Banda de música de Cimballa
Cimballa ya había destacado anteriormente por su afición a la música; pero la formación de una banda de música estable se dio a principios del siglo XX. En aquella época la banda recorría los pueblos del Señorío de Molina, del Jiloca y de la cuenca de Gallocanta, difundiendo repertorios antiguos y modernos. Se recuerdan sus actuaciones en varios paloteados en la provincia de Guadalajara, en los años veinte. Tras la crisis causada por la guerra, la banda volvió a estar muy activa. Tres de sus miembros, Manuel Muñoz (clarinete), Felipe Muñoz (caja) y Teodomiro Roy (caja), trabajaron en los valles del Mesa y del Piedra como gaiteros, tocando el pollo-pollo y el danzón como piezas estelares de un rico repertorio. Agrupaciones como la de Cimballa elevaron el interés de la población por la música instrumental, y permitieron que se conservaran algunos repertorios tradicionales, que ya entonces estaban en vías de segura extinción.