Retablo mayor (Balconchán)
|
Este retablo de la iglesia de Balconchán está dedicado a la Virgen del Rosario. Mide poco más de 5 metros de alto por 5,5 de ancho. Está formado por un banco, dos pisos de tres calles y cuatro entrecalles y ático. Toda la mazonería aparece retocada con pintura de mala calidad; es de columnas abalaustradas en el banco y jónicas en el cuerpo del retablo con el tercio inferior decorado con guirnaldas.
El banco tiene doce tablas pintadas con las figuras de los doce apóstoles en posturas muy solemnes y con fondos de paisaje; de izquierda a derecha son: Santiago Alfeo, Matías, Bartolomé, Andrés y Juan, a la izquierda; Tadeo , Felipe, Mateo, Tomás y Santiago el Mayor; en el centro hay un tabernáculo de la misma época que lleva pintadas en los laterales las figuras de San Pedro y San Pablo. Tras una reciente restauración ha aparecido la figura de Cristo Resucitado en la puerta del tabernáculo.
En una hornacina del cuerpo del retablo está la talla de la Virgen del Rosario sobre la que se colocó el Espíritu Santo en forma de paloma.; a cada lado de esta calle central hay otra calle con pinturas y dos entrecalles con pequeñas esculturas. En las cuatro tablas pintadas se representa el Nacimiento de la Virgen y San Pedro y San Pablo, a la izquierda; en la calle de la derecha, la Asunción de la Virgen y San Quirico y Santa Julita.
Entre las dos calles laterales y la central hay dos entrecalles con pequeñas hornacinas en las que se hallan colocadas pequeñas esculturas de San Antón y San Blas, a la izquierda, y San Juan Bautista y Santo Toribio, a la derecha. Las entrecalles del exterior, junto al guardapolvos, cobijan las tallas de Santa Lucía y Santa Susana, a la izquierda, y Santa Águeda y Santa Quiteria, a la derecha.
El remate está ocupado por un bajorrelieve con el Padre Eterno, y a los lados, las tallas de los profetas Elías y Enoc. Corona el retablo una decoración de grifos y medallones con la figura de Cristo en el centro.
Un documento del año 1576, conservado en el Archivo de Protocolos Notariales de Daroca, y publicado por Carmen Morte, permite conocer con cierta aproximación el proceso de construcción de este retablo. En ese momento ya estaba construida la mazonería completa, se habían pintado las figuras del banco y se hallaban talladas las figuras de la Virgen del Rosario y la del Padre Eterno. En 1576, el Concejo de Balconchán contrató al escultor de Daroca, Julián de la Guardia, para que hiciese algunos arreglos en el retablo; éstos habían de ser los siguientes: Elevar todo lo posible la figura de la Virgen. Subir al remate la figura del Dios Padre y colocar en su lugar una paloma. Colocar un pequeño Crucifijo encima del Sagrario. Hacer diez arcos en las hornacinas de las entrecalles del retablo. La tarea más importante que se encomendaba a Julián de la Guardia era la de labrar diez esculturas para colocarlas en dichas hornacinas; éstas habrían de ser: Elías y Enoc, profetas, San Blas y San Torubio, San Juan Bautista y San Antón, Santa Quiteria, Santa Susana, Santa Lucía y Santa Águeda.
El mismo día se contrataba con el pintor Juan de Vera, vecino de Daroca, "el dorar y estofar y pintar el retablo”:, tanto las imágenes como los pilares y adornos. Debería pintar además los dos medallones del remate, con los profetas Moisés y David; y tenía que pintar los cuatro tableros con las historias siguientes: en los dos altos, la Concepción de Nuestra Señora y su Asunción; en los tableros de más abajo, San Quílez y su madre y en el otro San Juan y San Pablo.
Es así como aparece el retablo en la actualidad, a falta de la figura de San Juan Bautista que es de factura más moderna. Es posible que haya sustituido a otra figura de San Juan Bautista que se encuentra sobre una ménsula en una capilla de la epístola.
Se había insistido en la relación de este retablo con los creados por Gabriel Yoli a principios del siglo XVI; es el uso de columnas abalaustradas entre las que se forman templetes para colocar en ellos estatuillas; ésta son, en el retablo de Balconchán, bastante finas de talla, aunque algo torpes de expresión.
En cuanto a las pinturas, al menos las cuatro tablas del cuerpo del retablo son una muestra interesante de la pintura aragonesa del siglo XVI.
Otros materiales
Bibliografía
- Esteban Lorente, Juan Francisco y otros: Inventario artístico del partido judicial de Daroca. Realizado en los años 1975-1980 y revisado por Fabián Mañas Ballestín en 1999. Inédito.
- MORTE GARCÍA Carmen. “ Documentos sobre pintores y pintura del siglo XVI en Aragón, I I” Boletín del Museo e Instituto “ Camón Aznar “ XXXI-XXXII, 1988 Documento núm. 196, pp. 244-245.
- Mañas Ballestín, Fabián (2014): Artistas del Jiloca (Inédito).