Nevero
Los neveros, denominados también "pozo de nieve" o "nevera", son construcciones destinadas a la conservación de la nieve compactada, alternando capas de nieve y de paja. Estas construcciones, por lo general, son circulares. Suele realizarse en forma de pozo excavado en la tierra con muros de contención y bóveda de aproximación de hiladas, de manera que la temperatura del mismo conservase el máximo tiempo posible la nieve. Dispone de aberturas para la introducción de la nieve y posteriormente la extracción del hielo. También existieron las construcciones de planta rectangular, pero estas son menos frecuentes. Forman parte de la denominada arquitectura del agua.
Como vemos, el agua no solo se ha empleado en estado líquido, sino que también se ha almacenado en estado sólido, tras las nevadas de los inviernos, para la cura o tratamiento de enfermedades y la conservación de alimentos.
La producción del hielo
Los trabajos en los neveros comenzaban en primavera, después de las últimas nevadas. Cogían la nieve con palas y la llevaban a los pozos de nieve, donde la prensaban para convertirla en hielo. Al pisar la nieve esta se compactaba, disminuyendo el volumen ocupado y conservándose más tiempo en forma de hielo. Después se cubría con tierra, hojas, paja o ramas formando capas de un grosor homogéneo.
Ya en verano, cuando algún vecino necesitaba hielo, sobre todo los enfermos para combatir las fiebres, se cortaban bloques de hielo que eran extraidos de los neveros durante la noche para evitar que se derritiera.
Con la aparición de los frigoríficos y la producción de hielo en forma industria, se evita la dependencia de la meteorología. Quedaban entonces obsoletos los almacenes de hielo y de nieve, así como las técnicas de recolección, almacenaje, extracción y transporte.
Neveros en el valle del Jiloca
Dentro del valle del Jiloca encontraremos neveros en numerosas localidades, destacando las siguientes: