Itinerario Teruel-Calatayud
Es la principal ruta que recorre el río Jiloca, procedente de Valencia y Teruel, atravesando la ciudad de Daroca y continuando por el río hasta que se junta con el Jalón en Calatayud. Ha sido descrita en numerosos libros de viajes.
Historia
La vía que asciende el valle del Jiloca desde Bilbilis era conocida desde la antiguedad. M.A. Magallón cree que existía una calzada que enlazaba Bilbilis y Celsa, discurriendo por el cauce del río Jiloca hasta la actual ciudad de Daroca, ascendiendo posteriormente al Campo de Romanos (para enlazar con la vía entre Caesaraugusta y Laminio), atravesando la Sierra de Herrera para continuar por el valle del Camaras hasta Celsa.
Entre Teruel y Calamocha siempre han existido dos trayectos que discurrían por ambos márgenes del río Jiloca. En la Edad Media es muy posible que el camino principal discurriera por el margen izquierdo del río, enlazando directamente las localidades y nucleos de Cella, Las Granjas, Alba, Monreal del Campo, Torrijo del Campo, el caserío de la Virgen de las Cuevas y Fuentes Claras, siguiendo lo que posteriormente fue conocido como el camino remolachero. Este itinerario explicaría el urbanismo de todas estas localidades, con un eje central diseñado a lo largo del viejo camino.
A partir del siglo XVIII, tras la desecación de la laguna del Cañizar (Villarquemado) y otras cercanas, se consolida el itinerario por la margen derecha del río Jiloca, enlazando Villarquemado, caserío de la Virgen del Molino, Torrelacárcel, Torremocha, Caminreal y Calamocha, continuando después por Luco, Burbáguena y Báguena. La importancia de este camino es creciente, pues desde el Estado se destinan algunos fondos para su conservación.
En el Itinerario español o guía de caminos... escrito por José Matías Escribano en 1767, aparece descrita la ruta de la margen derecha. Partiendo desde la ciudad de Daroca la cita de la siguiente manera: "Camino de ruedas de Daroca a Teruel: Burbáguena (2), Báguena (1), Luco (1), Calamocha (1), Camino Real (1 m), Villafranca (2), Villarquemado (3 m), Caudete (2) y Teruel (2)". También cita el "Camino de ruedas de Daroca a Calatayud: Manchones (1), Murero (m), Villa Feliche (1), Fuentes (1), Maluenda (m), Belilla (m), Paracuellos (1), Río Jalón Puente, Calatayud (1)".
El trayecto entre Daroca y Calatayud también sufrió variaciones. En 1830 Francisco Javier de Cabanes describe la existencia de dos caminos, a elegir en función de si se viajaba en carruaje o en caballos y carros. Para los viajes en carruaje recomienda seguir la ruta entre Calatayud, Belmonte, Miedes, Retascón y Daroca. Si se quiere utilizar el camino de herradura es mas corto el trayecto por Maluenda y Villafeliche.
Francisco de Paula Mellado en su Guía del viajero en España, de 1852, también recomienda seguir el río Perejiles. Su itinerario era el siguiente: Calatayud, Belmonte, Miedes, Retascón y Daroca. Dedica una pequeña descripción a cada localidad, aunque comete algunos errores (como que el río Jiloca pasa por el término de Retascón).
Las variaciones pudieron ser numerosas a lo largo de los siglos. A finales del siglo XIX, coincidiendo también con la construcción de la línea del ferrocarril Central de Aragón, se apuesta desde el Estado por arreglar estas carreteras y agruparlas en la conocida como N-234 entre Sagunto y Burgos, dando un respaldo definitivo al diseño tal y como se conoce actualmente.
Trazado
El antiguo itinerario Teruel-Calatayud por la margen derecha del río Jiloca, consolidado definitivamente en el siglo XVIII, sigue a grandes rasgos la actual carretera N-234, pues se diseñó esta última a finales del siglo XIX aprovechando el anterior camino, con pequeñas variaciones que comentaremos.
Puerto de Cella: El itinerario penetraba en el valle del Jiloca desde Teruel y Caude, atravesando el puerto de Cella, alejándose varios kilómetros de esta localidad. La lejanía al núcleo urbano facilitó la aparición de varias ventas, actualmente en ruinas. Coincide con la N-234.
