Ruta del agua del río Pancrudo

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El Cazinarro, lugar donde nace el río Pancrudo

El río Pancrudo tiene una longitud de 46,156 kilómetros. Nace en la partida del Cazinarro, en el término municipal de Pancrudo, y confluye en el río Jiloca por la margen derecha, entre las localidades de Calamocha y Luco de Jiloca.

En el inventario y descripción de los accidentes del río Pancrudo, afluentes, puentes, artefactos y poblaciones que se encuentran en sus márgenes, efectuado en el año 1882, se incluyen 29 azudes, 11 molinos, 6 puentes, 3 batanes en Barrachina, 1 muro de pantano inutilizado y 1 sifón. La mayor parte de estos elementos arquitectónicos se conservan, aunque muchos de ellos en estado ruinoso, tras varias décadas de abandono.

Pancrudo

En este término nace el río Pancrudo, en el lugar conocido como "El Cazinarro". El río apenas ha excavado terrazas fluviales y el cauce es muy irregular, por lo que los campos irrigables son muy escasos. Las huertas de la localidad se sitúan junto al arroyo de los Navajuelos, quien aporta las primeras aguas regulares al río Pancrudo. La arquitectura más representativa sería el Molino, pero ha desaparecido completamente.

Alpeñés

Fuente de Alpeñés

La vega en el término de Alpeñés sigue siendo muy escasa. La mayor parte de los campos irrigables se localizan en el camino que une Alpeñés y Pancrudo, en el término del Prado, y se riegan con la Fuente Tobar. Esta copiosa fuente aporta bastante agua al río Pancrudo, además de los irregulares caudales de la rambla de Corbatón.

Torre los Negros

Poco después de atravesar la ermita de la Langosta, el río Pancrudo recibe varios arroyos por ambos márgenes (San Miguel y Calderones, Padre Selleras, Pedro Chovas, etc.), además de numerosas ramblas que se activan tras las tormentas. Cerca de la localidad de Torre los Negros encontramos varias acequias que permiten la aparición de una amplia vega y algunos ingenios hidráulicos.

Barrachina

Molino harinero de los Garcés en Barrachina

El valle del Pancrudo se ensancha en el término de Barrachina, permitiendo la aparición de sendas acequias por las márgenes del río que permiten incrementar los regadíos e instalar fábricas hidráulicas. El nivel de agua aumenta considerablemente gracias a las aportaciones de los manantiales denominados río Cosa y río Godos. Estos manantiales permiten incluso la aparición de pequeñas acequias ligadas a los arroyos para desviar sus aguas a zonas cercanas. También se puede destacar por su importancia la rambla de Nueros, que en su tramo final atraviesa la localidad de Barrachina, y la acequia Hondonera un poco más al norte.

Cutanda

El término municipal de Cutanda, antes de su anexión con Calamocha, incluía una pequeña parte del valle del Pancrudo, en donde se había construido una corta acequia y edificado un molino harinero. Los regadíos en esta parte del valle son muy escasos, pues nos encontramos en una zona donde el río discurre encajado. La vega de este pueblo se localizaba en la Rambla del Regajo.

Navarrete del Río

Molino de los Bernad en Navarrete

El valle vuelve a ensancharse a partir de Navarrete del Río y varias acequias amplian la superficie del regadío. En el margen izquierdo se localiza el azud de la hilera y la acequia de los Prados, que aportaba el agua al molino del Concejo, actualmente desaparecido. A finales del siglo XVIII se construyó un molino nuevo que todavía se conserva. Pasado el pueblo encontramos el azud de Lechago, de donde parte la acequia Molinal.

Lechago

El valle del Pancrudo a su paso por la localidad de Lechago ve ampliado los regadíos mediante la acequia del Tablón o acequia Molinal, denominada así por abastecer el antiguo molino harinero de Lechago, del que no ha quedado ningún resto en la actualidad. Otro cauce importante es la rambla de Cuencabuena, que no tiene agua de forma regular, pero que desborda y arrasa todo a su paso tras las tormentas. Por esta rambla iba el Camino Real y, actualmente, la Autovía Mudéjar.

Luco de Jiloca

Puente romano de Luco de Jiloca

El tramo final del río Pancrudo, a medida que se aproxima a su desembocadura en el río Jiloca, ya en el término de Luco de Jiloca, es la zona más interesante, con la aparición de varios puentes y un sifón medieval.

Bibliografía

  • "Río Pancrudo. Afluente del Giloca", en Itinerarios del río Ebro y todos sus afluentes. Madrid, Fortanet, 1882, p. 441-445 [Texto completo]