Tercera Guerra Carlista
La tercera guerra carlista se consolidó en 1872 teniendo repercusión en el norte, donde funcionó un auténtico Estado carlista con la creación de moneda y correo propio, universidad, ejército uniformado y con sueldo. En Teruel saltaron, como en épocas anteriores, diversas partidas que recorrieron la Comarca del Jiloca, pero con menos represalias que las habidas en la primera guerra. Prácticamente ninguna de las poblaciones sufrió algún ataque importante o asedio, por lo que los efectos negativos también fueron menores.
El protagonista más importante de estas correrías, también por Molina de Aragón o por Daroca y del conflicto en general fue, sin duda, Marco de Bello. El alzamiento realizado en Luco de Jiloca contó con la ayuda de carlistas locales como Pedro Calvo Fuertes, natural de Báguena. Asaltaron Daroca y posteriormente ocuparon la emblemática plaza de Cantavieja, donde puso en marcha una escuela de cadetes de la que salieron varias compañías y batallones. Desde este pueblo, los carlistas volvieron a controlar gran parte de la provincia de Teruel.
El mayor fracaso de Marco de Bello, que había sido nombrado comandante general del carlismo en Aragón, fue el asedio de la ciudad de Teruel, que a pesar de su insistencia y tozudez, no pudo tomar por dos veces a principios de julio y de agosto de 1873. Estos intentos fallidos provocaron que fuera destituido de su cargo.
En 1875 concluye la tercera guerra carlista, cuyo final en Teruel coincide con la capitulación de Cantavieja, que se había convertido de nuevo la capital del carlismo.
Bibliografía
- ALDECOA CALVO, José Serafín (2003):"El azote de la guerra carlista", en Comarca del Jiloca, Zaragoza, Gobierno de Aragón, p. 131-147
- Marco Yus, Roberto (2024): El linaje de los caballeros de Hinojosa. Ilustración y carlismo. Autoedición.