Villarquemado: Camino y carretera se separan. El camino discurría un poco más cerca del río Jiloca, atravesando el casco urbano de Villarquemado por su sector occidental, donde se encuentra actualmente la Iglesia, alguna vieja posada y las principales casas de esta localidad. La construcción de la posterior travesía de la N-234 por la margen oriental provocó la aparición de un nuevo eje urbanístico.
Santa Eulalia del Campo: Tras abandonar la localidad, el antiguo camino marchaba recto hacia el caserío de la Virgen del Molino de Santa Eulalia del Campo, donde debía existir una venta actualmente desaparecida. Actualmente la N-234 se ha desviado unos 200 metros del viejo camino.
Torremocha: Camino y carretera vuelven a juntarse. El camino enlaza con la N-234 a la entrada de Torremocha de Jiloca, atravesando juntos el casco urbano por la calle denominada "Carretera de la Vieja".
Torrelacárcel y Singra: El viejo camino y la N-234 vuelven a separarse ligeramente en la travesía de Torrelacárcel, que queda a unos 50 metros a la derecha. El viejo camino atravesaba la localidad siguiendo la "Calle Real". A partir de aquí se mantienen paralelos a unos pocos metros de distancia para llegar al puerto de Singra.
Villafranca del Campo: En Villafranca del Campo el antiguo camino, que sigue unos metros separado por el oeste de la actual carretera, pasaba por el caserío de la virgen del Campo, donde encontramos una venta para alojar a los viajeros.
Existía aquí un antiguo enlace con el itinerario que se dirigía a Madrid. Este cruce de caminos explica el actual diseño urbanístico de Villafranca, con un eje principal que se estira a lo largo del viejo camino a la capital de España. Este itinerario ha perdido actualmente todo su valor e identidad.
Monreal del Campo: En su itinerario por el margen derecho del río Jiloca, el viejo camino y la N-234 atraviesan el paraje de "Las Ventas" junto a Monreal del Campo, con antiguas ventas remozadas y transladadas posteriormente a la nueva carretera.
Desde la segunda mitad del siglo XIX Monreal del Campo se configura como uno de los nudos de comunicación más importantes del valle del Jiloca con la apertura, construida ex novo, de la carretera de Alcolea.
Caminreal: Al llegar a Caminreal el viejo camino y la carretera se juntan para atravesar integramente el casco urbano, influyendo claramamente en el desarrollo urbanístico de la localidad.
Desde el siglo XVIII, antes incluso de la construcción de la carretera de Monreal del Campo a Alcolea, desde Caminreal partía hacia oriente el camino Madrid-Tarragona.
Fuentes Claras: A llegar a Fuentes Claras el camino vuelve a separarse de la carretera, pasando por delante del caserío de la Virgen de los Navarros, donde encontramos otras dos ventas para descansar.
Calamocha: La localidad de Calamocha, al igual que sucedía con Caminreal, era atravesada integramente por este itinerario, dando lugar a la conocida popularmente como "Calle Real" (oficialmente tiene otros nombres). Esta localidad siempre ha tenido una infraestructura de alojamiento y hospedaje muy atractiva para los viajeros. Además de las numerosas posadas que podemos encontrar en el casco urbano existían también varias ventas junto al camino tradicional.
En esta localidad encontramos otra importante bifurcación, pudiendo desviarnos hacia el Camino Real a Zaragoza por la rambla de Cuencabuena y el Campo de Romanos. El desvío a este antiguo itinerario se podía tomar antes de llegar a Calamocha, ascendiendo hacia Navarrete del Río, o bien, una vez pasada la localidad, atajando por las montañas por un viejo camino para salir directamente a Lechago. Parece ser que ambos desvios fueron utilizados indistintamente, aunque el segundo era más corto.
Luco, Burbáguena y Báguena: A partir de Calamocha el viejo camino y la nueva carretera N-234 siguen el mismo trayecto, pues la estrechez del valle apenas permite alternativas. El itinerario discurre cerca de la ermita de la Virgen del Rosario (Luco de Jiloca), atraviesa el río Pancrudo mediante el puente de Entrambasaguas y corta integramente los cascos urbanos de Luco de Jiloca, Burbáguena y Báguena, influyendo en su urbanismo muy similar de eje central.
