Ganadería
La ganadería en el valle del Jiloca y sus serranías cercanas es una actividad tradicional de gran arraigo a la que se ha dedicado una parte importante de población. En muchos pueblos, sobre todo en los montañosos, la ganadería ha sido desde tiempos remotos una de las principales actividades económicas, igualando o incluso superando en algunas familias a las tareas agrícolas.
La gran dedicación ganadera se concentra en el ganado ovino, que por sus características se adapta perfectamente a la orografía y climatología del valle del Jiloca y de todo Aragón, como también a las peculiaridades culturales y socio-laborales de las familias. El ganado vacuno apenas tuvo importancia pues escaseaban los pastos frescos, excepto en las tierras de regadío. En todas familias había algunas gallinas y, recientemente, conejos, además del tradicional ganado porcino, con especial incidencia de la matacía y mondongo para abastecimiento familiar.
El ganado equino, sobre todo mular, era adquirido en las ferias y utilizado como animal de labor y carga por los agricultores. Desapareció a medida que se difundieron los tractores.
La lana
Uno de los principales productos obtenidos de la ganadería ovina era la lana, que se comercializaba en las ferias, vendiéndola a tratantes. Posteriormente eran transportada hacia los mercados textiles españoles y europeos.
Ferias ganaderas
Muchas de las ferias que se celebraban en los pueblos más grandes estaban destinadas a la compraventa de ganados. En algunos casos animales de labranza, sobre todo mulas, fundamentales para el cultivo agrícola, pero especialmente la venta de ganados ovinos.