Navarrete del Río
Localidad de la Provincia de Teruel, anexionada en 1971 al municipio de Calamocha.
En la Edad Media y Moderna, hasta el siglo XIX, formó parte de la antigua Sexma del río Jiloca, en la Comunidad de Aldeas de Daroca.
Medio natural
Está situado en la margen izquierda del río Pancrudo, con una ocupación elevada del cauce por los cultivos, mientras que en los alrededores del núcleo de población aparece un lastonar con tomillos y aliagas, en el que aparecen pies dispersos de encinas al norte del pueblo.
Un buen ejemplo del proceso de roturador de los sotos fluviales lo constituye la partida denominada los Prados. No podemos olvidarnos tampoco de las yeseras.
Destaca también, por su interés científico, el yacimiento paleontológico del arroyo del Ramblar.
Demografía
Variación demográfica del municipio entre 1990 y 2004 | ||||||||||||
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Año | 1900 | 1910 | 1920 | 1930 | 1940 | 1950 | 1960 | 1970 | 1981 | 1991 | 2001 | 2004 |
Habitantes | 601 | 640 | 622 | 818 | 822 | 761 | 659 | 408 | 282 | 213 | 152 | 165 |
No todo el mundo vivía en el pueblo de Navarrete. Además de la propia localidad, la población residía en masadas y caseríos cercanos. En los censos de los años 1860, 1887, 1940 aparecen los siguientes asentamientos humanos dispersos: la cueva de Blas Esteban, el molino de propios, las masadas de Bernad, Bernad 2, Regajo y el Sabinar, la ermita de Santa Margarita y la casa del ermitaño.
Algunos datos de su historia
No faltan tampoco hallazgos arqueológicos reseñables. En el Cerro del Calvario se localiza un yacimiento del Neolítico Final-Eneolítico, con abundante industria lítica y cerámica a mano. Ya del Bronce Antiguo es el enclave de La Dehesa. Posterior, del Bronce Medio, es la primera ocupación del Castillo. Por su parte, en el Cabecico Águeda se localiza un pequeño asentamiento ibérico que perduró hasta época imperial romana.
Patrimonio arquitectónico
Lo más interesante del patrimonio arquitectónico religioso de esta localidad es la Iglesia parroquial y su torre mudéjar.
Existe una ermita bajo la advocación de Santa Margarita, que ha quedado integrada en el cementerio, y varios peirones muy atractivos: la Purísima Concepción, el Cabezuelo y Santa Margarita.
Respecto a la arquitectura civil hay que destacar especialmente la casa Bernad. En el siglo XX el desarrollo económico provocó un cambió en el urbanismo local con la aparición de diversos edificios: la estación de tren, la tejería o el conjunto de aljeceras. Se puede ver un reloj de sol.
En lo que respecta a la arquitectura vinculada al agua, el valle vuelve a ensancharse y varias acequias amplian la superficie del regadío. En el margen izquierdo se localiza el azud de la hilera y la acequia de los Prados, que aporta agua al Molino harinero de Navarrete. Pasado el pueblo encontramos el azud de Lechago, de donde parte la acequia Molinal.
Como elementos arquitectónicos destacaremos el aljibe de la masada Bernad, la fuente vieja, el molino nuevo o de Bernad y el desaparecido molino harinero del Concejo.
Mención aparte merecen los puentes de hierro y de la carretera.
Existe un inventario de patrimonio inmueble más amplio elaborado por el Centro de Estudios del Jiloca en el año 2006, que se puede consultar directamente online o solicitando un Dvd a la Comarca del Jiloca.
Ayuntamiento y Municipio. La administración local
El municipio tuvo su origen en la Reconquista, apareciendo citado por primera vez en el año 1205. Perteneció a la Comunidad de Aldeas de Daroca, inscrita en la sexma del Jiloca. En 1834 fue adscrito al partido judicial de Calamocha. En 1971 perdió su independencia tras su anexión al municipio de Calamocha.
Los fondos documentales quedaron abandonados, hasta que en 1991 fueron transferidos al Archivo Municipal de Calamocha.
Además del Ayuntamiento, podemos destacar otras instituciones públicas:
El Asociacionismo. La religión y la sociedad civil
Como sucede en el mundo rural y, especialmente, en los pequeños pueblos, la mayor parte de las agrupaciones de vecinos tienen un carácter religioso: Hermandades, cofradías, etc. La asociación religiosa principal es Parroquia de Nuestra Señora de la Asunción, que agrupa a todos los fieles de la localidad. Sin embargo, a lo largo de la historia se podrían destacar otras:
Encontramos también algunas comunidades de regantes, sociedades, cooperativas y grupos sindicales relacionados con el trabajo agrícola y ganadero:
A partir de la Constitución de 1978, una vez consolidada la libertad de asociación y reunión, aparecieron varias Asociaciones Culturales:
Linajes y personajes
La familia más influyente de la localidad ha sido, durante siglos, el linaje Bernad. Establecieron su residencia en esta localidad en el siglo XVII y han permanecido, quizás siendo los únicos en todo el valle del Jiloca, viviendo y conservando su casa solariega y su escudo hasta nuestros días. Pertenecientes a este linaje han sido los siguientes personajes:
- Bernad Valenzuela, Justino
- Bernad de San Joaquín, Manuel, lector de Retórica
- Bernad Julián, José Antonio, catedrático de Filosofía
Caso aparte lo constituyen los vecinos y naturales de la localidad que han destacado en algunos aspectos de la vida, pudiendo citarse a los siguientes:
- Sancho del Ramo, Gerardo, fotógrafo.
Fiestas, costumbres y gastronomía
- Las fiestas patronales se celebran a primeros de agosto, la celebración de la Purísima, en cuya fiesta resalta el canto de la aurora a las 6 de la mañana y una comida de hermandad el último día para reforzar la unión comunitaria.
- El 13 de diciembre, día de Santa Lucía, tenían lugar las fiestas de invierno. Para San Isidro, el 15 de mayo, se bendicen los términos desde la plaza Mayor. El 17 de enero se celebra San Antón, levantando hogueras por los barrios y una grande en la plaza del pueblo, donde los vecinos se reúnen a cenar y charlar.
- Además de acudir en romería al Santuario de la Virgen de Pelarda, en Olalla, dos veces en el año (mayo y septiembre), el 10 de mayo, tras una novena para pedir agua, se visita la ermita de la Virgen del Moral (El Poyo del Cid), llevando la imagen de la Purísima Concepción. Allí, ambos pueblos entonan los cantos propios de la Virgen del Moral.
En lo que respecta a la música popular, según aparece recogido en el Archivo de música popular de ADRI, Julián Esteban Gil, vecino de Navarrete del Río, fue un gran intérprete de laúd, guitarra, bandurria y banjo; el único banjo que aparece citado en el valle del Jiloca.