Diferencia entre revisiones de «Lázaro Muñoz, Francisco»

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Herrero de Torrijo del Campo.
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Herrero nacido en [[Caminreal]], hijo y descendiente de una familia de herreros - forjadores originarios de [[Torrijo del Campo]].
 
 
La creatividad artesana de los Lázaro, se inició a principios del siglo XIX con Agustín Lázaro, su bisabuelo, que después de haber efectuado su servicio militar en Marruecos, donde aprendió el oficio, puso en Torrijo del Campo un pequeño negocio de herrar caballerías, labor demandada entonces en las zonas rurales. De su servicio militar en Marruecos, les viene el apelativo de “los marroquines”, denominación por la que aún hoy se conoce a sus descendientes.
 
 
El taller lo transformó y amplió su hijo Valentín Lázaro (padre de Francisco), al que incorporó el arreglo de armas de fuego. Herrería-armería que logró ser centro neurálgico en la zona, por la calidad de sus trabajos y por la  singularidad armera de que se hizo alarde, en tiempos en que era frecuente la posesión de armas de fuego, como pistolas y de escopetas para la caza, lo que atraía gran numero de clientes, no solo del entorno sino también de lejanas localidades. Se recuerda que se identificaba el establecimiento con la reproducción en tamaño natural de dos pistolas trabucos, colgando junto a la puerta de entrada.
 
 
Valentín tuvo tres hijos, Florinda, Pascual y Francisco, mientras los dos primeros continuaron la tarea junto a su padre en su natal Torrijo, la saga de los Lázaro en Caminreal la inició Francisco, que montaba en 1945 un pequeño obrador en el Barrio de San Blas de la localidad. Es en este año cuando se casó con Aurora Muñoz. El trabajo de herrador y templador de hierro, lo complementaba con labores agrícolas en temporadas de siega, azafrán o remolacha, ya que los tiempos eran difíciles, iban cambiando y proliferaban los profesionales dedicados a esta tarea.
 
 
Francisco Lázaro (Paco), nació en Caminreal. Desde pequeño complementaba su asistencia a la escuela con la ayuda a su padre, tanto en las labores agrícolas como en las del taller, gozando de una especial sensibilidad y habilidad en el trabajo de la forja, su verdadera afición. Heredado de familia la tarea con el hierro, la complementó trabajando durante un corto periodo de tiempo en la herrería de Miguel Pamplona en Calamocha, para volver meses después con su padre a Caminreal, al que pronto relevó en la responsabilidad del taller. De carácter afable y tranquilo, indudable característica que deben tener los buenos artesanos, vio alterada su vida en 1965, año que nunca olvidará y que le marcó un antes y un después en sus proyectos. Trabajaba en esas fechas como asalariado en la empresa Caminreal Industrial, cuando fallecía su madre Aurora, pocos meses antes de su incorporación a filas, que efectúo en el Cuerpo Automovilista de Madrid. A la vuelta del Servicio Militar, contrajo matrimonio con Pilar Sánchez con la que tiene tres hijos, Nuria, Alberto y Raquel.
 
 
Tuvo que hacerse cargo del negocio familiar al sufrir su padre, a consecuencia del fallecimiento de su mujer, una fuerte depresión y abatimiento. En recuerdo a sus progenitores conserva un alicate con el nombre grabado de su madre Aurora y del que asegura que es una obra muy difícil de realizar por su perfecta confección.
 
 
La originaria ubicación del pequeño taller del Barrio de San Blas, se había visto trasladada en 1949 a su actual situación en el del Fuerte, con reformas y ampliaciones en 1966 y 1979 que han dado lugar a la actual nave. Conserva el recuerdo de aquellos tiempos pasados, mas artesanos, con hábiles trabajadores manuales en la localidad como los carreteros José Royo, Isaac y Leoncio Rodríguez o Pascual Navarro, a los herreros competidores suyos como el viejo Abel, o ya más cercanos en el tiempo a Fabián Cervera y a Gaspar Herrero que procedente de Rubielos de la Cérida fue el último en cerrar su  taller. Rememora también antiguos proveedores habituales de aquellos tiempos, hoy ya no en activo, como Manuel Montaña, Usón o a los Hijos de M. Mateo. En cuanto a forjadores puros, sin concretar nombres admira los numerosos trabajos que hay en Rubielos de Mora y sobre todo, aquí si concreta, a Jarreta de Albarracín del que ha visitado su museo exclusivo en obras de forja.
 
