Diferencia entre revisiones de «Sabina de Blancas»
Sin resumen de edición |
Sin resumen de edición |
||
Línea 1: | Línea 1: | ||
[[Imagen:sabina_blancas.jpg|thumb|Sabina milenaria]] | |||
Mención especial merece este árbol, sin duda una de las singuralidades arbóreas más interesantes de Aragón. En la partida de La Balsilla, entre [[Monreal del Campo]] y [[Blancas]], como reliquia de lo que debió ser espeso bosque de sabinares y carrascas transformado por la mano del hombre en tierras de labor, se encuentra esta milenaria sabina. Tiene una altura de 7’5 metros, escasa para lo que promenten los 3’6 metros del perímetro de su tronco, sin duda consecuencia de algún rayo que abatiría sus ramas altas. | Mención especial merece este árbol, sin duda una de las singuralidades arbóreas más interesantes de Aragón. En la partida de La Balsilla, entre [[Monreal del Campo]] y [[Blancas]], como reliquia de lo que debió ser espeso bosque de sabinares y carrascas transformado por la mano del hombre en tierras de labor, se encuentra esta milenaria sabina. Tiene una altura de 7’5 metros, escasa para lo que promenten los 3’6 metros del perímetro de su tronco, sin duda consecuencia de algún rayo que abatiría sus ramas altas. | ||
Revisión del 09:43 19 may 2015
Mención especial merece este árbol, sin duda una de las singuralidades arbóreas más interesantes de Aragón. En la partida de La Balsilla, entre Monreal del Campo y Blancas, como reliquia de lo que debió ser espeso bosque de sabinares y carrascas transformado por la mano del hombre en tierras de labor, se encuentra esta milenaria sabina. Tiene una altura de 7’5 metros, escasa para lo que promenten los 3’6 metros del perímetro de su tronco, sin duda consecuencia de algún rayo que abatiría sus ramas altas.
Se estima que tiene entre 2500 y 3000 años de vida, siendo uno de los árboles más viejos de Aragón, y desde luego el más longevo del valle del Jiloca. A su sombra se cobijan todavía pastores y rebaños, y sus ramas prestan el follaje que se lleva el Domingo de Ramos en procesión. Hoy es uno de los motivos de legítimo orgullo de todos los blanqueses, que la cuidan y protegen.