Judería de Daroca
La judería de Daroca se había situado habitualmente en las calles que hay entre la plaza del Rey y la cuesta de San Joge, muy próxima a la morería, para ser desplazada posteriormente a una zona más cercana a la Puerta Alta, a la derecha de la misma, ocupando las calles Cebollada, Caraza, Santa Lucía y San Carlos. Estudios más recientes, debidos a una de las máximas autoridades sobre los judíos en Aragón, Miguel Angel Motis, hacen que definitivamente haya que localizarla en la parte izquierda de la Puerta Alta. al pie mismo del Castillo Mayor, en el llamado Barrio Nuevo ya desde el siglo XV.
Escribe M. A. Motis en la Guía del Aragón judío publicada en 1991 por la Diputación General de Aragón: "Especulamos que en la época árabe ocupaban la porción situada entre el Castillo Mayor y el barranco de la Grajera en una estrecha franja más próxima de aquel que de éste y sin llegar a tener habitación en la futura calle Mayor. Es decir, a los pies del Castillo Mayor, en las proximidades de lo que mas tarde sería la Puerta Alta".
Esta suposición viene confirmada por las noticias posteriores que hacen referencia clara a la localización de la judería a mitad del siglo XV, cuando se restaura de nuevo tras el abandono acaecido en 1415. Las noticias ofrecidas por Motis son muy precisas: "Juan II, en el año 1458, deseando restaurar la otrora extinta aljama, delimita su demarcación, que no era otra sino la que abandonaron en 1415. Su perímetro parte del pozo de San Pedro y la carrera de mosén Andrés Papalvo hasta las faldas del Castillo Mayor, para una vez allí encaminarse al postigo del mercado de la muralla, retornando por la carrera de mosén Lop Vicent, saliendo al pozo sobredicho. Existe la posibilidad de que en momentos de expansión demográfica, en la primera etapa, la judería ocupara el solar situado frente a ella, en el lado derecho de la Rúa, aunque no existen constancias documentales --al menos para el siglo XV-- que lo atestigüen".
La plaza de la judería era la actual plaza de Barrio Nuevo y en la misma estaban situadas las Cofradías, el Hospital y la Sinagoga. Hubo una sinagoga antigua que duró hasta el año 1415, fecha de la desaparición de la aljama, que en 1416 se consagró como iglesia bajo la advocación de Santa Engracia. Tras la restauración de la aljama, en 1459 se levantó una nueva Sinagoga en la misma plaza de Barrio Nuevo.
La Sinagoga era el centro de la vida religiosa y social de los judíos. Todos los judíos constituían la aljama, al frente de la cual estaba el Procurador que presidía todos los actos. La aljama se reunía por el mandamiento de los adelantados, y la reunión era convocada por el nuncio de dicha aljama. Un documento del 21 de diciembre de 1486, testificado por el notario Domingo Zito, dice lo siguiente respecto a una reunión para renovar el cargo de procuradores: "...Eadem die, plegada, convocada, siquiere ajustada el aljama de jodíos e oficiales de la dita judería según... Brahen Serrano, judío, nuncio de la dita aljama et por mandamiento de Jaso Gallit e Acay Xuen, adelantados de la dita aljama ... do fueron los ditos Huda Arnet, Brahen de Coren, Huda de León, Astruti Abecar, judíos, no revocando... loando et por Joan de Heredia not, en agora de nuevo fazemos procuradores al dito Joan de Heredia e Josua Barahon, judío. Testes, mastre Pedro Galán e Abrahan Primo, judío".
En la misma plaza de Barrio Nuevo estaba, como se ha dicho, el Hospital y las Cofradías. Había un cementerio, o fosar, en donde se enterraban los judíos, acaso, como se ha insinuado, situado en la ladera del cerro de San Jorge, aunque también pudo estar debajo del castillo. Los judíos disponían de su propia carnicería y de horno de pan. Sus ocupaciones más corrientes eran las artesanales, y especialmente la de sastres, como luego veremos, aunque abundaban los prestamistas y comerciantes, comerciantes especialmente del azafrán, cultivo muy extendido entre los moros. Otros se dedicaron a la medicina y a la investigación científica. De entre todos ellos, merece especial atención el filósofo Josef Albo.
Historia de una aljama
En la historia de la aljama de judíos de Daroca pueden distinguirse dos etapas: la primera, desde su fundación, tal vez en época árabe, hasta 1415; y la segunda, desde su reorganización en 1458 hasta la expulsión ele los judíos en 1492.
1. Primera etapa
Parece que la presencia judía en Daroca es casi simultánea --o acaso posterior-- a la conquista musulmana. En todo caso, ya tenían los judíos una organización política e institucional antes del Fuero de Ramón Berenguer de 1142.
En el Fuero de Daroca se hace mención expresa a la existencia de los judíos y se determina que "cristianos, judíos y sarracenos tengan un mismo fuero en materia de heridas y multas".
Las noticias más importantes sobre los judíos de Daroca durante los siglos XIII y XIV se conocen a través de los documentos que recoge Toribio del Campillo en su obra Documentos históricos de Daroca y su comunidad.
