Notaría de Burbáguena
El notario es un funcionario real encargado de dar fe de actos públicos y privados, siempre de acuerdo con la ley. En el año 1300 se estableció un Fuero especial para que las ciudades, villas y aldeas aragonesas, por muy pequeñas que fueran, tuvieran cierto número fijo de notarios para registrar los actos que se llevasen a efecto. En la localidad de Burbáguena debieron trabajar varios notarios desde la Edad Media: Martín de Alcocer, José de Alcocer, Diego Monterde, Juan Agustín Monterde, Miguel Alcocer (mayor), Miguel Alcocer (menor), Miguel Ferrer, Juan Andrés, Miguel de Palenzuela, Antonio Vettera y Montaner, Martín de Alcocer, Miguel Calvo de Bernabé, Francisco Crespo, Miguel de Alcocer y Antonio Pozo. El último notario documentado fue Francisco Crespo, con varios protocolos de los años 1821-1824, tras el cual la notaría cerró y se debió de agrupar con la de Calamocha.
Bibliografía
- Liesa Grima, A. y Vias Salinas, J.M. (1990): "Catálogo de los protocolos notariales de Calamocha", Rev. Xiloca, nº 4, pág. 27-217; Micolau Adell, J.I., Abos Castel, M.P. (1986): "Los archivos notariales de Teruel, Alcañiz y Calamocha", en El Patrimonio documental aragonés y la historia, Zaragoza, D.G.A., pág. 349-362; Valle Monterde, P. (1984): "Inventario del archivo notarial de la villa de Montalbán, 1412-1550", Rev. Teruel, 71, p.137-193