Marojal

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Los majorales, bosques en donde predomina el melojo o marojo, se localizan sobre sustrato ácido (areniscas o cuarcitas), en zonas con bastante humedad, sobre todo umbrías y vaguadas, normalmente por encima de 1.300 m, ubicados en áreas en donde llegan vientos húmedos procedentes del Atlántico.

Eran muy abundantes, especialmente en las sierras de Fonfría, Herrera y Cucalón, donde la pluviometría y la litología facilitan su instalación. Los de la Sierra de Fonfría han sido declarados en su conjunto, con el resto de comunidades circundantes, Lugar de interés comunitario (LIC) por la Unión Europea, dada la singularidad de las especies que presenta, y su estructura predominantemente natural. Actualmente la extensión que ocupan ha quedado muy reducida, debido principalmente a que sus bosques han sido sustituidos por plantaciones de pinos. Hay otras pequeñas manchas aisladas de marojo en las de Santa Cruz y Menera.

Los marojales se sitúan en ambientes umbrío y húmedo. Entre las especies acompañantes en su sotobosque encontramos el enebro y plantas tan curiosas como las delicadas hepáticas (Hepatica nobilis), prímulas (Primula spp.) y fresas silvestres (Fragaria vesca).Su degradación permite la entrada del quejigo, la encina y matorrales como la jara (Cistus laurifolius) o los brezos (Erica spp).

En las zonas más bajas y próximas al valle, el bosque da lugar a un matorral abierto más degradado, con especies indicadoras de pastoreo, como son: la Aliaga (Genista scorpius), el Majuelo y plantas espinosas de carácter trepador, como el Rosal silvestre (Rosa canina) y las Zarzas.

Otras herbáceas de menor tamaño son la Hepática (Hepatica nobilis): denominada así por la forma de sus hojas, que recuerda a un hígado, es una pequeña planta que crece dentro del bosque, pasando desapercibida cuando no tiene flor. La Primavera (Primula veris), cuyo nombre nos indica que es de las primeras plantas en florecer, aprovechando los momentos en los que el Marojo está todavía sin hojas, y la sombra del bosque no es tan espesa. La Violeta (Viola sp), que aparece de forma dispersa en el bosque; o la Fresa silvestre (Fragaria vesca): de menor tamaño que las fresas que consumimos habitualmente, pero con un sabor mucho más intenso.

Espacios naturales que se pueden destacar en el valle del Jiloca:


Bibliografía

  • Ferrer Plou, José Javier (1989-1990): ``Marojales y quejigales del noroeste de la provincia de Teruel´´. Teruel, Rev. Teruel, 8081, pág. 179-194 [Texto completo]