Caminos y carreteras
Conocemos muchos de los caminos y vías de comunicación del valle del Jiloca gracias a las referencias que encontramos en los Libros de viajes, en los diccionarios geográficos y en la cartografía.
La principal diferencia actualmente entre un camino y una carretera es que el primero tiene el firme de tierra, mientra la segunda se encuentra asfaltada. Esta distinción se puede aplicar desde finales del siglo XIX, cuando los principales caminos fueron arreglados y convertidos en carreteras, pero con anterioridad a esta fecha los elementos de distinción entre ambos eran mínimos.
Para facilitar el tránsito de viajeros, los ayuntamientos debían conservar los principales caminos que atravesaban sus términos municipales, arreglando el firme, asentando vados para atravesar riachuelos y ramblas, y construyendo puentes cuando fuera necesario. Dentro de los pueblos había posadas donde resguardarse y pasar la noche. Fuera de las localidades, siguiendo el trayecto marcado por la carretera, encontramos también numerosas ventas donde se podían alojar los viajeros y sus animales de transporte.
Los principales itinerarios
Las principales vías de comunicación terrestre que atraviesan el valle del Jiloca son las siguientes:
- Itinerario entre Teruel y Calatayud. La vía que asciende el valle del Jiloca desde Bilbilis era conocida desde la antiguedad. Sigue íntegramente la ruta marcada por el río, exceptuando el puerto de Villafeliche, con pocas variaciones a lo largo del tiempo. Se pueden distinguir dos tramos con una evolución diferente, de Teruel a Daroca y desde esta última ciudad a Calatayud. El itinerario Teruel-Calatayud se corresponde básicamente con la actual N-234.
- Itinerario Madrid-Zaragoza. Fue durante siglos una de las principales comunicaciones del interior peninsular, hasta que quedó desplazado en el siglo XVIII por la variante de Calatayud. Olvidada y relegada a un papel muy secundario, el camino Madrid-Zaragoza (por Daroca) se fragmentó en numerosos caminos comarcales y locales, variando en numerosas ocasiones su trayecto, sobre todo en el señorío de Molina y la cuenca de Gallocanta. A partir de Daroca se mantiene relativamente estable gracias a la N-330.
- Camino Real entre Zaragoza, Teruel y Valencia. Es una de las vias de comunicación más importantes de esta comarca. Tenemos dos variantes: en primer lugar la conocida como Camino Real por el Campo de Romanos, recuperada actualmente por la Autovía mudéjar, aunque con un trazado nuevo. Una variación a esta ruta, muy utilizada durante la Edad Media, es el Camino Real del Pancrudo.
- Itinerario Madrid-Barcelona por Tarragona. Este nuevo camino Madrid-Barcelona empezó a utilizarse en el siglo XVIII. También podemos distinguir dos tramos seccionados por el río Jiloca. Al este, de Madrid hasta nuestro valle, ha experimentado grandes cambios. Al oeste se ha mantenido bastante estable, correspondiéndose en gran parte con la N-211, sobre todo desde Caminreal hacia el Bajo Aragón.
Constatamos algunas variantes al enlazar, mediante pequeños ramales, los itinerarios principales citados. De este modo encontramos un pequeño Itinerario Madrid-Teruel, enlazando los caminos de Madrid con el tradicional itinerario entre Daroca y Teruel. Otra variación la constituye el Itinerario Zaragoza-Teruel (por Daroca), uniendo el viejo camino de Madrid con la ruta del valle del Jiloca. Este último itinerario, la denominada N-330, arreglado y asfaltado a comienzos del siglo XX, se convirtió en la principal carretera del valle del Jiloca durante toda la centuria.
Ademas de estas vías principales, existen otras rutas secundarias que comunican las cabeceras comarcales con las zonas cercanas de Albarracín, sierra de Molina, Cuencas Mineras y campo de Belchite. Las principales son las siguientes:
- Carretera Calamocha-Cortes
- Carretera Daroca-Molina de Aragón
- Carretera Molina de Aragón-Calatayud
- Carretera Daroca-Belchite
- Carretera Daroca-Tarragona
- Camino Daroca-Calmarza
La evolución de los caminos y carreteras
Durante los últimos años del siglo XIX y, sobre todo, en el siglo XX se produce una gran evolución en cuanto a las mejoras en la red viaria. La carretera de conexión con Madrid, por Monreal del Campo se realizará a mediados del XIX, además de muchas otras infraestructuras que emplearán una serie de materiales y lenguaje común.
Se empiezan a contruir puentes nuevos, muchos de ellos en sillería y con uno o varios grandes arcos de medio punto que sirve para salvar el desnivel o paso de agua. Encontramos muchos de estos puentes de finales del XIX y comienzos del XX, entre los que se pueden destacar los siguientes:
Pero además del incremento en la construcción y mejora de carreteras, será el ferrocarril el que cree otra de las infraestructuras más importantes que se construirían.
Ingenieros de caminos
Entre los ingenieros de caminos que nacieron en alguno de los pueblos del valle del Jiloca tenemos que destacar a
- García Hernández, Ramón, natural de Villafranca del Campo.
Páginas relacionadas
- Itinerario Teruel-Calatayud
- Itinerario Madrid-Zaragoza (por Daroca)
- Itinerario Daroca-Zaragoza
- Itinerario Zaragoza-Teruel (por el valle del Jiloca)
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- Itinerario Madrid-Tarragona
- Itinerario Madrid-Teruel
- Itinerario Zaragoza-Teruel (por Daroca)
Bibliografía
- Cabanes, F.J. (1830): Guía general de correos, postas y caminos del reino de España. Madrid, Imp. de Miguel de Burgos. [Texto completo]
- Serrano Martín, Eliseo (1999): "Caminos aragoneses y viajeros extranjeros en la Edad Moderna", en Caminos y Comunicaciones en Aragón, Zaragoza, Institución Fernando el Católico, p. 197-224.
- Fuertes Marcuello, Julián (1989): "El camino general de rueda de Madrid a Barcelona. (Tramo de Maranchón a Daroca)", Revista de Obras Públicas, 136, p.467-476. [Texto completo]