Juegos
Los juegos, en su sentido más amplio, son un hecho natural, que surgía de una manera espontánea y que ha acompañado al ser humano a lo largo de su vida. Los que denominamos juegos tradicionales estaban unidos a una forma de vivir y de entender la vida.
Juegos de niños
Al igual que ocurre con los adultos, los juegos de niños y niñas están muy marcados por sexos. Con la ventaja por parte de los pequeños, de estar menos atados a convencionalismos lo que les permitía jugar conjuntamente. Sin olvidar que algunos de los juegos, por sus características propias, se practicaran exclusivamente por un sexo u otro.
Para los niños, todo el pueblo era su campo de juego. Había determinados sitios que, podemos decir, que eran el lugar por excelencia, donde solían quedar, como la plaza mayor, que en muchos casos era donde se encontraba el ayuntamiento, o casa del pueblo. Y donde también se solían encontraban las escuelas y el trinquete, en ocasiones, estaba todo en el mismo edificio.
Curiosamente, los juegos chapas, canicas, cartetas, santos etc. en los que se jugaban el propio material de juego, existía siempre el riesgo de perderlo todo y quedarse sin nada. Al igual que ocurría con los adultos, que se jugaban el dinero, los niños lo hacían con sus bienes más preciados. Este hecho se repetía con mucha frecuencia. De hecho, existía un nombre especifíco , para cuando esto ocurría y era espollinar, que significaba que te habían ganado todo y te habías quedado sin nada.
- Algunos juegos estaban muy vinculados a los de los adultos, a los cuales gustaba imitar. Podemos destacar los siguientes: el tanganillo, las charpas, a cara o culo, al palmo, al geme, a montar, etc.
- Otro elemento de juego muy característico de los niños eran las canicas.
- Un juego que podríamos afirmar, se jugaba en todos los pueblos, era el churro.
- En los juegos de saltos había varias modalidades: corre calles, el cero o la pídola, “a la una salta la mula”,
- También, eran muy aficionados a jugar a toros.
- El juego de tabas
Juegos de niñas
Las niñas también practicaban juegos, que eran casi exclusivamente femeninos, aunque como ocurría con los chicos, siempre había algún niño dispuesto a jugar con ellas.
Estos juegos, tienen algunas características diferentes a las practicadas por los chicos, sobre todo eran menos violentos y menos competitivos, uno de los juegos que se atribuye a las niñas por excelencia, son las tabas, de este juego encontramos varias modalidades, se podía jugar con cuatro tabas y un pitón , con doce, con seis etc. Entre ellas se prestaban el material de juego, para así poder jugar aunque no tuvieran, como ocurría con las tabas y las agujas principalmente. Al terminar el juego, cada una volvía a coger su material. A la pregunta de cómo no se jugaban las tabas de verdad, te contestan que era complicado conseguir una taba y por eso mismo, no se las jugaban y las pintaban para saber cuales eran las suyas y no perderlas.
- Las tabas, con una variante que no era igual que los niños.
- Las agujas y las canicas
- Las moricas
- El plato de harina
- El juego de las calderas.
- El corro es un juego de niños pequeños, que las niñas prolongaban un poco más.
- Otros juegos que iban unidos a una canción eran el Pasimisi o pasacalles y la sillita la reina.
Canciones y retahílas
Muchos juegos iban relacionados con varios tipos de canciones, dichos y retahílas que se cantaban o recitaban para comenzar o para poder realizar el juego. También se utilizaban para imponer un tipo de castigos o las diferentes formulas para elegir los compañeros de juego, sortear el comienzo o incluso sortear el que la paga.
En algunos momentos hemos presentado varias canciones o retahílas, que parece se repiten, en todas se presenta alguna variación, se trata de poder observar, como el juego es algo vivo, y por ello cada localidad, realizaba sus propias composiciones.
- Las formulas para elegir en el juego son muchas y muy variadas, podemos encontrar formulas como la pajita más larga, o a pies o suelas que es una de las más comunes, y también encontramos, las que son unas rimas que pueden tener o no sentido, todas ellas tienen una finalidad y es la de elegir para realizar grupos de juego, o para determinar quien paga en el juego.
- Las canciones de comba se cantaban, mientras las niñas estaban saltando a la comba, las que saltaba, y las que posaban tenían que ir haciendo lo que la canción o el juego decía, las que posaban solían ser las que marcaban los juegos, para que las otras niñas se equivocaran y a si poder saltar ellas.
- Para los pasacalles las niñas se ponían en dos filas, unas en frente de las otras, por el centro pasaba una niña bailando y realizando lo que la canción marcaba.
- El juego de las canciones en corro consistía en que un grupo de niños y niñas, se ponían en corro, dándose la mano, bailaban en circulo cantando canciones, que habían aprendido o incluso inventaban o cambiaban estrofas en las conocidas, estas canciones solían marcar unas consignas que los niños hacían, en ocasiones uno de los niños se colocaba en el centro del corro y hacia lo que los demás cantaban.
Niños y niñas compartiendo los mismos juegos
Los niños y las niñas, además de tener sus juegos específicos, como ya hemos visto, compartían un montón de juegos, y era muy habitual verlos correr por las calles y plaza.
