Junco común
Los prados que rodean las balsas y los ríos tienen un protagonista: el junco común.
Esta planta se reconoce por tener unas pequeñas cabezuelas redondeadas puestas a un lado del tallo, alargado cilindro liso con el extremo afilado. Vive en lugares con el suelo empapado durante, al menos, varios meses al año.
Forma unas densas masas de tallos que nacen muy próximos y conforman unas comunidades llamadas junqueras.
Florece entrado el verano. A lo largo del otoño se le va secando el extremo a cada tallo aunque permanece verde en su base.
Estos prados tienen un gran valor ambiental pues ofrecen condiciones para una variada comunidad de seres vivos.
Antes había amplias junqueras en las cercanías de muchos pueblos ya que en ellas pastaban los animales de labor y otros ganados. Con el tiempo, muchas de ellas han sido roturadas para ponerlas en cultivo, ya que se trata de tierras fértiles.