Más de cien documentos hacen referencia a los judíos y especialmente tratan de los pleitos con el Baile sobre deudas de los judíos con el rey, exenciones de las mismas a causa de su estado de pobreza, pleitos con los cristianos sobre riñas. robos, etc., su participación en el arreglo de las murallas, etc.
En general, a través de estos documentos puede verse cómo la monarquía aragonesa tenía gran interés en la protección de los judíos debido a los ingresos que le proporcionaba; se advierte también los intentos de aquellos para evitar pagar los impuestos, así como la propensión a la usura.
De forma general puede decirse que las relaciones entre las comunidades cristiana y judía nunca fueron fáciles; y de esta situación, siempre salió perjudicada la judía que pasó por persecuciones, conversiones forzadas, huida a otras aljamas o poblaciones en las que no fueran reconocidos y, finalmente, la expulsión definitiva de 1492.
Esplendor y decadencia de la aljama: número de judíos. Según J. L. Corral, la época de mayor esplendor de la aljama de los judíos de Daroca fue la segunda mitad del siglo XIII; en este momento, según el pago de impuestos, se habría convertido en la tercera judería del reino de Aragón.
Durante el siglo XIV fue decayendo en importancia como consecuencia del odio que se fue extendiendo por todo el reino contra los judíos. A finales del siglo XIV fueron abundantes las intervenciones de la reina María contra los malsines que ocasionaban daño a los judíos y ordenaba averiguar la verdad de los hechos.
A comienzos del siglo XV la situación se hizo muy difícil. Los judíos se vieron forzados a la conversión, hecho que tuvo mayor gravedad en la actuación de San Vicente Ferrer en 1414. Parece que se bautizaron 110 judíos y el resto huyó a las aljamas de Montalbán o Epila o bien a lugares de la Comunidad como Villafeliche, Cariñena, Burbáguena, Aguarón, Luco o Anento.
En 1416 no quedaba ningún judío en Daroca. Hasta Josef Albo hubo de abandonar la ciudad, como ya se ha dicho.
Aunque no se conocen datos exactos, parece que, según cifras aproximadas ofrecidas por M. A. Motis, en 1271 habría en Daroca unas 25 familias de judíos; en 1398, había 27 casas y en 1414 se habría llegado a las 40.
2. Segunda etapa
Juan II restauró la aljama en 1458 y los judíos volvieron a la judería de Daroca ocupando el mismo espacio que habían tenido antes de su abandono: la parte posterior de la plaza de San Pedro hasta el pie del castillo, con el centro en la plaza de Barrio Nuevo en la que se construyó una nueva sinagoga. Ya en 1459, en el acto de nombramiento de los adelantados y el notario de la aljama, se menciona que la asamblea tiene lugar en la "sinagoga nueva".
De esta segunda etapa conocemos algunos datos por los documentos aparecidos en los protocolos notariales de Daroca, conservados en el Archivo Histórico de Zaragoza. Ofrecernos una lista de judíos de la aljamna de Daroca cuyos nombres aparecen en los citados documentos, entre los años 1465 y 1492. Son unos 115 los nombres de los judíos que hacen algún documento ante notario, o son testigos de los mismos. Estos 115 nombres corresponden a unas setenta familias. No todas las familias convivirían en la judería de Daroca durante los veintiocho años. Pero sí podríamos concluir que serían unas cincuenta las casas de judíos de Daroca, con una población superior a los 200 habitantes. Parece que en 1492 se marcharon más de 150.
Los nombres de los judíos de esta segunda etapa son diferentes de los que aparecían en los documentos de Campillo; es de suponer que aunque volvieran algunos de los que abandonaron la judería en 1415, una parte importante sería de pobladores de otras aljamas o de núcleos pequeños.
Interesa qué oficios u ocupaciones tenían estos judíos: abundan los sastres --hasta 15 se citan con este oficio-- y también los zapateros –5--, tejedores –3--, pellejeros, etc. Aunque no se dice expresamente, puede deducirse de los documentos que hay algunos prestamistas. Estos datos coinciden con los aportados por M. A. Motis que dice que la sastrería absorbía el 50 por 100 de la población activa y que "precisamente en 1491 se están estudiando la renovación de "el statuto e ordinación de los jodíos sastres y para fazer y desfazer o ampliar en ella si se puede fazer". Existían también agrupaciones profesionales judías de zapateros, tejedores y curtidores.
Personajes destacados
Bibliografía
- Mañas Ballestín, Fabián (1992): Los Judíos de Daroca. V Centenario de la expulsión. Daroca, Ayuntamiento [Texto completo]
- Motis Dolader, Miguel Ángel (1992): "Consuetudine regni non habemus patriam potestatem: un supuesto de tutela y curatela en la judería de Daroca en el siglo XV", Ivs Fvgit. Revista interdisciplinar de estudios Histórico-Jurídicos, Zaragoza : Universidad de Zaragoza; Diputación General de Aragón., 1992, 63 p. [Texto completo]
- Motis Dolader, Miguel Angel (1991): Guía del Aragón judío. Zaragoza, Gobierno de Aragón