Jugaban al escondite, te veo, al bote, esconde cucas, a la lata, cheira, todos ellos tienen un elemento común el esconderse, pero cada uno de ellos, tenia unas normas especificas que lo diferenciaba. Otra modalidad es a pillar, tú la llevas, jaraba, la gancha, al mango la azada, pillo cataplin, a la vea cu, la jarabulla, a la saca paja, etc. en ellos, él jugador al que se le pillaba se eliminaba del juego, esperaba en un sitio delimitado previamente, a ser salvado, o se unía de la mano con el que pagaba, para seguir pillando al resto de los niños.
Cuando se juntaban en el trinquete, o en lugares como el patio del ayuntamiento, en espacios que estuvieran más o menos delimitados, se realizaban juegos como los Pairones, el pañuelo, a la coz coz, el padre jaco, estos dos últimos son juegos de pillar, pero con el impedimento de que se realizaban a la pata coja, en otro como en el sapito trabado, además de los ojos tapados, también llevaban los pies atados, otros juegos con los ojos tapados eran las tinieblas, al conejo, la aceituna, al escucumagro. También se aprovechaban los espacios pequeños para jugar a las cuatro esquinas
En los días de las fiestas los niños también tenían su momento, se solían organizar las llamadas cucañas. Otro tipo de juegos, más esporádicos, empleaban animales, como el del cochino enjabonado, los pollos colgados bocabajo o la carrera del gallo.
Juegos y costumbres entre los mozos y mozas
A partir de los catorce años encontramos varios juegos practicados conjuntamente por chicos y chicas, convirtiéndose en una forma social de relacionarse. Los juegos más habituales eran los de prendas, donde el que perdía, fuera chico o chica, tenía que dejar una prenda y más tarde cumplir una prueba, para poder recuperarla.
Otros juegos en los que participaban chicos y chicas, eran el de la gallina ciega, a tapar los ojos, al cepo quieto… En estos juegos a uno de los participantes le tapaban los ojos y, en un espacio que solía estar delimitado, como el trinquete, una paridera…, tenía que pillar a los demás. Una vez conseguido, debía intentar adivinar quién era.
Los juegos de palabras, que podían dar a confusión, también eran muy practicados, como el del monte bellaco. Para las fiestas, en el baile, se hacían juegos en los que participaban mozos y mozas: El juego de las sillas, el de la escoba o la carrera del candil, donde los chicos se colgaban un candil en la bragueta del pantalón y las chicas tenían que ir encendiéndolo. Otro baile era el del papelón, se ponían unas hojas de periódico, cogidas del pantalón y mientras bailaban tenían que ir quitándoselas a las parejas contrarias y a su vez intentando que no les quitaran la suya.
Un juego de gran arraigo y tradición que practicaban los jóvenes, era la estornija. En el juego se solían apostar la merienda, huevos, un conejo, la chocolatada… Se trataba de tener una excusa para preparar una merienda, que pagaba el equipo perdedor, pero que disfrutaban todos en armonía. En Semana Santa las mozas solían practicar el juego del cántaro. Los mozos, por su parte, comenzaban a practicar juegos de adultos, como el tiro de barra, levantamiento de talega y otros, para demostrar su fuerza, o el denominado volteo de banderas.
Juegos de mujeres
Cuando hablamos de juegos tradicionales, en edad adulta, las mujeres casi se centran exclusivamente en los bolos o birlas.
Juegos de hombres
Los juegos que se practicaban los hombres en el valle del Jiloca eran mucho más variados que las mujeres, destacando los bolos o bolinches, las charpas, el tanganillo, el juego de la romana, las tejas, sacos de arena, talega de trigo, tiro del palo. En Calamocha y Torre los Negros también se jugaba mucho a la gayola.
Todos eran juegos de apuestas, realizados en un ambiente festivo. No importaba el día de la semana que fuera, aunque los días que más se practicaba era cuando el tiempo impedía el trabajo en el campo, o en épocas de menos faena (trabajo). Los chicos más pequeños se solían acercar y aprendían estos juegos observando a los mayores.
Hasta los años sesenta del siglo XX se jugaba de una manera continuada; cuando empezó a marchar la gente a la ciudad o como temporeros al extranjero, cada vez era menor el número de gentes que se reunían, hasta que prácticamente acabó desapareciendo en los años setenta. No se saben con certeza, cuando dejaron de reunirse a jugar, pero las personas más mayores, sí seguían jugando a algunos juegos. Los corrillos de calle fueron sustituidos por los bares, y muchos de estos juegos a su vez, cambiaron por las partidas de guiñote.
Encontramos otros juegos que se solían practicar en las fiestas y romerías. Estos días de reunión eran muy propicios para practicar juegos, ya que al juntarse gentes de varias localidades, se picaban entre ellos y así, la competición era más animada: la pelota, tiro de barra, tiro de bola, la carrera de pollos, competiciones de salto a tres blincos, carreras de entalegados (con los pies atados con la cintura), o corridas de burros, etc.
Estudiosos y promotores de los juegos tradicionales
En las comarcas del Jiloca y Daroca, son varias las personas que merecen una mención especial, por su dedicación a los juegos tradicionales. Sobre todo, por seguir practicando los juegos, consiguiendo que no cayeran en el olvido, a lo largo de los años.
- Vicente Palacios, Francisco, monrealero de adopción, aunque natural de Calatayud.
- Sauco Julián, Constancio, natural de Manchones, gran promotor del tiro de barra.