Fiestas patronales de Rubielos de la Cérida
Las fiestas patronales de Rubielos de la Cérida se celebran en honor a Nuestra Señora de la Merced, antaño se hacían en fechas próximas al 24 de septiembre, aunque en la actualidad han sido trasladadas al tercer fin de semana de agosto para que pueda acudir más gente que reside fuera.
Cuentan que antes duraban tres días, "el de la fiesta, la abuela y la bisabuela", más la víspera. Una figura peculiar en la fiesta son los mayordomos, que portan hachas en la misa y la procesión.
La víspera los mozos iban a esperar a los gaiteros, se les buscaba el alojamiento en la casa que tocara (las de los mozos que organizaban la fiesta ese año) y se daba la vuelta al pueblo con ellos.
El primer día de fiesta destacaba el canto de la aurora, era antes de amanecer y en principio sólo iban hombres, ataviados con una larga capa negra (recuerdan muchos al tio Pedro José), recorrían las calles del pueblo, saliendo desde la iglesia y regresando de nuevo a ella. Los hombres marchan cantando coplas de alabanza a la Virgen en las esquinas de las callles siguiendo un recorrido prefijado, donde siempre hay alguien que saca pastas y bebida para obsequiar a los cantores.
Tras la aurora venía el rosario y la misa de la 12 de la mañana. Era una misa cantada en latín por los hombres desde el coro, que era una misa de fiesta, diferente a la que "cantábamos últimamente". Había tres clases de misa cantada entonces, que se ensayaban con el cura el día previo: la de las mujeres, la de los ángeles y otra en latín, anterior, que desapareció al instaurar mosen Angel la de los ángeles. Algunos cantores detacados eran el tio Maximino, Candido, José María, Aniceto, Angel, Pascual el cartero, Gaspar o Rogelio.
Ese día el ayuntamiento, junto con los mayordomos, preparaba un refresco que era pagado por el consistorio, antes de comer. Tras la comida familiar, con las mejores viandas del año,por la tarde se hacía la "corrida de los pollos". Los mayordomos que entraban eran los que ponían 6 pollos: 3 para el primero, 2 para el segundo y 1 para el tercero.
Después de la corrida se hacía baile, en "la Obra", luego un refresco y se reanudaba el baile hasta la cena, tras la cual había otro rato de baile. En las sesiones de baile era habitual que la gente pidiera a los músicos que tocaran la zorra (música que acompañaba al baile del chapirón o de la zorra) y cuando "se acababa la zorra", se iba a casa de un mayordomo a tomar vino y alguna pasta.