Fiestas patronales de Villarquemado
Las fiestas patronales de Villarquemado en honor al Santo Cristo del Consuelo (14 de septiembre) duraban tres días más la víspera y eran unas festas pagadas por el ayuntamiento. El último día de fiestas era conocido como "la Abuela" y por la tarde ya dicen que se iba a trabajar.
El día de la víspera iba la banda de Viver (llamada Vecino Hat), eran 12 o 13 músicos que llegaban con el tren hasta la localidad. Los chavales y el alguacil iban a recibirlos y se organizaban las cosas, pues los que organizaban la fiesta ese año tenían que repartírselos para darles de comer y dormir en sus propias casas. Esa tarde ya se hacía un pasacalles a casa de los cargos de ayuntamiento, mientras las mujeres sacaban pastas a los músicos, aunque el baile no sería hasta la noche, comenzaba a las 12 y a la una y media o dos, terminaba.
El día de la fiesta había misa y pasacalles con música en el que las mujeres sacaban pastas para los músicos y los cargos de ayuntamiento. También había procesión en la que se sacaban santos, las tres banderas y un estandarte. Los mozos ponían un pañuelo en el mango de la bandera para que no se la quitara otro mozo, pues era un orgullo sacarlas ese día en la procesión y también era una manera de lucirse ante las mozas, al igual que también lo era el bandear las campanas. Por la tarde y noche se hacía baile, sesión de tarde hasta las 8 y de noche hasta las 3 de la madrugada.
El toro embolado, que recorre por la noche las calles cerradas para tal fin iluminándolas con las bolas encendidas sobre su testuz, y las vaquillas forman parte de la vertiente más lúdica de estas fiestas, que culmina en las patronales de septiembre con un encuentro comunitario alrededor del guiso de una de las vacas.