 
En la comarca no cree que haya existido un forjador que destacase. En las actuales instalaciones conserva varios de los útiles de sus anteriores talleres, como la fragua, un yunque, tenazas, fuelles, cinceles, martillos, limas, punzos,... Se ha pasado del trabajo de su padre en arreglos de caballerías, herrando mulas y caballos, al de los tiempos de las gabilleras, atadoras, rulos, cultivadores, útiles de albañilería... El cambio constante de los tiempos obligaba actualizarse si se quería  subsistir, abarcando también tareas como la construcción de silos de almacenaje o fabricando cubas de purines. Incluso intervino en los trabajos metálicos de las centrales telefónicas de Utrillas y Molina de Aragón.
 
 
El trabajo del herrero ha cambiado en la actualidad, su hijo Alberto continúa la sasa familiar con la dirección de Metálicas Lázaro S.L.(Caminreal).
 
 
 
OBRA EN EL JILOCA:
 
Es en el propio pueblo de Caminreal donde más abundan, pudiendo verse también en Torrijo, Navarrete, Bañón, El Poyo, Fuentes Claras, Monreal, Calamocha, Ojos Negros,... ejemplos de su habilidad, existiendo en diversos edificios particulares, originales rejas, balcones, puertas, verjas, marquesinas, farolas,... así como veletas o capillas y cruces para peirones.
 
Son también trabajos de Francisco Lázaro, el entorno de la ermita de la Virgen de las Cuevas, la restauración – renovación de los aderezos en la puerta de la Iglesia de Caminreal o la rejería del acondicionado Parque de San Roque de esta localidad. Las puertas y rejas de los Campos Santos de Torrijo y Caminreal son así mismo labor de los Lázaro. También la restauración y remodelación de los adornos ornamentales en la puerta de la Catedral de Teruel. Posee una amplia colección de figuras y complementos forjados, como diversas cabeceros de cama, que se llegaron a comercializar con destino a Cataluña, pies de mesa, sillas, botelleros, romanas, brocales de pozos, fogones, rosetones o reproducciones de animales como grullas y gallos.
 
== Otros materiales ==
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==Bibliografía==
*Alcañiz Gutiérrez, Angel; Alcañiz Galve, Montse (2007): ``Francisco Lázaro Muñoz. La forja de un herrero. Cuadernos Del Baile de San Roque, 20, 79-92
 
 
 
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[[Categoría:Diccionario de artistas]] [[Categoría:Forja de hierro]][[Categoría:Siglo XX]]

Revisión del 20:31 19 may 2015

Autor Lázaro Muñoz, Francisco
Localidad de referencia Caminreal
Nacimiento Caminreal, 14-08-1946
Defunción ,
Área de trabajo Forja de hierro
Obras representativas Iglesia parroquial de la Asunción de Nuestra Señora


Herrero nacido en Caminreal, hijo y descendiente de una familia de herreros - forjadores originarios de Torrijo del Campo.


La creatividad artesana de los Lázaro, se inició a principios del siglo XIX con Agustín Lázaro, su bisabuelo, que después de haber efectuado su servicio militar en Marruecos, donde aprendió el oficio, puso en Torrijo del Campo un pequeño negocio de herrar caballerías, labor demandada entonces en las zonas rurales. De su servicio militar en Marruecos, les viene el apelativo de “los marroquines”, denominación por la que aún hoy se conoce a sus descendientes.


El taller lo transformó y amplió su hijo Valentín Lázaro (padre de Francisco), al que incorporó el arreglo de armas de fuego. Herrería-armería que logró ser centro neurálgico en la zona, por la calidad de sus trabajos y por la singularidad armera de que se hizo alarde, en tiempos en que era frecuente la posesión de armas de fuego, como pistolas y de escopetas para la caza, lo que atraía gran numero de clientes, no solo del entorno sino también de lejanas localidades. Se recuerda que se identificaba el establecimiento con la reproducción en tamaño natural de dos pistolas trabucos, colgando junto a la puerta de entrada.


Valentín tuvo tres hijos, Florinda, Pascual y Francisco, mientras los dos primeros continuaron la tarea junto a su padre en su natal Torrijo, la saga de los Lázaro en Caminreal la inició Francisco, que montaba en 1945 un pequeño obrador en el Barrio de San Blas de la localidad. Es en este año cuando se casó con Aurora Muñoz. El trabajo de herrador y templador de hierro, lo complementaba con labores agrícolas en temporadas de siega, azafrán o remolacha, ya que los tiempos eran difíciles, iban cambiando y proliferaban los profesionales dedicados a esta tarea.


