En 1851, se llevó a cabo una reparación en la que participaron los ciudadanos del pueblo, el Ayuntamiento y la Casa Real. El 5 de febrero de 2002, apareciendo publicado en el Boletín Oficial de Aragón, fue declarada como Bien de Interés Cultural en el Censo General del Patrimonio Aragonés.
El padre Faci cita una Leyenda de Santa Ana vinculada a una de las antiguas capillas, hoy en día desaparecida.
Elementos destacables
La torre, de influencia mudéjar, fue decorada con ladrillos, siendo terminada en 1774.
Quedan muy pocos retablos originales. En 1963, el pintor zaragozano, Alejandro Cañada, pintó diferentes Pasos en el interior del templo. Donde ahora se encuentran las pinturas, anteriormente había unos preciosos retablos, muchos de ellos desplazados a otros pueblos para decorar algunos templos que sufrieron los desastres de la Guerra Civil y la demolición de sus iglesias. De los que permanecen en el interior del templo se pueden destacar los siguientes:
- El Retablo Mayor de la Iglesia representa a Nuestra Señora de los Ángeles y data de 1790.
- La mayor parte de los retablos e imágenes que guarda son de estilo barroco, bien del XVII, como los retablos de San Juan Bautista y la Virgen del Pilar, o el San Miguel y un Cristo de la sacristía; bien del XVIII, como el retablo de la Virgen del Rosario y un Santo Cristo en el lado de la epístola, entre otros.
- En el siglo XIX el pintor Narciso Lalana realizó los lienzos de la Visitación y el del Nacimiento, que hoy se sitúan en el crucero, encargados por D. José de Latorre y Osset. En 1879 Salvador Gisbert pintó dos lienzos que representan a San Ramón Nonato y un lienzo de San Agustín. Más reciente es la serie de cuadros en torno a la vida de Jesús sobre táblex que ornamentan ambos lados de la iglesia, obras realizadas a principios de los años 60 por el olietano Alejandro Cañada. Se trata de las siguientes pinturas:
- Pintura Santa Cena (Burbáguena)
- Pintura Fundación de la Iglesia (Burbáguena)
- Pintura Taller de Nazaret (Burbáguena)
- Pintura Coronación de la Virgen (Burbáguena)
- Pintura Resurrección (Burbáguena)
- Pintura del Calvario (Burbáguena)
Entre las piezas de orfebrería procedentes de la parroquia se documenta una rica colección, la más antigua es una cruz procesional plateresca en plata realizada en taller darocense en el segundo cuarto del XVI. Diego de Valdeolivas labró en su taller de Sigüenza el relicario de plata dedicado a Santa Librada, fechado en 1569. La custodia arqueta se realizó en dos momentos distintos: el pie y arqueta pertenece al XVI, mientras que el Sol decorado de pedrería data del segundo cuarto del XVIII. De comienzos del XVII se conserva un copón barroco en plata sobredorada realizado en Zaragoza. En el mismo siglo Miguel de Fortunat donó dos bandejas y una pareja de cetros procesionales fechados en 1622, procedentes de un taller aragonés. Completa el conjunto un incensario neoclásico realizado por el platero cordobés Antonio Ruiz de León a comienzos del XIX, de la misma época que los relicarios de San Pedro Mártir y San Bernabé, realizados en 1804 y 1805 por Cardiel
Se desconoce a ciencia cierta el autor del órgano, construído según modelos vigentes en el siglo XVII.