Daroca: En la ciudad de Daroca el itinerario acaba su primer tramo. Actualmente la N-234 corta el casco urbano por la parte más alta, seccionando la montaña, según un desvío construido en el siglo XX. Antiguamente el camino que venía desde Teruel acababa junto a la puerta Baja, juntándose con la carretera de Madrid. Fue este último itinerario el que marcó el desarrollo urbanístico de la ciudad, convertiéndose en el principal eje viario.
Las inmediaciones de la Puerta Baja de Daroca se configurarn como un importante cruce de caminos, confluyendo por el sur el itinerario procedente de Teruel, con las carreteras a Madrid y la N-330 a Zaragoza. Los principales alojamientos que encontraban los viajeros se localizaban en el interior de las murallas, en las numerosas fondas y posadas que tenía la ciudad.
A partir de Daroca el itinerario hacia Calatayud se desvía momentaneamente del valle del Jiloca. El encajonamento del río y los estrechos de Villafeliche hacen imposible e tránsito por este tramo del valle. El camino tradicional y la actual N-234, tras atravesar la monumental ciudad de Daroca, ascienden hacia Retascón por el fondo de la rambla y se desvía posteriormente por los altiplanos que bordean el valle del Jiloca, encaminándose hacia Villafeliche.
Villafeliche: Los 2-3 kilómetros del puerto de Villafeliche es el tramo que más variación ha experimentado a lo largo de los siglos. Su dificultad para atravesarlo, sobre todo en el invierno, provocó incluso que algunos autores recomendaran rutas alternativas por el río Perejiles. No faltaron tampoco las ventas para alojar a los viajeros en caso de necesidad.
El camino tradicional, como era habitual en estos trazados, buscaba ascender y descender con la mayor suavidad posible y sin grandes inversiones en puentes ni desmontes. Se conserva el camino de herradura que, tras desviarse de la actual carretera, la atraviesa y desciende por una rambla hasta la ermita de San Marcos, entrando por el sector meridional en el casco de Villafeliche. La calle Mayor, atravesando integramente la localidad, protegida por el castillo, es el mejor testigo de este antiguo itinerario.
A comienzos del siglo XX se modernizaron los accesos del puerto, cambiando el trazado del antiguo camino para eliminar curvas y mejorar la circulación. La nueva carretera dejó de atravesar la localidad, para discurrir tangencialmente por el sector septentrional de Villafeliche. Otra nueva reforma, posiblemente de la segunda mitad del siglo XX, desplazó completamente la carretera de la localidad, alejándola unos 200 metros, tal y como discurre actualmente.
Montón, Fuentes de Jiloca y Velilla: Un poco antes de Montón la N-234 se vuelve a juntar con el viejo camino. Con escasas variaciones, el itinerario discurre tangencialmente por los cascos urbanos de las localidades de Montón, Fuentes de Jiloca y Velilla de Jiloca, sin influir apenas en su urbanismo interno, mucho más dependientes de las humedas ramblas que los atraviesan. En el término de Morata de Jiloca encontramos una tradicional venta.
Maluenda La localidad de Maluenda es atravesada integramente por el itinerario, aunque no por la calle que discurre actualmente, sino por otra paralela denominada "Portal Alto", que da acceso a la plaza y a las principales edifiaciones de la localidad.
Paracuellos de Jiloca: Sucede algo parecido a lo que encontramos en Maluenda, pues el camino y la carretera atraviesan completamente la localidad de Paracuellos de Jiloca siguiendo la denominada "Calle Real". Desde aquí se encamina directamente hacia Calatayud.
Bibliografía
Páginas relacionadas
- Itinerario Madrid-Zaragoza (por Daroca)
- Itinerario Daroca-Zaragoza
- Itinerario Zaragoza-Teruel (por el valle del Jiloca)
- Itinerario Zaragoza-Teruel (por el valle del Pancrudo)
- Itinerario Madrid-Tarragona
- Itinerario Madrid-Teruel
- Itinerario Zaragoza-Teruel (por Daroca)
Enlaces externos
Bibliografía
- Cabanes, F.J. (1830): Guía general de correos, postas y caminos del reino de España. Madrid, Imp. de Miguel de Burgos. [Texto completo]