Francisco Lázaro (Paco), nació en Caminreal. Desde pequeño complementaba su asistencia a la escuela con la ayuda a su padre, tanto en las labores agrícolas como en las del taller, gozando de una especial sensibilidad y habilidad en el trabajo de la forja, su verdadera afición. Heredado de familia la tarea con el hierro, la complementó trabajando durante un corto periodo de tiempo en la herrería de Miguel Pamplona en Calamocha, para volver meses después con su padre a Caminreal, al que pronto relevó en la responsabilidad del taller. De carácter afable y tranquilo, indudable característica que deben tener los buenos artesanos, vio alterada su vida en 1965, año que nunca olvidará y que le marcó un antes y un después en sus proyectos. Trabajaba en esas fechas como asalariado en la empresa Caminreal Industrial, cuando fallecía su madre Aurora, pocos meses antes de su incorporación a filas, que efectúo en el Cuerpo Automovilista de Madrid. A la vuelta del Servicio Militar, contrajo matrimonio con Pilar Sánchez con la que tiene tres hijos, Nuria, Alberto y Raquel.


Tuvo que hacerse cargo del negocio familiar al sufrir su padre, a consecuencia del fallecimiento de su mujer, una fuerte depresión y abatimiento. En recuerdo a sus progenitores conserva un alicate con el nombre grabado de su madre Aurora y del que asegura que es una obra muy difícil de realizar por su perfecta confección.


La originaria ubicación del pequeño taller del Barrio de San Blas, se había visto trasladada en 1949 a su actual situación en el del Fuerte, con reformas y ampliaciones en 1966 y 1979 que han dado lugar a la actual nave. Conserva el recuerdo de aquellos tiempos pasados, mas artesanos, con hábiles trabajadores manuales en la localidad como los carreteros José Royo, Isaac y Leoncio Rodríguez o Pascual Navarro, a los herreros competidores suyos como el viejo Abel, o ya más cercanos en el tiempo a Fabián Cervera y a Gaspar Herrero que procedente de Rubielos de la Cérida fue el último en cerrar su taller. Rememora también antiguos proveedores habituales de aquellos tiempos, hoy ya no en activo, como Manuel Montaña, Usón o a los Hijos de M. Mateo. En cuanto a forjadores puros, sin concretar nombres admira los numerosos trabajos que hay en Rubielos de Mora y sobre todo, aquí si concreta, a Jarreta de Albarracín del que ha visitado su museo exclusivo en obras de forja.


En la comarca no cree que haya existido un forjador que destacase. En las actuales instalaciones conserva varios de los útiles de sus anteriores talleres, como la fragua, un yunque, tenazas, fuelles, cinceles, martillos, limas, punzos,... Se ha pasado del trabajo de su padre en arreglos de caballerías, herrando mulas y caballos, al de los tiempos de las gabilleras, atadoras, rulos, cultivadores, útiles de albañilería... El cambio constante de los tiempos obligaba actualizarse si se quería subsistir, abarcando también tareas como la construcción de silos de almacenaje o fabricando cubas de purines. Incluso intervino en los trabajos metálicos de las centrales telefónicas de Utrillas y Molina de Aragón.


El trabajo del herrero ha cambiado en la actualidad, su hijo Alberto continúa la sasa familiar con la dirección de Metálicas Lázaro S.L.(Caminreal).


OBRA EN EL JILOCA:

Es en el propio pueblo de Caminreal donde más abundan, pudiendo verse también en Torrijo, Navarrete, Bañón, El Poyo, Fuentes Claras, Monreal, Calamocha, Ojos Negros,... ejemplos de su habilidad, existiendo en diversos edificios particulares, originales rejas, balcones, puertas, verjas, marquesinas, farolas,... así como veletas o capillas y cruces para peirones.

Son también trabajos de Francisco Lázaro, el entorno de la ermita de la Virgen de las Cuevas, la restauración – renovación de los aderezos en la puerta de la Iglesia de Caminreal o la rejería del acondicionado Parque de San Roque de esta localidad. Las puertas y rejas de los Campos Santos de Torrijo y Caminreal son así mismo labor de los Lázaro. También la restauración y remodelación de los adornos ornamentales en la puerta de la Catedral de Teruel. Posee una amplia colección de figuras y complementos forjados, como diversas cabeceros de cama, que se llegaron a comercializar con destino a Cataluña, pies de mesa, sillas, botelleros, romanas, brocales de pozos, fogones, rosetones o reproducciones de animales como grullas y gallos.

Otros materiales

Bibliografía

  • Alcañiz Gutiérrez, Angel; Alcañiz Galve, Montse (2007): ``Francisco Lázaro Muñoz. La forja de un herrero. Cuadernos Del Baile de San Roque, 20, 79-92


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